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Cuba-Venezuela, medular unión económica

Fuentes: Rebelión

Con la realización de la Primera Cumbre Presidencial Cuba-Venezuela, efectuada entre el 25 y 26 de julio en la provincia de Santa Clara, se consolida la unión económica y política de estas dos naciones latinoamericanas que conllevará progresos a corto, mediano y largo plazos para ambos pueblos. En momentos de la grave crisis económica mundial […]

Con la realización de la Primera Cumbre Presidencial Cuba-Venezuela, efectuada entre el 25 y 26 de julio en la provincia de Santa Clara, se consolida la unión económica y política de estas dos naciones latinoamericanas que conllevará progresos a corto, mediano y largo plazos para ambos pueblos.

En momentos de la grave crisis económica mundial motivada por las políticas neoliberales, de libre comercio, privatizaciones, desregulación financiera y el saqueo de las riquezas naturales de las naciones en desarrollo por parte de las empresas transnacionales, estas dos naciones se unen económicamente para bien del desarrollo de sus países y el bienestar de sus ciudadanos.

La estrategia estructural esta basada en los preceptos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que, fundada en diciembre de 2004 por los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez y de Cuba, Fidel Castro, se ha convertido en solo cinco años en la vía económica, social y política más importante para la unión e integración de los países Latinoamericanos.

El ALBA surgió como forma de integración y unión de América Latina y el Caribe apoyada en un modelo de desarrollo independiente con prioridad a la complementariedad económica regional, que permita la voluntad de promover el progreso de todos y fortalezca la cooperación mediante el respeto mutuo y la solidaridad.

Además, fue una iniciativa para contrarrestar las intenciones de Estados Unidos de crear el Área Libre de Comercio para la Américas (ALCA) que era,(según expresaba la declaración de fundación del ALBA) «la expresión más acabada de los apetitos de dominación sobre la región y que, de entrar en vigor construiría a la profundización del neoliberalismo y crearía niveles de dependencia y subordinación sin precedentes».

Los jefes de Estado latinoamericanos derrotaron el ALCA en la IV Cumbre de las Américas realizada en Argentina en 2005, pero aun subsisten los dañinos Tratados de Libre Comercio (TLC) bilaterales entre Washington y varias naciones de la región, a través de los cuales Estados Unidos impone leoninas medidas económicas y políticas a su contraparte.

En cuanto a la divulgación en los medios de comunicación capitalistas referente a la decisión económica-política-social cubano-venezolana, éstas han tomado dos direcciones. Una ha sido la de tratar de ignorar y no publicar nada al respecto, y la otra, intentar denigrar el convenio al concederle pocas perspectivas de concreción.

Lo cierto es que con esta unión, La Habana y Caracas ponen el capital económico y humano que poseen en aras de incrementará el desarrollo integral de sus pueblos, cuyos logros estarán a disposición de las otras naciones integrantes del ALBA (Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Dominica y Antigua y Barbuda).

Diversos mecanismos implementados en los últimos años como el Banco del ALBA y la utilización de la moneda virtual, el SUCRE, mediante la cual no hay necesidad de utilizar el dólar en las transacciones, ayudarán a fortalecer esta integración.

En esta Primera Cumbre, las partes acordaron priorizar proyectos que contribuyan al desarrollo económico y social, sustituyan importaciones, apoyen la preparación integral de trabajadores venezolanos y complementen producciones de ambos países.

En ese sentido fueron analizados 370 planes de los cuales se aprobaron 139 para una primera etapa, repartidos en la siguiente forma: una empresa Grannacional, 31 empresas mixtas, 39 empresas morochas (existirán a la vez en las dos naciones) 51 de complementariedad y 17 de intercambio comercial.

Los proyectos tienen en cuenta las legislaciones vigentes en las dos naciones y abarcan los sectores de la Industria Ligera (45), Industria Básica (20), Energía, Petróleo y Petroquímica (27), Agricultura (41) y Minería (6). De este total, 38 comenzarán de inmediato.

Como explicó el vicepresidente y jefe de la delegación venezolana a la Cumbre, Rafael Ramírez, «lo que comience como un intercambio comercial debe evolucionar como un proceso de complementariedad, empresas morochas, de ahí empresas mixtas y finalmente empresas grannacionales».

O sea, es un gran proceso de integración que aunque tiene desafíos por delante esta pensado y va encaminado al desarrollo integral de las dos naciones, y continuar su avance hacia los otros países integrantes del ALBA.

El Presidente cubano, Raúl Castro enfatizó durante la clausura del evento «Nos encaminamos hacia la Unión Económica como nuevo tipo de relación. Un importante paso hacia la verdadera complementariedad, basada en el aprovechamiento de la infraestructura, el conocimiento existente en ambas naciones y, sobre todo, en la voluntad política de nuestros gobiernos»

La cooperación cubano-venezolana ya ha aportado numerosos frutos en el orden económico y social. Con el aporte de Cuba, Venezuela logró llevar la atención primaria y especializada en salud a millones de sus pobladores que antes del gobierno de Hugo Chávez, no tenían acceso a esos servicios.

También se consiguió declarar a la nación sudamericana libre de analfabetismo y se continúan los programas de educación media y superior a decenas de miles de sus ciudadanos.

Las bases para alcanzar esta integración habían sido abonadas mediante las X reuniones de la Comisiones intergubernamentales efectuadas con anterioridad y que permitieron crear varias empresas con apoyo conjunto en las ramas de la energía y petróleo, software, telecomunicaciones, alimentación, minería, de insumos, servicios y otras.

La integración entre las naciones del ALBA y en general de América Latina debe seguir adelante para contrarrestar los años de políticas neoliberales y de libre comercio impuesto por Estados Unidos y los organismos financieros internacionales que tanta pobreza y miseria han dejado en la región. Cuba y Venezuela son el ejemplo a seguir.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.