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Corrupción beneficiada

Fuentes: Adital

El Supremo Tribunal Federal (STF) tiene tiempo para declarar, hasta marzo, la constitucionalidad de la Ley Federal 10.628/02. Promulgada durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (FHC), esa Ley equipara el delito de responsabilidad al acto de improbidad administrativa. Más de 10 mil procesos contra gestores públicos pueden quedar extintos. Algunas de esas acciones ya […]

El Supremo Tribunal Federal (STF) tiene tiempo para declarar, hasta marzo, la constitucionalidad de la Ley Federal 10.628/02. Promulgada durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (FHC), esa Ley equipara el delito de responsabilidad al acto de improbidad administrativa. Más de 10 mil procesos contra gestores públicos pueden quedar extintos. Algunas de esas acciones ya fueron inclusive juzgadas (cerca de 4.100 en las esferas municipal y estatal y más de 500 en la esfera federal).

La decisión final todavía no fue proferida porque el ministro Joaquim Barbosa pidió archivos del proceso, pero su voto no interferirá en el resultado. La decisión permitirá a ex – políticos acusados de mal uso del dinero público a gozar de foro privilegiado, pues en vez de ser encuadrados en la Ley de Improbidad Administrativa ellos sólo podrían ser juzgados por «delito de responsabilidad». El cambio les sacará la autonomía a los jueces de primer grado para juzgar procesos de esta naturaleza y podrá permitir que muchos acusados salgan ilesos de los procesos.

 

El foro privilegiado beneficiará al Presidente de la República, ministros, senadores y diputados federales que sólo podrán responder a procesos en el STF; a gobernadores que sólo serán juzgados en el STJ (Supremo Tribunal de Justicia) y a diputados estatales, alcaldes y concejales que sólo van a responder a procesos en los Tribunales de Justicia.

 

El gobierno de FHC usó la Ley 10.628/02 por primera vez contra la decisión tomada por la 14ª Jurisdicción de la Justicia Federal de Brasilia, que condenó a un ex-ministro, Ronaldo Sardenberg (Ciencia y Tecnología) por haber usado aviones jet de la Fuerza Aérea Brasilera (FAB) en viajes de turismo a Fernando de Noronha, Salvador e Ilhéus.

 

Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]