Los datos que recopilan los satélites de la Agencia Espacial Europea no solo se utilizan para estudiar el impacto del calentamiento global en las regiones polares, sino también para predecir las consecuencias que tendrán el deshielo y el aumento del nivel de los mares en nuestras economías en los próximos cien años.
A medida que el planeta se calienta más, el deshielo supone mayores costes para la UE. Por remoto que parezca para las vidas diarias de los ciudadanos, el retroceso del hielo del Ártico afecta a sus bolsillos más de lo que se imaginan. En los terrenos del extremo norte del planeta, se han ido acumulando toneladas de agua helada desde la última glaciación. Ahora, su incesante transformación en inundaciones devastadoras afectará en gran medida a los contribuyentes, así como a Gobiernos y a empresas.
Un equipo de expertos del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea elaboró en 2018 un análisis exhaustivo del posible impacto.
A finales del siglo, cada metro cuadrado de hielo perdido se irá sumando en una factura total que ascenderá a casi un billón de euros, tal y como prevén los análisis de los expertos. El país más perjudicado será Reino Unido, seguido de Francia e Italia.
Este mismo equipo está trabajando actualmente en un nuevo estudio para calcular el coste de las medidas de adaptación necesarias para mitigar las posibles pérdidas. Como mínimo, dichas medidas implicarán la instalación o el refuerzo de estructuras de defensa que puedan soportar las subidas del nivel del mar.