La Unión Europea (UE) debe poner fin a sus «intentos agresivos» de aprovechar las negociaciones comerciales de esta semana en Ginebra para abrir mercados en países pobres para beneficio de grandes corporaciones, exigen activistas. La red Seattle a Bruselas (S2B), integrada por grupos de apoyo al mundo en desarrollo y al comercio justo, ambientalistas y […]
La Unión Europea (UE) debe poner fin a sus «intentos agresivos» de aprovechar las negociaciones comerciales de esta semana en Ginebra para abrir mercados en países pobres para beneficio de grandes corporaciones, exigen activistas.
La red Seattle a Bruselas (S2B), integrada por grupos de apoyo al mundo en desarrollo y al comercio justo, ambientalistas y de derechos humanos urgió a la Comisión Europea, rama ejecutiva de la UE, a abandonar su «agenda corporativa».
La intención de esas organizaciones es promover un acuerdo que también beneficie a los países en desarrollo en las negociaciones que comenzaron este miércoles en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El Consejo General de la OMC, órgano de mayor nivel de toma de decisiones en que participan delegados de todos los gobiernos, procura esta semana reanimar la bloqueada Ronda de Desarrollo de Doha de negociaciones comerciales multilaterales.
La negociación, que toma el nombre de la capital de Qatar –donde fue lanzada en 2001–, avanza a un ritmo lento desde el colapso de la conferencia ministerial de la OMC de 2003 en Cancún, México.
El objetivo de las reuniones de esta semana es preparar un borrador de reformas al régimen comercial internacional con miras a su aprobación en la conferencia ministerial que se desarrollará en diciembre en Hong Kong.
Pero organizaciones no gubernamentales advierten que la «relación privilegiada» entre la Comisión Europea y grandes empresas amenaza las negociaciones, pues llevan a la UE a conciliar sus políticas con intereses comerciales.
A menos que la UE cambie el enfoque de las negociaciones, al que consideran democrático, no habrá acuerdo en la OMC, lo cual será mejor que un mal acuerdo, según los activistas.
«No se trata de alcanzar un acuerdo a toda costa. Si un mal acuerdo es todo lo que podemos ofrecerle a los países en desarrollo, entonces será mejor para ellos no acordar», dijo este miércoles Peter Hardstaff, director de políticas del Movimiento Mundial por el Desarrollo con sede en Gran Bretaña.
En un informe publicado al mismo tiempo que comenzaban las negociaciones, la agencia humanitaria internacional Oxfam acusó a los países ricos de bloquear la Ronda de Doha al defender solo sus intereses.
El estudio, titulado «Intereses al desnudo», narra el devenir de la Ronda de Doha y sostiene que la serie de plazos no cumplidos en la negociación puede atribuirse a la reticencia de los países ricos en cumplir con sus compromisos de reforma.
«Cada plazo prorrogado es otro paso hacia el fracaso. A los países en desarrollo se les prometió que esta ronda de negociaciones se trataría del desarrollo y atendería las masivas inequidades existente en el sistema de comercio mundial», dijo este miércoles la jefa de la campaña de Comercio Justo de Oxfam, Céline Charveriat.
«Pero los países ricos han defendido constantemente sus propios intereses, rompiendo sus promesas en cada paso del camino», advirtió Charveriat.
Oxfam identifica identifica 10 áreas en que los «intereses al desnudo» bloquean las reformas en favor del desarrollo.
Entre ellas figuran las demandas de reciprocidad por parte de los países ricos a los pobres y su insistencia en una fórmula de recortes para los aranceles agrícolas que no toma en cuenta las diferencias entre el Sur y el Norte.
Charveriat sostuvo que una conclusión exitosa de la Ronda de Doha debería servir para librar de la pobreza a millones de personas, y manifestó que todos los miembros de la OMC están involucrados en las decisiones.
«Todos los países en desarrollo deberían ser tratados con equidad y recibir garantías del ‘tratamiento especial y diferencial’ consagrado en la Declaración de Doha y en las normas de la OMC», indicó la activista.
Las organizaciones no gubernamentales también cuestionan el papel en las negociaciones del comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson.
La red S2B planifica una manifestación fuera de la sede de la comisión para este viernes para protestar contra lo que consideran la «agenda corporativa» de la UE.
«Con Mandelson como comisario, la democracia recibe otro golpe de las grandes empresas, que serán las ganadoras de las negociaciones. La gente y el ambiente, los perdedores», dijo este miércoles Alexandra Wandel, coordinadora de Asuntos Comerciales de la organización ambientalista Amigos de la Tierra Internacional.
Olivier Hoedeman, del Observatorio Europeo de Corporaciones con sede en Ámsterdam, dijo a IPS que Mandelson «tiene relaciones que consideramos inapropiadas con grupos empresariales como el Diálogo Empresarial Transatlántico y el Foro Europeo de Servicios».