La reciente crisis hipotecaria de Estados Unidos ha desatado una gran volatilidad financiera. Una de las formas en que se manifiesta esa volatilidad son los fondos de inversión [1] de renta variable (ligados al sector inmobiliario) que se están comportando en forma negativa desde entonces en casi todos los países. Sin embargo los fondos de […]
La reciente crisis hipotecaria de Estados Unidos ha desatado una gran volatilidad financiera. Una de las formas en que se manifiesta esa volatilidad son los fondos de inversión [1] de renta variable (ligados al sector inmobiliario) que se están comportando en forma negativa desde entonces en casi todos los países. Sin embargo los fondos de inversión de mejor desempeño han sido los ligados a bolsas emergentes, renta variable emergente, índices latinoamericanos y asiáticos. Efectivamente las agencias recomiendan inversiones en sectores ubicados en China -China Greater, India, Hong Kong, Brasil, BRIC [2], Turquía, Corea, Asia sin Japón y en pequeñas y medianas empresas asiáticas sin Japón. Los fondos de renta variable de Japón han tenido una pérdida de rentabilidad del 16%.
Esta volatilidad en los mercados continuará porque las informaciones financieras de las empresas continúan divulgándose y continúan siendo negativas. Sobre todo, los reportes negativos de JP Morgan, Wells Fargo y Mitusubishi UFJ Financial que han visto ampliamente disminuido su nivel de utilidades. Citigroup-Citibank dueño en México de Banamex está revelando en sus informes financieros una severa afectación por las hipotecas de alto riesgo. El grupo reportó pérdidas trimestrales por 9 mil 830 millones de dólares, lo que obliga al gigante financiero a llevar a cabo medidas de capitalización y aprovisionamiento.
Aprovechando esta situación es que los países emergentes están intentando un «asalto» a la banca internacional. Sobre todo fondos de inversión provenientes de Asia están aprovechando la debilidad presente de los gigantes mundiales de las finanzas para sacar tajada de la situación. Efectivamente, mientras Estados Unidos sufre su recesión, Asia crece al 8% y el PIB de China e India es de algo más del 11% y 8% respectivamente. En este contexto, cinco de las principales entidades financieras europeas y estadounidenses (Unión de Bancos Suizos, Citigroup, Morgan Stanley, Merrill Lynch y Bear Stearns) están saneando sus cuentas con fuertes inyecciones de capital asiático, pero a costa de ceder una buena tajada de sus acciones.
La operación más grande hasta ahora la protagonizó el fondo gubernamental de Singapur (GIC) con una inversión de 6.600 millones de euros en 2007 en el Banco UBS. Lo sigue la sociedad estatal de inversiones del reino de Abu Dhabi que adquirió el 4,9% de las acciones de Citigroup y una inversión de 5.000 millones de euros. Pero también Morgan Stanley recibió del nuevo fondo del gobierno chino «China Investment Corporation» 3.400 millones de euros, adquiriendo el 9,9% de las acciones.
Una característica común a todas estas operaciones financieras es que los inversores renuncian a tener influencia en los órganos de poder de las empresas participadas. Lo que obtienen los fondos asiáticos son paquetes accionariales en bancos que antes o después deben volver a ser rentables.
En Latinoamérica todo parece indicar que hay países que seguirían este ejemplo asiático. Por ejemplo Brasil recientemente ha adquirido el investment grade con lo cual tendría las puertas abiertas a seguir el rumbo asiático. Efectivamente Standard & Poor’s, la misma evaluadora que está siendo investigada en Estados Unidos por no prever la crisis, ha elevado la nota de los bonos de deuda brasileros. La nueva calificación de riesgo de Brasil es BBB-. La transición de una calificación BB+ a una BBB-, según la escala de Standard & Poor’s, significa superar la línea divisoria entre papeles de alto y mediano riesgo, y aquellos que tienen una capacidad de pago «adecuada».
En el mundo son catorce los países que tienen este rating, cuatro de los cuales son latinoamericanos: México, Chile, Perú y, desde el miércoles pasado, Brasil. Con la noticia, el índice bursátil Bovespa, se disparó 6,3% ese día y siguió trepando entre 2 y 3% los siguientes días.
Paradójicamente, las mismas agencias calificadoras de riesgo que hoy ubican a Brasil en investment grade están siendo investigadas por la Comisión de Valores de Estados Unidos que las cree parcialmente responsables por la crisis de los créditos de baja calidad. Parece ser que la agencia norteamericana busca analizar si hubo conflicto de intereses al momento de poner las notas. La agencia se plantea dos interrogantes (que no parecen ser dos novedades), por un lado, busca determinar si las calificadoras se desviaron de sus procedimientos estándar para determinar el riesgo de los seguros de las hipotecas subprime permitiendo su colocación con un puntaje más alto del que «merecían». Por otro lado quiere saber por qué no corrigieron las calificaciones una vez que los seguros empezaron a tener un mal desempeño en los mercados.
Entonces, ¿qué fue lo que llevó a S&P a subir la nota a los brasileños? Según la calificadora se trató de un buen desempeño macroeconómico, la solidez de las instituciones entre las que destacan la independencia del Banco Central, mejoras en la transparencia de la política fiscal y su soberanía alimentaria.
Ahora, los operadores brasileños están a la espera de que una segunda empresa, Moody’s o Fitch, los posicione como investment grade. Logrando eso los bonos del país vecino serían incluidos en el Indice Lehman, referencia de grandes fondos de inversión norteamericanos y otros inversores institucionales que manejan algunos miles de millones de dólares. Encontrarse por debajo de esa calificación significa mayores tasas al momento de colocar nueva deuda y también enfrentarse a un mercado menor que se presume más volátil.
Una de las consecuencias de todo esto ha sido la discusión sobre si Argentina debería avanzar en lograr el investment grade. De todas maneras, en la plaza local disfrutaron del derrame generado por la alegría brasileña.
Notas
[1] Un Fondo de Inversión es una sociedad de inversión colectiva en la cual los participes reciben mayor rentabilidad por la suma de sus capitales que lo que lo que ganarían de manera individual. http://www.eumed.net
[2] Término aplicado al conjunto de Brasil, Rusia, India y China, como países que incrementarán sustancialmente su importancia en la economía global.