Brasil tiene 17,9 millones de habitantes entre 15 y 19 años. Más que interés por las fiestas y la diversión, esos jóvenes están sintonizados con la necesidad de valorizar la educación, la creación de nuevos empleos, el combate de la corrupción, el repudio al racismo y la urgencia en detener la escalada de violencia. La […]
Brasil tiene 17,9 millones de habitantes entre 15 y 19 años. Más que interés por las fiestas y la diversión, esos jóvenes están sintonizados con la necesidad de valorizar la educación, la creación de nuevos empleos, el combate de la corrupción, el repudio al racismo y la urgencia en detener la escalada de violencia. La prueba de ello se revela en los datos presentados por la encuesta «Adolescentes y jóvenes de Brasil: participación social y política», lanzada hoy (28) por el Fondo de las Naciones Unidas (UNICEF), Fundación Itaú Social y el Instituto Ayrton Senna.
La encuesta fue realizada a nivel nacional y fue aplicada a 3.010 jóvenes adolescentes habitantes de las capitales de estado y del interior de todas las regiones. Los encuestados eran personas de diferentes niveles de escolaridad, ingresos y raza, que están o no insertados en el mercado de trabajo. El cuestionario fue aplicado también a 210 jóvenes adolescentes indígenas de 15 municipios brasileros. Para la encuesta cualitativa, también fueron escuchados 42 adolescentes de ocho capitales y dos ciudades del interior, y se organizaron diez grupos de discusión con jóvenes que ya ejercieron algún tipo de liderazgo.
Según la encuesta, al responder a la pregunta sobre cuál sería el factor responsable de los problemas sociales de Brasil, los entrevistados señalan en primer lugar la corrupción política (27%); en segundo, la discriminación racial (17%); y en tercero, la falta de seguridad (15%). En la región donde viven, el 57% de los adolescentes se sienten insatisfechos o muy insatisfechos en relación con la seguridad pública. Para el 28%, el tráfico de drogas es la forma de violencia más evidente. Otros ítems de extrema relevancia social también fueron mencionados, como el desempleo (7%) y la pobreza/hambre/miseria (6%).
Entre los jóvenes indígenas, la principal preocupación señalada fue prácticamente olvidada por los otros grupos: la falta de interés del pueblo por la protección del medio ambiente. Un total de 9% de esa población, en comparación con la media de 4% en general, resaltó la cuestión del medio ambiente como problema social enfrentado por el país. Cuando se les solicitó señalar tres ítems referentes a los problemas sociales del país, ese número sube al 26% entre los indígenas, con una media de 15% de los entrevistados en general.
El desarrollo de la encuesta tuvo como objetivo contribuir con las acciones de promoción de los derechos de esa población y estimular un proceso participativo de jóvenes adolescentes en la sociedad. Datos de la encuesta revelan la percepción de diferentes grupos en relación con lo que consideran cuestiones prioritarias para el desarrollo del país y señalan caminos importantes para la formulación e implementación de políticas públicas que involucran a la banda etaria entre 15 y 19 años.
A pesar de los problemas señalados, los jóvenes destacan que faltan referencias positivas sobre cómo efectivamente participar y cambiar la historia, sea en el ámbito de la familia, de la escuela, de la comunidad o en relación con la política, el deporte, el esparcimiento y la cultura. Ellos atribuyen a la sociedad en general, más que al propio joven la responsabilidad por esa falta de participación.
De acuerdo con datos de la encuesta, la discriminación entre los jóvenes está ligada al nivel educacional de los mismos. Un total de 41% de los entrevistados con formación hasta la 4ª serie de la enseñanza primaria se siente discriminado. Entre los que tienen escolaridad de la 5ª a la 8ª serie, el porcentaje llega al 35%. Ese número se reduce al 28% entre los que están en la enseñanza media o superior. Cuando fueron preguntados sobre los motivos de por qué dejaron la escuela, los tres principales motivos que explican para la evasión son: necesitar trabajar (24%), embarazo (13%) y dificultad financiera (9%).
De acuerdo con os datos de la encuesta, los jóvenes adolescentes brasileros parecen estar más conscientes sobre sus vulnerabilidades y sobre la importancia de aumentar el cuidado de sí mismo y su autoprotección. La dependencia de drogas (28%) y el Sida (26%) son citados como los problemas de salud más críticos para los entrevistados. Las enfermedades sexualmente transmisibles (9%) y el alcoholismo (7%) también son mencionados. Los que demuestran insatisfacción con las políticas de salud son el 54% de los entrevistados.
Para los jóvenes, la generación de ingresos a través del trabajo es la solución para la desigualdad social. Cuatro de cada 10 entrevistados se refieren al aumento de puestos de trabajo o empleos para reducir las desigualdades. Quien más reivindica esa medida son los entrevistados de la región Nordeste (50%), justamente donde el desempleo es mayor.
Para acceder al documento completo cliquear en: http://www.unicef.org/brazil/voz2007.pdf
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]