Una cosa que lamento siempre que realizo un escrito de estos, y en particular el presente, es que el presidente no se entera del contenido, y tampoco su entorno, y si lo hacen no lo toman en cuenta y las cosas no cambian. No me cansaré de escuchar al presidente en sus disertaciones y orientaciones. […]
Una cosa que lamento siempre que realizo un escrito de estos, y en particular el presente, es que el presidente no se entera del contenido, y tampoco su entorno, y si lo hacen no lo toman en cuenta y las cosas no cambian.
No me cansaré de escuchar al presidente en sus disertaciones y orientaciones. Personalmente aprendo mucho de sus expresiones, explicaciones e indicaciones, me ponen a pensar y analizar mi entorno, medito acerca de lo que debemos y lo que no debemos hacer, etc. Pero lamentablemente ese no es el lugar común. Cada vez que escucho al presidente en las diversas transmisiones, no puedo dejar de sentir lástima al ver que quienes son emblema de su proyecto político no dejan de escucharlo para hacer lo opuesto a sus indicaciones. Obviamente no puedo hablar por todo el territorio nacional, pero estoy inclinado a pensar que si ocurre en muchos municipios y estados… es posible ver como tan solo por descalificar al adversario cuando se sientes incapaces de confrontar ideas y posiciones, se habla de corrupción y de corruptos por los voceros oficiales, eso si, acusando sin pruebas a quienes ellos mismos hacen sus enemigos por no alabar todo lo que hacen.
En muchas ocasiones, algunos personajes emblemáticos del proceso emplean estas acusaciones para tapar su propia corrupción e incapacidad. Cuando alguien los pone en evidencia ante el colectivo o les hace planteamientos a los cuales no le pueden dar respuesta, allí aparecen las injurias y las acusaciones sin base en nombre de la revolución, llegando incluso en querer que todo el que esté en su cercanía se haga enemigo de sus adversarios o se convierte en su enemigo personal… al igual que el jefe del imperio del nombre.
Para algunos personeros de esos que ocupan posiciones de poder dentro del oficialismo, la revolución es uno de los elementos sujetos a la mayor cantidad y velocidad de cambios. Cada vez que se ven afectados sus intereses personales, los ideales y las líneas de esta revolución cambian a conveniencia de los afectados y cuando alguien los pone en situaciones para ellos difícil de superar y de salir airosos, ese es un contrarrevolucionario. Cuando se les pide algo sencillo como ser honesto y justo, cuando se le pide ser honrados, lo está haciendo un contrarrevolucionario. Es algo así como que la revolución se va construyendo a la conveniencia personal de quien ocupa un cargo o una posición, transitoria por demás. No importa lo que indique el presidente, lo importante es hablar en su nombre.
Es posible que ocurra en otros municipios y estados, al igual que en algunos de Aragua. Vemos como los representantes del pueblo construyen un séquito de leales con los dineros del pueblo. Me refiero a que existen partidas destinadas a la contratación de asesores para ayudar a los legisladores locales y hasta regionales, con la cual se debe contratar a expertos en áreas especificas de competencia, donde el legislador debe desarrollar un trabajo y no está lo suficientemente preparado para hablar con propiedad, entonces se le dota de dinero para la contratación de expertos. Pero esos dineros son usados para generar becas a un grupo de personas no preparadas pero que le hacen el trabajo político al legislador mientras los tiene becado… a esto le debemos agregar que los rumores que corren en la vía es que entre los contratados para esta labor se incluye al grupo familiar de algún legislador que le asigna jugosas becas a sus familiares. Y hasta a la querida, incluso hay quienes dicen que entre los becarios existen algunos que sólo cobran la beca sin realizar ningún trabajo pero que comparten la beca, la dividen con su benefactor, engrosando lo devengado por el legislador.
Por eso y muchas cosas más, cada vez que escucho al presidente me da lástima al ver que el procura cambios que algunos de quienes han llegado a posiciones de gobierno con su tarjeta y su nombre se empeñan en lograr que no ocurran… digno de prestarle atención.