Cuba y Argentina inauguraron hoy una nueva era en el terreno de la cooperación bilateral, al poner en marcha un novedoso mecanismo para llevar el comercio entre los dos países a 200 millones de dólares anuales.Representantes de ambos gobiernos suscribieron la víspera en la sede central del Banco de la Nación (BNA) un Contrato de […]
Cuba y Argentina inauguraron hoy una nueva era en el terreno de la cooperación bilateral, al poner en marcha un novedoso mecanismo para llevar el comercio entre los dos países a 200 millones de dólares anuales.
Representantes de ambos gobiernos suscribieron la víspera en la sede central del Banco de la Nación (BNA) un Contrato de Fideicomiso, que permitirá materializar el Convenio de Intercambio Comercial firmado entre La Habana y Buenos Aires en agosto de 2004.
Por la parte cubana, el documento fue estampado por el presidente de la Empresa Importadora de Alimentos (ALIMPORT), Pedro Alvarez, y José Goicochea, en su carácter de Secretario del Grupo Comercial del Consejo de Estado de la mayor de las Antillas.
Del lado argentino estuvo a cargo de la presidenta del BNA, Felisa Miceli, quien explicó que esa entidad financiera actuará como el administrador fiduciario del fideicomiso.
El acta establece que los montos que produzca la venta de medicamentos y tecnología médica de la isla serán destinados a la conformación de un fideicomiso, organizado por el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y administrado por el BNA.
En ese fondo fiduciario se depositarán los dineros provenientes de las compras que realice Argentina, los cuales servirán, a su vez, para que Cuba pueda adquirir los alimentos en el mercado de esta nación sudamericana.
Miceli subrayó que más allá de sus ventajas económicas, el acuerdo con la isla caribeña trasciende por la necesidad de apuntalar la integración de América Latina y rescatar ‘esa vocación común de desarrollo que nos caracterizó en otras épocas’.
En esa misma línea, Alvarez aclaró que al margen del rédito estrictamente comercial, la operación propiciará la transferencia de tecnologías de productos biofarmacéuticos que aún no se han podido alcanzar en Argentina, pese a su alto nivel en la medicina.
El titular de ALIMPORT manifestó la intención de La Habana de adquirir en este mercado, al que calificó de muy competitivo, unos 100 millones de dólares anuales en alimentos, con algún resorte de exportaciones cubanas.
Argentina es un histórico productor de alimentos y en la actualidad Cuba importa cerca de 1.700 millones de dólares al año en productos agroalimentarios, enfatizó.
Acceder a nuestros avances científicos es importante para la salud de los argentinos, como también es vital para el bienestar de los cubanos contar con alimentos de calidad, sentenció Alvarez.
Felizmente hay una voluntad política que está por encima de cualquier escollo y abre una puerta a una relación más profunda con Cuba de carácter comercial, dijo a Prensa Latina Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA).
A su juicio, en este acuerdo debe haber reciprocidad, es decir no sólo vender a La Habana sino también comprarle.
Buzzi opinó que este instrumento financiero (el fideicomiso) ‘nos da la oportunidad a los pequeños y medianos productores de ser parte no sólo del comercio, sino de la integración latinoamericana real, aquella que tiene como principales banderas a Cuba y a Venezuela, que deben ser modelos a seguir’.
Nosotros debemos contribuir a que el Cono Sur sea parte de esa integración y el intercambio es una de las vías concretas para lograrlo, agregó.
El convenio prevé la compra por Buenos Aires de vacunas, drogas hematológicas, inmunológicas, para tratamientos de quemaduras e hipercolesterolemias, antibióticos, antiretrovirales y equipos médicos, entre otros, según la lista presentada por La Habana.
La oferta argentina, en tanto, incluye cereales, harinas, frijoles, aceites, lácteos, pollos congelados, carnes bovinas, pescados, frutas frescas y en conserva y pastas.