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Critican duramente cooperación entre el programa Hambre Cero y la Nestlé

Fuentes: Adital

Una de las cuestiones colocadas en discusión durante la Semana del Amamantamiento Materno en Brasil, llevada a cabo del 13 hasta 17 de septiembre, fue la cooperación entre el Programa gubernamental Hambre Cero y la Nestlé. La multinacional está siendo criticada en varias partes del mundo por no cumplir el Código Internacional de Comercialización de […]

Una de las cuestiones colocadas en discusión durante la Semana del Amamantamiento Materno en Brasil, llevada a cabo del 13 hasta 17 de septiembre, fue la cooperación entre el Programa gubernamental Hambre Cero y la Nestlé. La multinacional está siendo criticada en varias partes del mundo por no cumplir el Código Internacional de Comercialización de Substitutos de la Leche Materna y ha sido acusada de ser la principal estimuladora del destete precoz. La IBFAN (Red Internacional en Defensa del Derecho de Amamantar) envió una carta al Presidente Lula levantando serias acusaciones contra la empresa y criticando la incoherencia de tal sociedad.

Para Luciana Peregrino, asesora del Grupo Origem, representante de la Red IBFAN, en Pernambuco, el motivo de la polémica es el hecho de existir una clara contradicción entre las ideas del Hambre Cero y las de Nestlé.

«La evaluación de esa sociedad es bastante negativa, pues Nestlé ha desarrollado un marketing indiscriminado de productos para lactantes y si el gobierno quiere hacer un proyecto dentro de un plan de gobierno para garantizar la seguridad alimenticia de la población, tiene que tomar en cuenta que el amamantamiento es la primera forma de seguridad alimenticia y crear una relación de cooperación con una industria como la Nestlé es medio anti-ético», enfatiza la asesora. 

Nestlé por su lado se defiende mostrando con números bastante positivos en los diversos programas ligados al Hambre Cero, al cual apoya desde el 2003, como la campaña de lanzamiento de esa asociación cooperativa, Junta Brasil, con sorteo de 248 casas, donde por cada casa donada, la empresa destinó R$ 40 mil reales en productos al Hambre Cero. Según Nestlé 443 mil niños brasileros fueron beneficiados.

La carta enviada al presidente Lula y firmada por la IBFAN alerta sobre el hecho de que la donación de leches comerciales (en polvo o líquida) puedan ser usadas indebidamente en la alimentación de lactantes. «En general las madres de familias pobres, que viven en condiciones ambientales precarias, son obligadas a diluir en demasía la leche en polvo como forma de hacer economía». Esa economía termina causando la desnutrición y la muerte de miles de niños que son privados del amamantamiento materno durante los primeros meses de vida.

Nestlé resalta que «desarrolla sus rótulos de fórmulas infantiles y materiales técnico-científicos en conformidad con el Código Internacional y con las directrices de la legislación local».

La multinacional además enfatiza la importancia de la asociación cooperativa no solamente por los alimentos donados sino también por el compromiso de crear 2.000 puestos de trabajo para jóvenes de baja renta, de 16 a 24 años, en todo el país hasta el 2006. Además del apoyo al Programa Alfabetización solidaria, apoyo la investigación universitaria en Goiás y en Minas Gerais, y otros proyectos que la empresa apadrina.

La carta de la IBFAN también recuerda que el «Fondo Nelson Mandela para el Niño», a pesar de la dramática situación de la salud y nutrición infantil en África, rechazó la donación de la empresa Nestlé, por entender el conflicto de intereses existente en esa ayuda llamada humanitaria.

La IBFAN también encabeza, hace 8 años, un boicot internacional contra la Nestlé. La red acusa a la empresa de no cumplir el Código Internacional de Comercialización de Substitutos de la Leche Materna que fue adoptado por la mayoría abrumadora presente en la Asamblea Mundial de la Salud, en mayo de 1981. Con ese Código, la OMS, UNICEF y todos los Estados Miembros (con excepción de uno, Estados Unidos) afirmaron que las presiones comerciales desalientan y crean obstáculos al amamantamiento, y que es el momento de restringir -e incluso eliminar- muchas de las prácticas de venta y propaganda usadas en la comercialización de alimentos infantiles, biberones y chupetes.  Nestlé no ha cumplido ese Código en varias partes del mundo, por eso, varios grupos se unieron para presionar a esa empresa a actuar éticamente. 

La multinacional rebatió destacando que además de ser miembro fundador de la Asociación Internacional de los Fabricantes de Alimentos Infantiles, formada para facilitar el diálogo de la industria con la OMS y gobiernos, así como para incentivar la adopción de patrones elevados de comercialización responsable de fórmulas infantiles; «se certifica que sus prácticas de comercialización de fórmulas infantiles estén en rigorosa conformidad con la legislación nacional, reglamentaciones y otras medidas adoptadas por los gobiernos para atender a los principios y objetivos del Código Internacional», y que además de eso, «en todos los países en desarrollo, aunque los gobiernos hayan o no adoptado normas para la implementación del Código Internacional, Nestlé realiza entrenamiento regular con sus colaboradores para asegurar un entendimiento pleno de las responsabilidades de la empresa en relación al mismo».

Nestlé afirma que adoptó un sistema de Ombusman, con el objetivo de que sus colaboradores puedan relatar supuestas violaciones al Código Internacional ocurridas fuera de la estructura gerencial de la línea normal de la empresa.

La asesora del grupo Origem explica que en Brasil ese boicot todavía no fue lanzado oficialmente y que sólo adhesiones individuales, como la de Origem y otras entidades, están sucediéndose por ahora. Ella explica que, actualmente, el boicot está siendo discutido internamente en la Red IBFAN. En el sitio del grupo se encuentran, entre otras, informaciones detalladas sobre ética y alimentación, historia del boicot, lista de productos, adhesiones en el mundo.

Más informaciones en: www.aleitamento.org.br
* Periodista de Adital