Por negarse a reconocer la verdad de que el desarrollo histórico de la humanidad, es una constante lucha de clases entre explotadores y explotados o mejor dicho entre ricos y pobres; conforme quedó establecido científicamente por Marx, las clases dominantes siempre queriendo llevar al mundo por el oscurantismo, pretendiendo disimular la verdad, «inventaron» diferentes chapas, […]
Por negarse a reconocer la verdad de que el desarrollo histórico de la humanidad, es una constante lucha de clases entre explotadores y explotados o mejor dicho entre ricos y pobres; conforme quedó establecido científicamente por Marx, las clases dominantes siempre queriendo llevar al mundo por el oscurantismo, pretendiendo disimular la verdad, «inventaron» diferentes chapas, para camuflar la explotación y la acumulación del capital y además para nombrar a los países, a los invasores, colonialistas y grandes explotadores de los recursos de las naciones que explotaron y explotan, los llaman los del «primer mundo». A nosotros, a los países que nos colonizaron, invadieron, expoliaron y lo siguen haciendo, los del «Tercer mundo». Ellos se llaman el Centro y nosotros la Periferia.
Los países más ricos y poderosos del planeta, están en lo que ellos se denominaron el grupo de los ocho «El G8», que fue creado a iniciativa de los Estados Unidos, en marzo de 1973 en la biblioteca de la Casa Blanca, entre Inglaterra, Estado Unidos, Francia, Alemania y Japón, después ingresaron al grupo Italia, Canadá y más adelante en el año 1998 lo hizo Rusia.
Es bueno recordar para refrescar la memoria, que el ingreso anual por habitante de los países del G8 es de 40 mil dólares a excepción de Rusia que dispone de 12 mil dólares anuales por habitante. El gigante China (que no está en el G8) sólo el 15 % de su población tiene un ingreso anual de 13.6 mil dólares.
Como sabemos existe el G20 cuyas aspiraciones es llegar a integrar algún día el grupo de los 8, es una carrera por trepar a como de lugar sin importarles lo que pasa en sus pueblos, porque la realidad es que los que dirigen y manosean todos estos grupos y asociaciones de integración económica, son los grupos de poder de sus clases dominantes de esos países.
Esto es una mezcolanza, por que ahí tenemos además la Unión Europea que también algunos son comensales de uno o de otro de los grupos, más de lo mismo, países llamados del primer mundo, muchos de ellos acumularon sus arcas como plataforma de su desarrollo actual, a costa del colonialismo bárbaro que hicieron a nuestra América y al África y que algunos, aún conservan para vergüenza del mundo, sus colonias con el nombre de «protectorado», alejada a miles de kilómetros de sus fronteras.
Aquí sólo nos hemos referido a grupos de países ricos o en vía de ser ricos, que se juntan para definir la suerte de la economía del mundo siempre en beneficio de ellos y en desmedro de los demás países y sus pueblos.
Aparte de todos estos países ricos y poderosos militarmente y otros menos ricos y algunos en pleno desarrollo, estamos los demás países, es decir la mayoría de países del planeta, los más explotados y saqueados de sus riquezas naturales por medio de la fuerza y el engaño y con la complicidad de los agentes criollos del capitalismo, a los que nos llaman «el tercer mundo», siempre en rebelión contra el abuso y hoy buscando nuestra verdadera independencia y nuestra liberación nacional. También con procesos de integración que hasta hoy día han servido para favorecer a los grupos dominantes representados en esas instancias, a excepción del ALBA que ya se perfila como una verdadera alianza política y económica, al servicio de sus pueblos, gracias a la calidad de los gobiernos que los están representando en ese proceso.
Mientras que en varios países de Europa se debaten, como en España, en un desempleo escandaloso, en nuestros países del «tercer mundo» se están creando fuentes de empleo. Grecia en crisis galopante y una inestabilidad creciente, Francia aumentando la edad de jubilación, cuando en Bolivia se ha bajado la edad para el acceso a la jubilación y así en esos países ricos sucesivamente los pueblos se irán rebelando contra el dispendio y consumismo desmedido fomentados por el gran capital.
La realidad seguirá dando la razón, este sistema de explotación y saqueo del planeta, por el afán egoísta de acumulación por mantener el sistema capitalista, ya no da para más, la naturaleza está cobrando su parte en varios lugares y los pueblos también, está llegando la hora de que todos seamos un solo mundo, bajo un sistema que respete al ser humano y en convivencia plena con la naturaleza, sin explotar al hombre ni depredar al planeta.
Para salvar a la especie humana y respetar a la naturaleza, ya no debe haber primer o tercer o segundo mundo, todos los pueblos del mundo cuando se trata de hacer respetar sus derechos por un futuro mejor, existe un sólo camino por recorrer, hay que arreciar las rebeliones.
El capitalismo y sus representantes, les guste o no, tienen que reconocer esta realidad, los pueblos y la tierra no resisten más. Las burocracias sindicales de esos países ricos y explotadores de propios y extraños, que han sido parte del festín de las riquezas del «primer mundo», sus mandantes se lo están reclamando, tienen una lección que aprender de sus hermanos de clase de este «tercer mundo», nuestras luchas, la permanente resistencia, nuestra solidaridad con las luchas de todos los pueblos del mundo, con la esperanza siempre de triunfar, para lograr un mundo de iguales con justicia, libertad, dignidad. Denunciando y condenando la explotación del hombre y la naturaleza por parte del capitalismo global y sus cómplices junto al capitán general, el imperio Norteamericano. Y que todos recordemos siempre lo que dijo el poeta,»no se trata de que unos escupan sangre, para que otros vivan mejor».Construyamos un sólo mundo de iguales.
* El autor es ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB)
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.