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India

Crece el producto, y también la inequidad

Fuentes: IPS Noticias

Ya se sabe que el primer, el segundo y el tercer mundo coexisten en India. Expertos advierten ahora que también hay un «cuarto mundo», aun más rezagado, en este país de 1.000 millones de habitantes que aspira a ser potencia económica

En un periodo en que el producto interno bruto crece a ritmo de vértigo, tras la liberalización económica dispuesta hace 15 años, la disparidad e inequidad se han agudizado al punto que constituye hoy una grave amenaza, según el primer Informe sobre Desarrollo Social realizado en el país.

El volumen de 225 páginas, elaborado por el independiente Consejo para el Desarrollo Social y publicado por la británica Universidad de Oxford, está dedicado especialmente a compilar los datos de unos 170 informes sobre pobreza y desempleo.

Pero los autores se concentraron en estadísticas oficiales sobre salud, educación, servicios urbanos, condición de las mujeres, relaciones entre comunidades religiosas, la integración social, la inequidad, la movilidad de la población, la descentralización y la seguridad social.

La proporción de la pobreza en la población cayó de 55 por ciento en 1974 a 26 por ciento en 2001, pero los avances fueron impresionantes sólo en tres estados: Punjab, en el occidente (de 28 a seis por ciento), Haryana (de 35 a nueve por ciento) y Kerala (de 60 a 13 por ciento), ambos en el norte.

Por otra parte, en tres estados del este la caída de la pobreza fue muchísimo más lenta: de 66 a 47 por ciento en Orissa, de 62 a 42 por ciento en Bihar y de 51 a 36 por ciento en Assam.

Paradójicamente, en Punjab y en Haryana, así como en otro estado próspero, el de Gujarat, se registraron los peores índices de aborto selectivo en perjuicio de las niñas, que es ilegal en India aunque sí lo es la interrupción voluntaria del embarazo.

Solo nacieron 796 niñas cada 1.000 niños en Punjab, 808 en Haryana y 837 en Gujarat.

El informe también revela una distribución de la riqueza sesgada contra los sectores más postergados de la tradicionalmente jerárquica sociedad india, como la población tribal y los dalits (descastados o intocables en la división en castas según la religión hindú).

Esos sectores representaron 75 por ciento del total de pobres en los años 1999 y 2000, según datos oficiales analizados en el estudio.

Como en India reside 17 por ciento de la población mundial, también viven allí 36 por ciento de quienes sobreviven con menos de un dólar diario, 68 por los leprosos y 30 por ciento de los tuberculosos del planeta.

En este país también se registran 26 por ciento de las muertes prevenibles mediante vacunación infantil.

«Los problemas sociales de la India contemporánea son consecuencia del complejo nexo entre factores de exclusión e inclusión arraigados en la historia, los valores y el ethos cultural del país», dijo el jefe de los editores del informe, el cientista social Amitabh Kundu.

«Muchos de esos problemas se basan sobre políticas de segregación que no fueron atendidos por las estrategias de desarrollo de sucesivos gobiernos. Los índices de pobreza, por cierto, mejoraron, pero no con uniformidad, y lo mismo sucede con las mejoras en materia de educación y atención de la salud.»

«Las políticas de globalización y liberalización económica socavaron el papel de grandes normas sociales y el aparato estatal que podría haber contrarrestado las fuerzas de exclusión social y las tensiones», dijo el ex diplomático Muchkund Dubey, presidente del Consejo para el Desarrollo Social.

«El gobierno ha comenzado a desembarazarse deliberadamente de responsabilidades constitucionales como educación, salud, saneamiento y vivienda», agregó. El deterioro es agudo «en las condiciones de los más pobres y marginados», sostuvo Dubey.

Los diferentes capítulos del estudio marcan una sociedad india cada vez más polarizada no solo en lo que refiere a clases sociales sino también respecto de regiones y estados.

«La brecha entre los estados más ricos y los más pobres aumentó de uno a tres en los años 90 a uno a cinco hoy», dijo N. J. Kurian, miembro de la junta editorial del informe.

Las políticas del gobierno hacia los pobres fueron objeto de una «una indiscriminada generalización» hacia toda la población, y estuvo caracterizada por «la corrupción rampante y la mala administración de recursos escasos», sostuvo Neera Chandhoke, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Delhi.

Los casos de Punjab y Haryana dejan en evidencia que «el crecimiento económico no necesariamente conduce al desarrollo social» y que «el vínculo entre democracia y desarrollo social es bastante tenue», explicó Chandhoke a IPS.

Para el cientista social Amit Bhaduri, «India es un éxito político y un fracaso económico, a pesar de su crecimiento económico de ocho por ciento anual, simplemente porque entre 280 y 300 millones de personas viven en condiciones de pobreza subhumana en este país».

Mientras, las elites urbanas siguen hablando de convertir India en una «superpotencia del conocimiento». En otra flagrante contradicción, los billetes están escritos en 17 idiomas distintos.

«La idea de contradicción se ejemplifica en que en este país viven un tercio de los ingenieros informáticos y la cuarta parte de los desnutridos del mundo», sostuvo en 2004 la firma de servicios financieros Goldman Sachs.

Una miríada de sistemas políticos económicos conviven en India, como el feudalismo medieval, el capitalismo y el socialismo.

Pero la buena noticia es que India desafió la noción de que tales divisiones hacen inviable una nación. Tras la independencia en 1947, este país no sólo permaneció unido, sino que ha surgido en los últimos años como uno de los de mayor crecimiento económico del mundo.