Diversos colectivos políticos y culturales han divulgado a través del periódico Proceso un documento mediante el que convocan a un debate entre colectivos revolucionarios y populares, en relación con la situación del proceso revolucionario abierta luego de la victoria electoral en el referendo para la enmienda constitucional del pasado 15 de febrero. El documento expone […]
Diversos colectivos políticos y culturales han divulgado a través del periódico Proceso un documento mediante el que convocan a un debate entre colectivos revolucionarios y populares, en relación con la situación del proceso revolucionario abierta luego de la victoria electoral en el referendo para la enmienda constitucional del pasado 15 de febrero.
El documento expone líneas gruesas para acordar los contenidos de una carta abierta a Chávez, en la que se llene de contenido el llamado a la rectificación y reimpulso, tanto en lo político como en la gestión de gobierno, y para promover propuestas de carácter estratégico que puedan fortalecer el poder popular. Los firmantes llaman a los colectivos revolucionarios a desarrollar asambleas y debates para enriquecer el documento, para consensuar un borrador final que ser haría público en el mes de abril.
La carta celebra la reciente victoria electoral, como muestra de la madurez política del pueblo al ratificar su respaldo a la consolidación del proceso bolivariano y revolucionario. No obstante, señalan su preocupación acerca de la disminución de votos con respecto a las elecciones presidenciales de 2006, así como el crecimiento electoral de la opción de la derecha tradicional.
El análisis del descenso relativo del apoyo popular debe no sólo enfocarse en la guerra mediática, afirman, sino también en la ineficiencia, corrupción, clientelismo y desviación de los valores del proyecto socialista por parte de numerosos alcaldes y gobernadores y otros/as dirigentes del poder publico.
Luego de destacar el valor de los proyectos de organización política bajo la democracia participativa, llaman la atención acerca de la poca voluntad de facilitar las condiciones para aumentar la calidad de la formación ideológica y de conciencia socialista de los integrantes del poder popular.
«El Estado que tenemos sigue siendo burgués y se resiste a morir», aseguran, «mientras que muchos de los altos funcionarios que levantan la bandera del proyecto socialista reproducen de manera sistemática sus mismas prácticas, actuando de manera contraria a la consolidación de las instancias del poder popular». Para enfrentar estas dificultades, es necesario «retomar toda la fuerza popular para acelerar las contradicciones» bajo el liderazgo de Chávez y los liderazgos colectivos, como vía para tomar «la dirección irreversible hacia el socialismo».
En relación con el PSUV, destacan que no puede convertirse en una mera maquinaria de batalla electoral, e instan a convocar a asamblea de batallones para recomponer las direcciones regionales, dada la escasísima formación político-ideológica de muchos de sus dirigentes. A su vez, el partido debe aportar a los liderazgos colectivos y articularse orgánicamente con los movimientos sociales.
También recogen la preocupación acerca de la persistencia del clientelismo, «que se ha metido en las venas de muchas organizaciones» surgidas durante la revolución, y que «amenaza toda posibilidad de emancipación de nuestro pueblo», en una medida análoga al imperialismo. Si bien el pueblo hoy disfruta de una distribución más equitativa de la riqueza, a veces ésta «se traduce en despilfarro y soborno a la conciencia», lo que representa una amenaza política.
La guerra a la corrupción es también señalada como objetivo político, así como la impunidad es causa de desmoralización y desmovilización. Por ello, llaman a garantizar la responsabilidad política de corruptos y corruptas y los que corrompen, para que sean expulsados del gobierno, no encuentran cobijo en ninguna institución y sean repudiados públicamente.
En cuanto a la gestión de gobierno, el documento comienza destacando las misiones como sustrato de una gestión de gobierno socialista, pero alertan contra el peligro del desgaste de estas políticas – subrayando la situación precaria en la que se encuentra parte de la red de Barrio Adentro, en contraste con las inversiones cuantiosas en polizas privadas de salud.
También destacan la falta de debate dentro de los espacios naturales de las misiones educativas, donde «se castiga la posibilidad de debatir sobre aspectos políticos e ideológicos», lo que se traduce en la escasa movilización, mas alla del funcionariado.
Por ello, llaman a evaluar las misiones y monitorear su desempeño, adoptando correctivos y profundizando su objetivo transversal de estimulo a la organización y el poder popular, junto a la satisfacción de necesidades y derechos.
En el ámbito de la gestión local y regional, destacan la necesidad de enfrentar el irrespeto al poder popular y su instrumentación política, y llaman a la necesidad urgente de asegurar que los gobiernos regionales y locales «construyan una visión de desarrollo socialista con el poder popular, y que este, a su vez, construya su vision de desarrollo socialista a nivel comunal».
Asimismo, subrayan la persistencia de relaciones de poder, en localidades y regiones geopolíticamente estratégicas, que ponen en evidencia la influencia que aun ejercen los intereses movidos a favor de megaproyectos de explotación de recursos, los cuales favorecen un modelo de desarrollo depredador, «sin importar las consecuencias en términos de contaminación, miseria y destrucción cultural».
El documento denuncia la presencia de masacres y actos de violencia que «parecen muy ajenos al hampa», y destaca la necesidad de afinar la inteligencia para enfrentar el paramilitarismo; «la violencia presentada como inseguridad ciudadana es un arma eficiente para acabar con procesos revolucionarios», destacan. «Apuntando hacia nuestros lideres se intenta cercenar la fuerza popular, apuntando hacia nuestro jovenes en los barrios se va masacrando el futuro». De ahí la necesidad urgente de articular los planes de seguridad con las organizaciones populares.
En materia de violencia y criminalidad, subrayan que es necesario articular una prevención efectiva que ofrezca opciones de vida a los jóvenes en situaciones de riesgo, con políticas de represión ajustadas a los derechos humanos.
En materia laboral, refieren la continuidad en diversas instituciones de políticas de flexibilización de las condiciones de contratación, la reticencia a las contrataciones colectivas y la obstaculización de la organización de los trabajadores.
En materia de educación, denuncia que se sigue invirtiendo grandes sumas de dinero en las universidades a pesar de no lograr superar la orientación ideológica de la formación superior y la exclusión de los sectores populares, a través de las fórmulas discriminatorias de ingreso. Asimismo, proponen una evaluación del modelo alternativo de educación superior que promueve el gobierno bolivariano.
La carta está suscrita por varias individualidades, así como por los colectivos Periódico PROCESO, Cenadec (Centro de Apoyo para el Desarrollo de la Comunidad) Simón Rodríguez, Periódico EPAPARROQUIA, Comité por la Universidad Popular (CUPO-UCV), Voces por la Unidad-UCV, MOBIAR, Periódico La Mancha, Anmcla Caracas, Antiescualidos.com, Organización DDHH La Guajira y CODEHFAN (Comité de defensa de los derechos humanos de la familia adolescentes niños y niñas).
Los colectivos interesados en participar en el debate, pueden escribir a [email protected], o visitar http://www.periodicoproceso.
La carta completa se encuentra en:
http://www.periodicoproceso.