Un objetivo de la diplomacia cubana y de manera más reciente venezolana, se ha cumplido parcialmente, pero sin duda es un triunfo que debemos analizar sin ingenuidad: Se restablecen las relaciones diplomáticas entre EUA y Cuba y se inicia un proceso de flexibilización del brutal bloqueo, pero además hay un reconocimiento público por parte del […]
Un objetivo de la diplomacia cubana y de manera más reciente venezolana, se ha cumplido parcialmente, pero sin duda es un triunfo que debemos analizar sin ingenuidad: Se restablecen las relaciones diplomáticas entre EUA y Cuba y se inicia un proceso de flexibilización del brutal bloqueo, pero además hay un reconocimiento público por parte del presidente Obama de que este bloqueo ha sido un «fracaso».
La diplomacia estadounidense no da «puntada sin dedal», y cualquier análisis sobre este tema debe partir del hecho de comprender que el objetivo de cualquier gobierno de EUA es cambiar el régimen político en Cuba, lo que puede es cambiar la táctica. Hoy estamos ante un magistral cambio de táctica, en acuerdo con una no menos ingenua escuela diplomática como la cubana. Tampoco Raúl va a dar «puntada sin dedal».
Cuba hoy ha decidido girar, dar un pequeño golpe de timón, que le permita disminuir la dependencia de países como Venezuela, que aunque ha sido una extraordinaria aliada, hoy, como consecuencia de su grave crisis económica y ausencia de modelo económico asertivo, se ve imposibilitado de seguir apoyando en los términos de intercambio que ha mantenido con la hermana isla.
Son 18 meses de negociaciones «secretas», mediadas por el gobierno de Canadá, el Papa Francisco y Pepe Mujica de Uruguay. Eso nos permite recordar el esfuerzo de los primeros días del gobierno del presidente Maduro para restablecer las relaciones diplomáticas con EUA, la foto: Jaua y Kerry, «los nuevo mejores amigos», pero la ilusión duró muy poco.
Sería una irresponsabilidad especular si el gobierno venezolano estaba al tanto de estas conversaciones secretas, pero sí queda alguna neblina en el ambiente cuando apenas dos días antes de hacer públicos los acuerdos entre Cuba y EUA se le pide a Obama meterse «sus visas por…»
Es importante aclarar que la respuesta de Venezuela ante la lista de funcionarios sancionados por EUA por «violación de derechos humanos» tiene mucho sentido. Nadie, absolutamente nadie puede venir, por respeto a la soberanía venezolana, a decirle a nuestro gobierno, sea el que sea, que es lo que debe hacer o juzgar sumariamente que fue lo que pasó en el período de «La Salida». Yo desconozco si estos funcionarios son responsables de violación de derechos humanos, pero lo que si estoy seguro como venezolano es que por una parte hubo excesos policiales y militares que hoy están siendo procesados por nuestro sistema judicial y poder moral, y por otro, si esa lista pretendiera ser mínimamente justa, aplicando el concepto de derechos humanos amplio, no el restringido que asume que los derechos humanos sólo son violados por el Estado, yo como mínimo incluiría a María Corina Machado y a Leopoldo López, ya que sin ellos no sólo no hubiese sucedió lo que sucedió, sino que hoy más de 40 hogares venezolanos no estuvieses enlutados, esto sin sumar a los hogares en luto producto de la convocatoria a «descargar la arrechera» del 14, 15 y 16 de abril del 2013, hecha por Capriles (es importante aclarar que todos ellos también tienen cuentas y propiedades en EUA).
Sin embargo, y en su justa medida, esto no puede ocultar que el imperio juega con sus mejores armas, ya que convoca a la confusión y la incertidumbre, soportado en un hecho concreto: ¿Hay funcionarios venezolanos con propiedades y cuentas en el imperio?, ¿Por qué?, ¿De cuánto hablamos?, ¿Un funcionario del Estado, con lo que gana cuanto podría ahorrar y comprar en dólares en el imperio bajo un control de cambio como el que existe hace 11 años?
A nuestros corruptos y violadores de derechos humanos los juzgaremos nosotros, no tengo duda que el pueblo reclama y reclamará ese derecho eternamente, pero nuestro gobierno también debe explicaciones sobre esta situación, ¿Es verdad que hay funcionarios venezolanos en esta situación?
Reclamemos con toda pasión patria el respeto de nuestra soberanía, movilicemos al pueblo en rechazo a esta situación, pero moralicemos a ese pueblo para que lo haga con el arma de la razón. Yo no estaría orgullo ni reclamaría estar en esa lista, tal como se apresuró José Vicente a reclamar, si no sé, si no tengo claro si estos funcionarios tienen bienes y cuentas en EUA, en que magnitud y cuál es el origen de estos recursos, lo que si no tiene discusión es que el injerencismo estadounidense pretenda aprovechar las debilidades de nuestro gobierno, eso no lo debemos permitir.
Debemos tener muy claro quién es el enemigo de la revolución bolivariana. En primer lugar el imperio, los intereses trasnacionales, el capitalismo, pero ellos tienen varios rostros, que no sólo se pintan de yankees, también tenemos boliburgueses, pomagases, corruptos, especuladores que dicen estar con Nicolás, sólo para seguir chupando de una revolución que no aguanta más desangre.
La revolución está en la mayor situación de riesgo posible, incluso mayor que en el golpe de Estado del 2002. Con recursos sólo para siete meses, un barril de petróleo en menos de 60 dólares, unas reservas internacionales mermadas, una calificación de los bonos venezolanos como «basura», pagando 35% de interés, y con una política económica muy errática y sin orientación clara, somos un flanco débil para que el imperio vea la mejor oportunidad para atacar letalmente.
Al presidente le queda una sola salida, el pueblo, una auditoría pública ciudadana, transparentar la realidad y convocar a una lucha real por sostener el proceso, depurando al gobierno, cambiando todo el gabinete, sumando voluntades de los sectores críticos más comprometidos. Todo lo demás nos llevaría al fracaso. El 2015, es un año de crisis, pero también es de esperanza. Si Maduro decide sacarle las manos de los bolsillos al pueblo y se las mete a los responsables de la crisis, otro gallo cantará para el año que viene.
El gobierno de los EUA juega a dividir la alianza con Cuba, ha cambiado de táctica, pero su objetivo, destruir de manera definitiva los logros del proceso bolivariano conducido por Chávez. El reto de Maduro: no ser él el responsable de no haber convocado al pueblo a evitar que esto pase. Feliz Navidad.