César Romero es ingeniero metalúrgico y miembro de Marea Socialista que formó parte del Partido Socialista Unido por Venezuela (PSUV) y del chavismo hasta el 2015. Es también activista de la «Plataforma contra el Arco Minero del Orinoco». César estuvo en Quito para participar en el presentación del libro ‘Venezuela Desde Adentro‘ publicado por La […]
César Romero es ingeniero metalúrgico y miembro de Marea Socialista que formó parte del Partido Socialista Unido por Venezuela (PSUV) y del chavismo hasta el 2015. Es también activista de la «Plataforma contra el Arco Minero del Orinoco».
César estuvo en Quito para participar en el presentación del libro ‘Venezuela Desde Adentro‘ publicado por La Fundación Rosa Luxemburg y del cual fue autor junto a Francisco Ruiz en el capítulo ‘Dinámica de la minería a pequeña escala como sistema emergente. Dislocaciones y ramificaciones entre lo local y lo nacional’.
César habló con Lalineadefuego sobre la situación actual de su país, de la ‘Marea’ y otros grupos progresistas críticos del gobierno actual del presidente Nicolás Maduro y su programa.
¿Qué representa Marea Socialista en el contexto actual de Venezuela?
Para entender lo que representa la Marea Socialista primero hay que comprender lo que era la dinámica del Chavismo. El Chavismo fue un fenómeno político nacional de millones de personas que logró visibilizar sectores pobres, afro venezolanos, indígenas, de mujeres etc., sectores políticos excluidos de la dinámica pública antes de Hugo Chávez. Es en ese contexto entra la Marea Socialista como un movimiento sindical.
Entonces, cabe preguntar qué pasó con todo ese movimiento fuerte del Chavismo. La respuesta es que en primer lugar había cooptación, fundamentalmente por todos los aparatos del Estado que manejaban los recursos de la renta del Estado y todos estos sectores políticos dependían cada vez más de la institución. También se debe entender que dentro del movimiento había sectores de la población críticos que querían profundizar esfuerzos para satisfacer necesidades básicas de la gente más marginada. Pero esas críticas fueron criminalizadas empezando en el 2005 o 2006, una tendencia que a partir del 2008 y 2009 se vuelve mucho más acentuada.
¿Por qué se profundizó la criminalización de la crítica desde el 2009? ¿Qué provocó la reacción del gobierno?
En primer lugar, porque en el 2008 empieza la crisis financiera internacional y como el gobierno depende tanto de la renta petrolera y esto a su turno depende del mercado internacional, la caída del precio incidió cada vez más fuerte en las decisiones políticas. En ese año, Chávez también fundó el PSUV como supuesta alternativa al partido que le había llevado al poder: el Movimiento Quinta República, que tenía una serie de vicios tremendos, pero la verdad es que el PSUV no logró eliminarlos y en ese sentido fue un fracaso. Otro factor importante fue que en el 2008 se perdió la reforma constitucional.
La consecuencia de la derrota en las urnas, fue que de ahí en adelante el PSUV solo, sirvió para la consolidación del sector burocrático del Estado. Al mismo tiempo la crisis económica empezó a tener crecientes impactos en Venezuela: la renta petrolera se disminuyó y esto combinado con una política de nacionalización y estatización implicaba que cada vez, más gente dependía del Estado. Por ejemplo, entre el 2003 y el 2013 la administración pública llegó a ser el 6% de la población.
Y claro, la gente afectada por todos estos cambios ejercía una presión; había sectores, incluso gente dentro del chavismo, que quería un proyecto emancipador y que no soltaba la promesa inicial del chavismo y todo lo que eso implicaba. Pero las autoridades no querían aceptar eso y contaban con todo el poder del Estado y sobre todo el apoyo de Chávez. Al mismo tiempo había sectores del Estado que acumulaban cada vez más poder y dinero.
Todo esto profundizó un proceso de cooptación y el desmantelamiento del tejido social del país: casi todos los sindicatos, los estudiantes y las comunas terminaron cooptados por el aparato del estado o por partidos políticos de la oposición o del gobierno. Y con la muerte de Chávez este proceso de deterioro solo se profundizó.
¿Qué significaron los cambios para Marea Socialista?
Marea era una institución que incidió en la opinión pública y que intentaba colocar un planteamiento crítico dentro del proceso, pero con todos estos cambios, el declive y la muerte de Chávez, comenzó el desmantelamiento del proceso emancipatorio y del tejido social, y la gente se quedó sin espacios de participación. Marea era parte de todo este proceso del Chavismo, pero al final no pudo contener el deterioro. Era una de las pocas organizaciones políticas autónomas a nivel nacional que no dependía del financiamiento del Estado, pero lastimosamente fue incapaz de detener el proceso de desmantelamiento. Muchas organizaciones populares del chavismo desaparecieron y Marea quedó en la resistencia; para nosotros seguir mostrando y haciendo un balance del proceso fue fundamental.
El resultado es que hoy en día no hay un balance general por parte de las organizaciones sociales sobre qué fue lo que pasó y por qué estamos como estamos. Como Marea nos hemos dado esa tarea. Nos preguntamos cómo puede ser que pasamos de un proceso que amplió la participación democrática que, sin decir que fue la democracia verdadera ni nada de eso, impulsó más participación popular y política, respeto el derecho a manifestar y decir lo que uno pensaba: la gente incluso confrontaba a Chávez hasta en cadena nacional, en un Estado completamente autoritario, represivo, sin uno tener a donde ira porque no había espacios sociales y quedaba solo la resistencia. Nos preguntamos cómo puede ser que Venezuela se fue de un proceso de los más avanzados de América latina a uno de las regiones más atrasadas desde el punto de vista político y con muy poca resistencia.
