El presidente de la República de Nicaragua, Daniel Ortega, aseguró este sábado que tanto Petrocaribe, como la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), se convirtieron en la salvación de su país, ante la grave crisis energética que azotó a esta nación centroamericana. «Aún los más críticos a la revolución bolivariana y al […]
El presidente de la República de Nicaragua, Daniel Ortega, aseguró este sábado que tanto Petrocaribe, como la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), se convirtieron en la salvación de su país, ante la grave crisis energética que azotó a esta nación centroamericana.
«Aún los más críticos a la revolución bolivariana y al frente sandinista en Nicaragua, dicen que sin esta cooperación no teníamos esperanza. Nuestra economía habría colapsado», expresó el mandatario durante las III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Petrocaribe, realizada desde el 10 de agosto, en Caracas.
Por ello, Ortega agradeció al pueblo y Gobierno venezolanos la solidaridad y cooperación demostrada «de manera extraordinaria y en tiempos extraordinarios», para resolver los problemas causados por las acciones privatizadoras del neoliberalismo.
Durante su alocución, el primer mandatario nicaragüense también reflexionó sobre la importancia de construir un mecanismo de integración que fortalezca a las naciones latinoamericanas y caribeñas, frente al conglomerado del norte.
«En ese norte desarrollado, Estados Unidos (EEUU), Europa y Japón tienen sus intereses unidos y trabajan por la unidad. Aunque estén en diferentes regiones, hacen a un lado sus diferencias y trazan sus estrategias de dominación global. Mientras, nosotros, aun estando tan cerca, no hemos logrado crear un acuerdo de unidad».
Recordó que el gobierno de EEUU nunca ofreció su apoyo en los momentos más críticos de la crisis energética de Nicaragua.
«En los racionamientos de 14 o 16 horas de energía eléctrica que sufría nuestro pueblo, nunca Estados Unidos o Bush dijeron absolutamente nada para ayudarnos. Yo le decía al presidente (Enrique) Bolaños, ¿por qué no le pide apoyo a los gringos? Él me respondía que, simplemente, no querían ayudarnos», aseveró.
Afirmó que esto se debió a que la naturaleza misma del modelo capitalista que esta nación impone en el mundo «no está para crear bienestar a los pueblos, sino para la lógica de la acumulación de capital que todos conocemos».
Asimismo, rechazó las manipulaciones que se han hecho sobre la cooperación venezolana, alegando que «lo que está haciendo la revolución bolivariana no es más que rescatar los pasos de Bolívar y de Cristo (…) se está dignificando», al compartir su riqueza con naciones menos favorecidas.
En torno a los llamados agrocombustibles, sostuvo que para su país la prioridad es el tema alimentario y no el modelo desarrollista que impone el capitalismo global al mundo.
No obstante, no desestimó la posibilidad de crear biodiesel en pequeñas dimensiones a partir de la palma africana, siempre y cuando se haga «en zonas desérticas acompañada de siembra de árboles originarios para tratar de recuperar biodiversidad», concluyó.