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Crisis del euro, crisis europea

Fuentes: Rebelión

A lo largo de 2010, la crisis económica no cesa. Hemos visto el desarrollo de la crisis griega con un plan de financiamiento de 110.000 M de euros para tres años, pero con un plan de ajuste que hace reducir el déficit público de 13,6% en 2009 a 2,8% en 2012 con los consiguientes recortes […]

A lo largo de 2010, la crisis económica no cesa. Hemos visto el desarrollo de la crisis griega con un plan de financiamiento de 110.000 M de euros para tres años, pero con un plan de ajuste que hace reducir el déficit público de 13,6% en 2009 a 2,8% en 2012 con los consiguientes recortes sociales en salarios de personal público, prestaciones sociales, privatizaciones de empresas públicas. Para mayo de 2010 ya se han contabilizado 4 huelgas generales. El parlamento griego aprobó en mayo un plan para ahorrar 30.000 M de euros , bajo la presión de la Comisión Europea y FMI. Como vemos la U. Europea aplica en su seno, no medidas solidarias con Grecia sino reglas del FMI cuyo objetivo es proteger los créditos de los bancos.

El conjunto de medidas van a profundizar la recesión, incrementar el paro y aumentar las desigualdades sociales.

En la cumbre de Bruselas del pasado 9 de mayo se aprobó el «Mecanismo de Estabilización Financiera», plan de ayuda a la U. Europea que posibilita movilizar 750.000 M de euros ( con participación de 250.000 M de euros del FMI) para comprar títulos de deuda publica de cualquiera de los Estados miembros con problemas de finanzas públicas. Tanto la Comisión Europea como el FMI impulsan «reformas estructurales» que supongan «devaluación interna» de precios y salarios. Además , con la excusa de disminuir las diferencias de tipo de interés pagados por la venta de títulos de deudas públicas, se tienen que recortar el gasto social y las pensiones. Con la excusa de incrementar la competitividad se buscan reformas laborales que abaraten costes laborales y de despidos.

En mayo los gobiernos español, italiano, francés e irlandés adoptan el «tijeretazo» social de modo que en todos los casos se ha de alcanzar un déficit público inferior al 3% para 2013, salvo Irlanda que lo cumplirá en 2014.Asimismo, en junio, los gobiernos francés y alemán también implantan un plan de austeridad presupuestaria.

En el caso español se trata de recortar 65.000 M de euros de gasto público antes de 2013, afectando a ingresos de funcionarios públicos, pensionistas, subida del IVA, reducción en inversión pública, entre otros aspectos.

A señalar que , según la Comisión Europea, la transferencia de recursos del gobierno español a la banca ha sido de 61.000 M de euros.

En este contexto no es de extrañar que en las últimas previsiones oficiales españolas, para 2013, exista una tasa de paro de 16%, dada la atonía económica que se espera. Es significativo que para la economía española , además del endeudamiento público( que supone el 67% del PIB en 2010) existe un fuerte endeudamiento privado, oficialmente, de 178% del PIB ( más de 1,7 billones de euros) en 2010( según fuentes europeas el endeudamiento privado alcanza el 225% del PIB), frente al 110% del PIB en el caso alemán. El endeudamiento privado español se reparte, oficialmente , entre el endeudamiento familiar, 83% del PIB (tres cuartas partes del mismo lo absorben los créditos hipotecarios) y el endeudamiento del sector de la construcción y de la promoción inmobiliaria que absorbe el 88% del PIB, en lo fundamental. A señalar que ,a finales de 2009 ,había 1,1 millones de viviendas presentadas a la venta que no tenían comprador .

La lógica neoliberal existente en el conjunto de medidas europeas adoptadas, además de injustas son ineficaces. En palabras de Stiglitz, premio Nobel de Economía, esta política económica europea «busca imponer una austeridad extrema. Eso terminará con una economía más débil y con menores ingresos fiscales, de modo que la reducción del déficit será mucho menor de lo esperado».Dadas las sinergias de las recesiones entre diversos países europeos afectados, hay serias dudas, para diversos analistas, de la solvencia del euro y del posible riesgo de otras crisis financieras en cinco o diez años. A considerar que en la U. Europea hay 8,7 billones de euros de deuda pública en 2009.

Las turbulencias financieras existentes explican que, en gran medida, el Plan de Ayuda europeo citado tenga por finalidad principal garantizar que los bancos europeos puedan cobrar las deudas existentes entre las finanzas públicas y las finanzas privadas, al igual que ha pasado con el caso griego. Es conocido que el gobierno de este país está endeudado con bancos franceses en 53.000 M de euros, con bancos alemanes en 45.000 M de euros, con bancos ingleses en 11.800M de euros, entre otros bancos extranjeros.

Lo que no deja de ser una suprema ironía, ya que ha sido la crisis bancaria y financiera la que ha provocado e impulsado la crisis de la deuda pública.

La crisis actual ha profundizado la polarización de la zona euro en dos grupos de Estados. Por una parte Alemania, Holanda y Austria que tenían grandes excedentes comerciales y con moderados déficits públicos. Por otra parte , las economías portuguesa, italiana, griega y española, con fuertes déficits comerciales y públicos, por encima de la media europea. Con la crisis los déficits públicos se profundizaron en estos últimos países, degradándose la situación económica al mantenerse, asimismo, los déficits comerciales.

