Alentados por los principales de medios de comunicación nacional e internacionales, la oposición venezolana intenta provocar temor y caos en las calles de la capital, y promover de esa manera el rechazo a la reforma constitucional que habilitaría la reelección de todos los cargos electos. La idea base parece ser que el caos promoverá el […]
Alentados por los principales de medios de comunicación nacional e internacionales, la oposición venezolana intenta provocar temor y caos en las calles de la capital, y promover de esa manera el rechazo a la reforma constitucional que habilitaría la reelección de todos los cargos electos.
La idea base parece ser que el caos promoverá el temor en la población que deberá contar con que la oposición se abocará permanentemente a ocupar las calles y desestabilizar el país en tanto Hugo Chávez, o el Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV) se mantenga en el poder.
Las fuerzas de oposición han llamado a ocupar las calles hasta por lo menos el próximo 15 de febrero cuando se plebisciten las enmiendas constitucionales. En tnato, una fuerte campaña política y publicitaria busca impedir el triunfo del Si a la reelección consecutiva e indefinida.
Después de realizada en Puerto Rico, una reunión de dirigentes opositores, dueños de medios de comunicación y funcionarios norteamericanos, la punta de lanza de la oposición, una agrupación de estudiantes universitarios, se lanzó a provocar corte de calles y rutas en la capital venezolana y sus alrededores, con barricadas, quema de campos, y hasta la realización de autoatentados para culpar a las fuerzas de gobiernos.
La maniobra quedó al descubierto cuando la policía detuvo a un camión que encabezaba la marcha de estudiantes opositores, cargado de piedras, cócteles molotov y otros elementos. La detención y requisa del vehículo fue filmado por un equipo de la televisión estatal que estaba en el lugar.
Esta acción fue providencial, ya que los estudiantes opositores acusaron a la policía de «plantar» las piedras y los molotovs en el camión. Para ello divulgaron en la televisión privada un video editado sobre la detención. La mentira quedó al descubierto cuando el canal estatal mostró el video sin editar.
Hasta el jefe de la Policía Metropolitana (PM), comisario Carlos Meza, debió concurrir al Ministerio Público para probar su inocencia. Allí entregó la filmación sin editar de la detención del vehículo opositor.
«Vengo a presentar un documento y el video sin editar que difundió un grupo opositor acusándome de sembrar pruebas. Vengo a demostrar la integridad de mi oficio y de mi desempeño como director de una institución que ha demostrado su profesionalismo», destacó.
«Hemos custodiado más de dos mil marchas donde no ha resultado ningún civil herido, todo lo contrario, nuestros funcionarios son los que han terminado afectados», agregó.
Luego de que el comisario Meza, entregara a la Fiscalía el video sin editar de la incautación, el pasado 20 de enero, de más de 100 bombas molotov y otros materiales subversivos, las fuerzas de choque de la oposición insistieron en entregar la copia del mismo video pero editada por ellos.
La entrega del video manipulado estuvo coordinada por el miembro de los grupos violentos opositores y presidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Ricardo Sánchez.
Pero las maniobras de la oposición no se terminan con el fin de la campaña publicitaria. En una grabación presentada en el programa «Los papeles de Mandinga» del periodista Alberto Nolia, el ex ministro de Defensa, durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, Fernando Ochoa Antich, insta a su interlocutor, al que identifica como Juan, a detener por cualquier método que la votación el 15 de febrero se extienda más allá de las 4 de la tarde.
«Si permiten que hayan votación después de las 4 de la tarde y prolongan la votación, pierden. Si la oposición no tiene la capacidad de oponerse a que la gente vaya a votar después de las 4 de la tarde, están fregados. Lamentablemente habrá que usar fuerza», dijo el ex ministro de Defensa.
En los procesos electorales previos los centros de votación debían cerrar a las 4 de la tarde, pero debido a que aún quedaban personas en colas, muchas mesas cerraban a las 6 o 7 de la noche. Por esa razón, el Consejo Nacional Electoral decidió extender en este plebiscito el cierre de las mesas para las 6 de la tarde.
La oposición espera que cuanto menos gente vote, el No puede tener más posibilidades.