Para mantener su voz independiente Marea propuso convertirse en partido político. ¿Qué pasó?
En pocas palabras, nada. Nos negaron el derecho de ser partido. Y la realidad es que ni siquiera nos negaron durante el proceso. No, ni siquiera hubo proceso. Nos rechazaron la aplicación con un argumento meramente político. Nos dijeron que nuestro nombre no era válido y por tanto no se pudo proceder.
¿Y el nombre qué problemas tenía?
La jueza nos dijo: ‘ustedes dicen ser Marea Socialista pero no pueden ser socialistas porque el socialismo es el PSUV’.
Pero eso no fue el fin de la historia y Marea sigue participando.
Bueno, hoy en día Marea forma parte de una corriente con una diversidad de pensamiento político que está provocando una serie de debates importantes. Existen tendencias respecto a qué se debe hacer respecto a la situación actual, pero tal vez lo más importante de todo y esto es valiosísimo en Venezuela, es alzar la voz y decir lo que se piensa. Puede parecer algo muy simple en otro país, pero en Venezuela es complicado porque el grado de persecución política es muy alto. Existen violaciones de derechos políticos sociales y constitucionales, y esto ha creado mucho miedo en la población.
¿Para la gente de izquierda o es más generalizado?
Para toda la población, izquierda o derecha. Todo que no sea funcional al gobierno es de derecha, es del enemigo y por eso te tachan de contra revolucionario, de la CIA, etc. etc.
En este contexto, el panorama hacia el futuro no luce exactamente alentador.
Yo veo una situación difícil. Creo que va a recrudecerse la crisis porque el gobierno no busca otro modelo sino el de petróleo, y ese modelo ha colapsado completamente, porque además de la corrupción y la acumulación mafiosa, el comportamiento mafioso del Estado es algo inherente en él, en como ese mismo Estado maneja los recursos.
Pero esto no es de ahora
No. Esto viene de Chávez, pero vale enfatizar que antes no era tan marcado, no estaba en gran medida como ahora. No obstante, el Estado mostraba características de eso y una muestra de ello es el tema de la pequeña minería que viene desde quince años atrás. Al mismo tiempo tenemos el cerco financiero que están imponiendo al gobierno desde afuera, significando que el gobierno no tiene capacidad de obtener recursos financieros en el exterior y eso junto con un precio de petróleo que no pasa de los 70 dólares – lo que da más o menos un tercio del margen de renta comparado con años anteriores – influye en la capacidad de la burocracia de acumular. El resultado es que esto crea una serie tensiones dentro del país y un probable recrudecimiento de la crisis política.
¿Y desde el punto de vista del gobierno qué opciones puede estar manejando?
Algo que se debe tomar en cuenta es que la gente del gobierno no tiene donde ir, a menos que sea Rusia, pero hasta el ministro de Relaciones Exteriores de ese país dijo que el Estado ruso estaba decepcionado con la disminución de producción de petróleo venezolano. Esto, en conjunto con las sanciones impuestos por EE.UU. y la Unión Europea y el desconocimiento de los resultados de las elecciones, las pocas opciones que tienen la administración de Maduro. Pero esto no es todo. Dentro del país los resultados de las últimas elecciones muestran una deslegitimación total de la institucionalidad autoritaria que maneja el gobierno.
¿Y a qué nivel llegó la abstención en el proceso electoral?
El gobierno dice que la abstención fue del 55 por ciento, pero personalmente creo que este número ha sido manipulado, creo que fue mayor. Y si tomamos la suma de los votos nulos y los votos en contra, llegamos a un 75% a 80% de la población que manifestó un rechazo al gobierno.
Entonces qué va a pasar.
No es fácil adivinar. O el gobierno de Maduro aplica un ajuste a su economía, lo que va a provocar nuevas chispas que a su turno podrían desatar protestas sociales o salen negociando una salida política como buscar una forma de transición. Lo que yo creo, aunque esto es incierto – hay que tomar en cuenta que todo el mundo decía que Maduro no llegaba a 2016 y aquí estamos en el 2018 y sigue gobernando – es que va a haber un cambio fuerte en Venezuela este año. Esto puede implicar la salida o no del gobierno, pero la manera en el que se está comportando la sociedad y el hecho de que el modelo económico es insostenible – la producción de la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA) cae todos los meses – todo me lleva a pensar que habrá un cambio fuerte.
¿Es posible que ese modelo rentista que depende del petróleo y que está vigente durante tantos años, está llegando a su fin? Y si es así, ¿luego qué?
No se puede estar seguro, porque no es solo el modelo rentista, sino las estructuras mafiosas de acumulación, como es el proyecto del Arco Minero donde existe una profundización del modelo rentista acompañado por un plan autoritario. Este no es el rentismo democrático burgués de los años setenta y como consecuencia o vamos a la barbarie o empieza a construirse un modelo alternativo. Eso es lo que se está planteando en Venezuela.
¿Cuál es el tema? Hay una gran oportunidad de que surja un nuevo alternativo político, y esto está empezando a ocurrir, pero no lo saben los medios, mucho menos los internacionales. La gente está empezando a crear nuevos mecanismos de resistencia, aun cuando no es tan acelerado como la crisis. No se sabe qué podría ocurrir, porque en Venezuela siempre después de las crisis, cuando no parece existir resistencia, siempre surgen nuevas posibilidades. Y un ejemplo de eso es la llegada de Chávez, el golpe del 2002, el paro petrolero y la reacción popular, las movilizaciones populares en contra de Chávez e incluso el voto masivo a favor de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a pesar de que la gente no tenía ninguna expectativa en ellos. Son todas señales de que pronto podría haber cambios políticos profundos.