En todo Brasil se realizan cada vez más acciones políticas contra la multinacional de alimentos Cargill. Finales de septiembre, funcionarios de una filial en el estado Mato Grosso do Sul iniciaron una huelga contra las pésimas condiciones de trabajo y por un aumento salarial. Los huelguistas denunciaron que el 70 por ciento de los dimitidos […]
En todo Brasil se realizan cada vez más acciones políticas contra la multinacional de alimentos Cargill.
Finales de septiembre, funcionarios de una filial en el estado Mato Grosso do Sul iniciaron una huelga contra las pésimas condiciones de trabajo y por un aumento salarial.
Los huelguistas denunciaron que el 70 por ciento de los dimitidos por Cargill sufren severos problemas de salud derivados de sus esfuerzos repetitivos en las líneas de producción de pollo.
Mientras, en Santarém, en el estado norteño de Pará, Greenpeace realizó un acto contra el puerto fluvial, propiedad de la empresa.
Según la ONG, el puerto carece de una licencia ambiental, documento obligatorio para la operación de un puerto de este tipo.
Cargill es una empresa multinacional que nació en los Estados Unidos. En Brasil está presente desde hace 40 años, y además actúa en 60 otros países.
Junto con las multinacionales Aracruz Celulose y Souza Cruz, Cargill fue condenada por el Tribunal de Transnacionales, un evento organizado este año por el movimiento global en Viena.