Los países integrantes de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) reaccionaron ante la crisis alimentaria mundial con la firma de un acuerdo de soberanía y seguridad alimentaria y la creación de un fondo de 100 millones de dólares para impulsar la producción de alimentos. El convenio contempla programas integrales de desarrollo […]
Los países integrantes de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) reaccionaron ante la crisis alimentaria mundial con la firma de un acuerdo de soberanía y seguridad alimentaria y la creación de un fondo de 100 millones de dólares para impulsar la producción de alimentos.
El convenio contempla programas integrales de desarrollo agroindustrial en rubros como cereales (arroz y maíz), leguminosas, oleaginosas, carnes, leche, agua y régimen de riego, unido a otros que decidan las partes. Asimismo, establece la posibilidad de crear una red de comercialización alimentaria del ALBA, mientras para la ejecución de los planes y programas está el compromiso de crear un fondo con un capital inicial de 100 millones de dólares.
El presidente boliviano, Evo Morales, que recibió el respaldo de la Cumbre por la situación interna, destacó que los gobiernos tienen la obligación de garantizar la alimentación de sus habitantes.
«Como Gobierno, como Estado, hay que garantizar la alimentación. Por eso, creo que éste es un buen momento para suscribir este acuerdo para la implementación de programas de cooperación para la seguridad alimentaria, lo que sería importante compartir con otros gobiernos, porque es obligación de los presidentes, en el contexto de la complementariedad, garantizar la alimentación de nuestros pueblos», sostuvo Morales.
Recordó que su gobierno, frente a la falta de arroz, soya, trigo y maíz, decidió, mediante los ministerios de Agricultura y de Producción, empezar a dar créditos, especialmente al pequeño productor, con 0% de interés.
Señaló que como el productor no siempre pude devolver el recurso económico, puede pagar su crédito en productos agropecuarios «para lo cual creamos una empresa de apoyo a la producción, con una experiencia de dos años». Destacó que entre 2006 y 2007, el sector empresarial siempre compraba soya más barato «y nosotros, con el fin de incentivar, compramos más caro la tonelada de soya. En este momento, los empresarios compran con 380 dólares y el Estado, mediante Emapa, su empresa pública de apoyo a la producción, compra con 415 dólares».
Sin embargo, Morales apuntó que el problema en Bolivia es el tema de la industrialización, ya que hay monopolios de empresarios privados que controlan el aceite, el azúcar, la leche, «pero ya estamos haciendo acuerdos Estado-Gobierno con las asociaciones de productores y así romper con los monopolios en los diversos sectores, de manera que el Estado y los productores tengan sus propias fábricas».
Reveló que algunos empresarios productores se están sumando a este trabajo en búsqueda de que al pueblo no le falte alimentación.
No obstante, hizo la salvedad de que algunos empresarios no son productores, sino patrones políticos y controlan a otros empresarios y andan en una guerra económica permanente, «lo que nos obliga a prepararnos como Gobierno, junto con medianos y pequeños productores para que ellos tengan sus propias industrias y así no depender de algunos industriales que sólo buscan un caos económico en el país».
La responsabilidad es del capitalismo.
En tanto, el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, aseveró que el actual orden económico junto a las políticas injustas de los países desarrollados son los principales causantes de la actual crisis alimentaria que enfrenta el mundo, en especial los países más pobres. Lage dijo que los gobiernos del mundo tienen la tarea de salvaguardar el bienestar de sus pueblos, y que son ellos los responsables de controlar los índices de inflación. Señaló cifras a considerar, en cuanto el crecimiento desenfrenado de los precios del arroz, dijo que en el 2002 la tonelada de ese alimento costaba 220 dólares y hoy llegan a los 860 dólares la tonelada.
Destacó que esto se debe a que dentro del sistema capitalista «la lógica es la ganancia y no la satisfacción de las necesidades de los pueblos», los productores capitalistas de arroz «lo retienen esperando a que su precio aumente», señaló.
¿Porqué esta crisis?, – se preguntó- «por un orden económico internacional injusto, EE.UU. invierte mas de 500 mil millones de dólares al año para hacer la guerra, cuando un 0,5 por ciento de esa cifra seria suficiente para sanar la crisis haitiana» puso como ejemplo.
Asimismo, el presidente venezolano, Hugo Chávez, destacó que no es la falta de alimentos lo que está provocando la crisis alimentaria, sino el sistema capitalista. «Cifras de Naciones Unidas indican que se está produciendo casi el doble de los alimentos necesarios para alimentar a toda la población del mundo, pero no está siendo utilizado para la alimentación», indicó Chávez.
El Jefe del Estado venezolano no dudó en catalogar la actual situación alimentaria en el mundo como «una verdadera masacre» y colocó como ejemplo una información extraída de la web donde señalan la actual situación de la niñez pobre de Haití. «En Haití los niños comen galletas de barro, yo no sé qué más le echan, pero la materia prima es el barro».
El presidente venezolano resaltó las cifras de organismos internacionales que contabilizan que de cada seis habitantes en el mundo uno pasa hambre, y agregó que el informe señala que cada diez segundos en el mundo muere un niño menor de diez años de hambre.
Al respecto, destacó las palabras del relator de Naciones Unidas para el apoyo a la Alimentación, Jean Ziegler, quien indicó que «nos encontramos ante… una ola de inestabilidad incontrolable marcada por la desesperación de la población más vulnerable».
Acotó que, según Ziegler, la crisis constituye una masacre inminente y cada muerte por hambre debe considerarse un asesinato porque en el mundo hay comida suficiente para satisfacer las necesidades de casi el doble de la población actual. En tanto el presidente nicaragüense, Daniel Ortega calificó de crucial el tema alimentario «para el futuro de nuestros pueblos, en especial los más empobrecidos». El mandatario centroamericano ratificó que los miembros del ALBA comparten la importancia de abordar el tema, incluso a nivel regional, para lo cual está prevista una cita de ministros de agricultura en Managua.
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