Cuba criticó hoy aquí la creciente incapacidad de la Organización Mundial del Comercio (OMC), para transformar su propia legalidad conforme a una visión coherente con las necesidades de desarrollo para la inmensa mayoría de la población del orbe. El embajador y representante permanente de Cuba ante este organismo, Juan Antonio Fernandez, dijo además que para […]
Cuba criticó hoy aquí la creciente incapacidad de la Organización Mundial del Comercio (OMC), para transformar su propia legalidad conforme a una visión coherente con las necesidades de desarrollo para la inmensa mayoría de la población del orbe. El embajador y representante permanente de Cuba ante este organismo, Juan Antonio Fernandez, dijo además que para la isla es motivo de grave preocupación, la institucionalización en esta Organización, de un sistema pseudoparlamentario. Tal sistema está conformado por las llamadas «salas verdes», «mini-ministeriales» y «consultas informales» que no dan espacio alguno para la necesaria transparencia ni la articulación de consensos capaces de sostenerla. El diplomático acotó con respecto a la hoja de ruta de las negociaciones y calendario propuesto por la OMC para cumplimentar el mandato de la Conferencia Ministerial de Doha de noviembre de 2001, reafirmado en la de Hong Kong, en diciembre de 2005, que en algunos temas trasciende lo acordado en esta última cita. A su juicio, la mayoría de los Temas del Desarrollo, que pocos resultados concretos tuvieron en esa Ministerial, y cuyo compromiso por parte de los países desarrollados todavía no está claro, visto los reiterados incumplimientos en todos estos años, son los que deberían ser priorizados. Añadió que en esa propuesta, el denominado «paquete del desarrollo» sigue estando esencialmente vacío. Acerca del tema de servicios señaló que se han impuesto términos poco realistas sin tener en cuenta que todavía las fechas anteriores no han podido ser cumplidas por la mayoría de los países subdesarrollados. De igual modo afirmó que No es aceptable que se defina sólo el mes de febrero para presentar propuestas de facilitación del comercio, pues los países subdesarrollados no tienen las condiciones creadas para aceptar una fecha tan perentoria. También el diplomático declaro que nada se propone sobre los resultados para la eliminación de las ayudas internas en el sector del algodón que constituyen la principal distorsión del comercio de ese producto. A continuación sostuvo que en este tema se debieron sugerir fechas para que se presenten propuestas concretas. El representante de Cuba ante la OMC indicó, ademas, que las fechas relativas a las negociaciones sobre el Entendimiento sobre Solución de Diferencias (ESD), incluidas en este calendario, no están contenidas en la Declaración de Hong Kong. Esa área, conviene decirlo alto y claro, no forma parte del paquete único o todo único («single undertaking») de acuerdo al mandato de Doha, subrayó. Consideramos, expresó, que la fecha con relación a estas negociaciones debe ser acordada por los Miembros en la Sesión extraordinaria del Organo de Solución de Diferencias. También dijo que algunas fechas incluidas por la Secretaría no guardan una relación lógica con el desarrollo de las negociaciones. Fernández significó que para la preparación de un documento para un seminario sobre los temas agrícolas no se contó con la indicación consensuada de todos los miembros. Apenas, dijo, una veintena de países, menos de la séptima parte de los miembros de esta Organización, tuvieron el privilegio de conocerlo y discutirlo antes, porque participaron en la reunión de los poderosos, allá en Davos, donde fue presentado un primer esbozo. Cualesquiera decisiones (incluso ésta de preparar un documento por parte de la Secretaría) deben discutirse y acordarse primero en un escenario formal, con la presencia y anuencia de todos los miembros de la Organización, recalcó. El embajador manifestó que este proceder, de participación selectiva y antidemocrática, es la causa de que este proyecto de calendario tenga, como la Declaración de Hong Kong, numerosas omisiones, desviaciones de lo acordado e imperfecciones. Sentenció que estas tienen que ser corregidas antes de que se pueda ser considerado siquiera como un documento indicativo o herramienta de trabajo. Sostuvo que en la forma que está concebido este calendario con fechas tempranas paralelas para numerosas e importantes áreas de negociación, se impide, de facto, la contribución efectiva y el reflejo de los intereses de la abrumadora mayoría de las pequeñas delegaciones de los países subdesarrollados. Subrayó que las reuniones informales no pueden sustituir a las formales. Las reuniones bilaterales o plurilaterales no pueden reemplazar las negociaciones multilaterales. Enfatizó que no se deben aceptar mecanismos de representación que nieguen en la práctica el precepto jurídico de cada miembro un voto. Si los acuerdos de la OMC obligan a todos los miembros, todos tenemos entonces el derecho a participar en su elaboración, apuntó. Cuba, dijo, considera que estas cuestiones deben ser objeto de debate abierto y un seguimiento y vigilancia permanente durante el actual proceso negociador. En ese sentido el diplomático anunció la presentación conjunta por Cuba y Venezuela de un documento sobre las irregularidades en las negociaciones y la toma de decisiones antes y durante la Ministerial de Hong Kong. Este último fue distribuido hoy como documento de sala y será circulado posteriormente como documento oficial de este Comité y del Consejo General.