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Crisis alimentaria o miedo a los hambrientos

Fuentes: Rebelión

  Desde hace ya muchos años se viene contabilizando, a través de instituciones que se crearon para contribuir a solucionar los problemas relacionados con la alimentación y la nutrición, como la FAO,  los seres humanos que en el planeta sufren o padecen de hambre.  En un ejercicio impresionante de cuantificación vemos como la FAO en los informes […]

 

Desde hace ya muchos años se viene contabilizando, a través de instituciones que se crearon para contribuir a solucionar los problemas relacionados con la alimentación y la nutrición, como la FAO,  los seres humanos que en el planeta sufren o padecen de hambre.  En un ejercicio impresionante de cuantificación vemos como la FAO en los informes del Estado de Inseguridad Alimentaria en el Mundo viene año a año mostrándonos como crecen las personas que padecen de este mal causado, no por la falta de producción de alimentos, sino por que a causa del despojo, la explotación y la pobreza a que se ha sometido a millones de seres humanos se les niega el acceso a la  tierra, a los alimentos y hasta al agua.

Esta situación, que se pudiese catalogar de crisis de gran magnitud y de larga data, obligó, por allá en el año 1996, a la realización de otra Cumbre más, me refiero a la Cumbre Mundial de la Alimentación donde 186 líderes de igual número de países hicieron la solemne promesa de reducir el hambre en el mundo a la mitad y se pusieron como meta el año 2015. Ello suponía pasar de cerca de 840 millones de hambrientos en el bienio 90-92, que se usó como período de referencia, a 400 millones en el 2015. Si uno estudia esos informes constatamos que la cifra inicial prácticamente no se redujo en todos estos años, al contrario crecía, y dichos informes nos decían, de una manera que en lo personal califico de irónica, que había que hacer un mayor esfuerzo para alcanzar la meta, y una se pregunta cuál esfuerzo y quiénes lo harían.  Por ejemplo en el informe del año 2001 se dice que de allí en adelante para alcanzar la ansiada meta había que disminuir el número de hambrientos a razón de 22 millones por año, en el informe del 2002 se pasa a 24, y así sucesivamente, hasta el informe del año 2006 que esa cifra era de 31 millones, sin embargo, en los mismo informes, y de boca de Jacques Diouf director general de la FAO, se nos dice que los hambrientos aumentan año a año en  3 ó 4 millones  y que anualmente mueren 6 millones de niños como consecuencia del hambre.  En fin un enorme volumen de datos, a veces difíciles de interpretar, pero ninguna alusión a una crisis alimentaria, porque entre otras razones se sigue manteniendo el postulado que justificó la imposición de la revolución verde a mediados del siglo pasado, y del uso de los transgenicos hoy día, que dice que el problema es de producción de alimentos.

Concomitante con esta situación a diario vemos imágenes que, por diferentes medios de comunicación, dan la vuelta al mundo mostrando hambrunas, niños y adultos exhibiendo su osamenta cubierta de piel producto del hambre y la desnutrición más severa, y que ya poco conmueven a una humanidad que sólo piensa en mercancías, comercio, competencia, eficiencia, sin que ni siquiera por un momento reflexionemos en lo incompetentes e ineficientes que hemos sido en resolver y satisfacer la necesidad más básica del ser humano que es la alimentación.

Sin embargo, ahora vemos, con  asombro, como desde hace unos pocos meses en la FAO, que no dejo de sacar cuentas en todos estos años, se comienza a hablar de crisis alimentaria y a visualizar a los seres humanos que formaban parte de sus estadísticas, a esa preocupación se suman instituciones como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en esos años sólo se ocuparon de las finanzas y de cobrar las deudas externas a los países pobres sin importar que con ello contribuían a hambrear a sus pueblos.  Pues sí, ahora están alarmados por  la insostenible situación que sufren África, Centroamérica y el Caribe, y escuchamos al presidente del BM  Robert Zoellick  decir «o se actúa de inmediato o millones de personas morirán de hambre en breve»,   o al  director del FMI  Dominique Strauss-Kahn advertir que …cientos de miles de personas padecerán de inanición si los precios de los alimentos continúan subiendo…, como si en todos los años anteriores no morían, no cientos de miles, sino millones de personas. 

Cuál es el trasfondo de la preocupación que ahora muestran todos estas instituciones, evidentemente que no es que millones de seres humanos sigan muriendo de hambre   sino el peligro que representa esa enorme multitud de hambrientos que no se resigna a morir en silencio, sino por el contrario, han tomado las calles para  protestar, saquear y luchar por su derecho a la alimentación.

Ello queda claro  en cada una de las declaraciones, el funcionario de la FAO que nos dice: …el hambre (…) está provocando numerosos conflictos sociales e inquietud en los mercados (…) Esta ola de preocupación por el alza del precio de los alimentos se manifiesta en la inclusión de última hora del tema en la reunión del G-8 en Tokio; en la propuesta reciente del Banco Mundial para un «nuevo acuerdo de política alimentaria»; en el llamado de atención del Secretario General de Naciones Unidas sobre el nuevo rostro del hambre; y en los especiales sobre la «crisis alimentaria» que aparecen revistas tan influyentes como The Economist o el New York Times. El presidente del BM Robert Zoellick   que señala : E n Haití llevan una semana de protestas porque no tienen qué comer, y en Perú, el precio del trigo está obligando hacer pan con masa de patata. Para qué hablar de África, donde la dramática situación no cambia. Las sequías de los últimos años han asfixiado las tierras fértiles y en Egipto, las protestas se suceden por el racionamiento de la comida…   y   Dominique Strauss-Kahn del FMI: Recientemente, hubo disturbios en reclamo por alimentos en varios países, como Haití, Filipinas y Egipto…, muy conmovido continua diciendo, Miles, cientos de miles de personas padecerán hambre. Los niños sufrirán de malnutrición, con consecuencias por el resto de sus vidas..,para al final agregar …que el problema podría llevar a desbalances comerciales que pueden, eventualmente, afectar a las naciones desarrolladas, «así que no es solamente una cuestión humanitaria».   

Efectivamente lo que está moviendo a tanta preocupación por el problema del hambre que se agrava, y que obligó a convocar  otra Cumbre Alimentaria en junio de este año donde seguramente habrá otra solemne promesa y otra meta, no es una cuestión humanitaria, no son los seres humanos que seguirán muriendo por ese flagelo, no es  un sentimiento de solidaridad, o la voluntad para tratar de resolver el problema del hambre, es el miedo a los pobres y hambrientos de este mundo que no se resignan a irse a la sepultura , y en su lucha por el derecho a la alimentación pueden poner en peligro la economía, los mercados y el comercio, por ello además de la Cumbre será necesario reforzar policías y ejércitos para enfrentarlos.

Carmen E. Mercado es Profesora de la Escuela de Nutrición de la Universidad Central de Venezuela.

 

Referencias:

 FAO, Informes del Estado de Inseguridad Alimentaria en el Mundo. Años 1999-2000. Extraído de http://www.fao.org/sof/sofi/index_es.htm

  Vivero Pol, José L. (s/f)   El  hambre retorna a la agenda global .   FAORCL. Extraído de   http://www.rlc.fao.org/es/prensa/opinion/art02.htm

 Crisis Alimentaria. Extraído de  http://notime-towaste.blogspot.com/2008/04/crisis-alimentaria.html

 El Banco Mundial augura crisis alimentaria hasta 2015. Extraído de

http://www.cadenaser.com/economia/articulo/banco-mundial-augura-crisis-alimentaria/csrcsrpor/20080508csrcsreco_1/Tes