No hay que olvidar que en la dinámica europea , Alemania se ha beneficiado con la implantación del euro y con la contención salarial de los últimos 15 años ha conseguido incrementar sus cuotas de mercado en la zona euro ( 75% de las exportaciones alemanas se producen en la U. Europea) frente a los déficit comerciales de otros países europeos, aumentando así la heterogeneidad y desequilibrios dentro del marco europeo. Por ello , ahora, con la crisis, la economía alemana tiene dificultades de vender su producción, tanto en el mercado interior, dada la disminución de la demanda interna, como en el mercado exterior, dada la atonía económica. Y por otra parte tampoco los países emergentes absorben la producción alemana como para compensar las pérdidas en el mercado europeo.

Es en este contexto de crisis cuando han resurgido las dudas sobre la viabilidad del euro. Krugman, premio Nobel de Economía ha afirmado claramente que la viabilidad de la economía griega pasa por su salida del euro.

¿Qué pasaría si Grecia abandonase el euro?. Podría devaluar su moneda, el dracma ,y estimular las exportaciones, además de comprar deuda pública, evitando tener que pasar por los mercados de capitales. Pero al poner el dracma en circulación tendría que forzar la conversión de los activos denominados en euros en suelo griego en dracmas. La aceptación del dracma estaría basada en la confianza en el Banco Central griego. Confianza endeble por parte de los extranjeros, dado que los dracmas emitidos se devaluarían al acelerarse la transición monetaria. La logística de la transición monetaria crearía más problemas a la economía griega, como la subida de los tipos de interés.

Y lo dicho para el caso griego, vale para otros países.

Las perspectivas económicas para los próximos años son de estancamiento económico, ya que si no aumenta el consumo privado ( dado el endeudamiento existente y la congelación salarial), ni el consumo público ( por el endeudamiento existente y la «rapidez» de su disminución), ni la inversión productiva, todo ello conduce a un crecimiento económico «raquítico» que determina el fracaso de la consolidación de las finanzas públicas ( al no mejorar los ingresos fiscales).Queda la oportunidad de mejorar la demanda externa ( exportaciones) que compense las debilidades anteriores. Pero para ello se tiene que devaluar el euro frente al dólar y se tienen que revalorizar las monedas asiáticas (especialmente el yuan chino) lo que no parece probable.

Es significativo que en la reunión de junio del G-20 no se ha adoptado ninguna medida relevante para mejorar la economía de los países desarrollados, ni para mejorar la situación de las finanzas públicas europeas y estadounidense. La no aprobación de una tasa fiscal sobre las transacciones financieras especulativas da idea del miedo, cobardía y debilidad de los poderes públicos frente a los mercados financieros internacionales.. Todo ello colabora a que la recesión económica sea mas duradera y a que las poblaciones de diversos países europeas soporten peores condiciones salariales y sociales.

Si se quiere evitar la divergencia y heterogeneidad económica creciente entre los estados europeos y sus poblaciones hace falta adoptar otro tipo de medidas. Una profunda reestructuración de los presupuestos de la U. Europea, que favorezcan un federalismo económico ( con transferencias de recursos públicos entre países), con una cooperación estrecha entre países ricos y pobres, «acercando» la especialización productiva entre países, desarrollando una política industrial y una política económica europea, en campos como las energías renovables, economías de energía, protección de medio ambiente, desarrollo tecnológico e impulso de sectores industriales emergentes, entre otras.

Este tipo de medidas supone un reforzamiento político de la U. Europea. Una unión monetaria sin verdadera política económica común está abocada al fracaso. El Banco Central Europeo(BCE) debe prestar dinero a los Estados a tipos de interés muy bajos.

Actuación en la esfera financiera, mediante una fuerte regulación de los mercados financieros: implantar una tasa sobre las transacciones financieras realizadas en la U.E. ; obligar a los bancos a suscribir obligaciones del Estado a tipos de interés bajo; prohibir la especulación sobre las deudas públicas y restringir los fondos de alto riesgo. Todo ello supone un margen de maniobra para emprender reformas fiscales redistributivas tanto a nivel de cada Estado como en el plano de la U.E. A nivel europeo instaurar una tasa comunitaria sobre los beneficios empresariales y una tasa carbono para los sectores emisores de gases con efecto invernadero, favoreciendo así un incremento de ingresos y gastos públicos. Prioridad para las inversiones públicas tanto en educación como en investigación

¿Los gobiernos europeos están dispuestos a adoptar este tipo de medidas?. Nada indica, desgraciadamente, que el futuro vaya en esta dirección. ¿Utopía europea? La crisis monetaria amenaza a los Estados y los gobiernos deberían ser los policías de los mercados y no al revés como sucede actualmente. Siguiendo la trayectoria actual, de sumisión a los mercados financieros, esta «huida hacia adelante», consolida el empeoramiento de las condiciones sociales de las poblaciones europeas.

En esta situación, y va para largo (4-5 años…), es decisiva la actuación de los sindicatos y de otros movimientos sociales para ir empujando hacia «otra Europa es posible» que está en la Europa actual. El modelo neoliberal está agotado( lo que no supone su declive automático…) y hay que defender escenarios de mayor cohesión social y productiva. La construcción europea debe refundarse desde una perspectiva de corte productivo, ecológico y social de tipo alternativo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.