Los nuevos ministros de Duque vienen del sector empresarial y eso genera preocupación, dice el columnista.
Este lunes 24 de julio se realizó la primera reunión de los ministros de Duque. (Foto Twitter)
Llaman poderosamente la atención los nombramientos del presidente electo Iván Duque, y es que hay que dar un simple vistazo a su gabinete ministerial para preocuparse. Duque, con tales postulaciones echa por la borda sus primeros pronunciamientos en sentido de reconciliación, unidad y cambio.
Duque es más de los mismo, su equipo administrativo, de libre nombramiento y remoción, es decir, elegidos discrecionalmente por el presidente de la república, reflejan nada más que una vuelta de rostros y nombres, pero conserva idéntica procedencia y estatus.
Al igual que lo hiciera su antecesor inmediato Juan Manuel Santos, Duque nomina a personas e individuos con un patrón común para los altos cargos del ejecutivo. Hombres y mujeres egresados de las más prestigiosas universidades privadas colombianas, con un largo recorrido profesional en el sector privado, representantes de las principales agremiaciones empresariales, lazos filiares con elites regionales y algunos con reseñas judiciales.
Resalta el reencauche del exministro de Hacienda del expresidente Uribe (2003-2007): Alberto Carrasquilla, para tomar de nuevo esta cartera, esta vez de la mano de Iván Duque. En Carrasquilla recaen duros cuestionamientos por el escándalo de los «Panamá Papers» en el que fue mencionado por ser cliente de Mossack Fonseca. Además, fue uno de los ex ministros que más aumento la edad para las pensiones y facilitó para que las empresas operen a partir de la tercerización.
En el sector defensa, Duque, repite la fórmula de su antepuesto, colocando a un consabido gremialista en la cartera que se ocupa de la seguridad y la guerra. Guillermo Botero, el actual presidente de la Federación Nacional de Comerciantes FENALCO, reemplazará a Luis Carlos Villegas quién antes ocupó la Presidencia de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia ANDI. Mostrándose así una línea de continuidad y coherencia entre el saliente y entrante jefe de gobierno.
En educación María Victoria Angulo, hija del exsenador Guillermo Angulo Gómez, «pastranista» consumado que permaneció en la vida pública y corporación legislativa por más de 30 años. Sera la nueva funcionaria de este ministerio. Afirmando el carácter nepotista y clientelar de los nombramientos en Colombia.
Por otra parte, el Ministerio del Interior con Nancy Patricia Gutiérrez a la cabeza representaría el mayor de los contrasentidos. Esta ex «Turbayista» fue investigada por la Corte Suprema de Justicia por parapolítica, por presuntos nexos con el jefe paramilitar alias ‘El Pájaro’. Además, de haber supuestamente utilizado su posición como presidenta del Congreso de entonces, para conseguir información reservada que después usó para atacar en plenaria a su colega liberal Piedad Córdoba.
Por último, esta nuestra nueva Ministra de Trabajo, Alicia Arango, una mujer proveniente de las entrañas del «uribismo«, pese a que no sin vergüenza trabajo en el gobierno Santos 1 como embajadora en Ginebra. También es muy cercana al Alcalde Enrique Peñaloza y la ex directora del DAS María del pilar Hurtado. Esta barranquillera administradora de empresas representa lo más alto del modelo corporativista de derecha, será la encargada de lidera la agenda laboral del entrante gobierno de Iván Duque:
En resumen, el gabinete del presidente electo no traerá mayores sorpresas. Más de lo mismo. El uso persistente de las formas de gobernar en Colombia, es reproducido fielmente por el electo presidente, quien repite iguales patrones de conducta, «donde todo cambia para que todo siga igual». Un ejecutivo históricamente atrapado en estructuras envejecidas donde solo gobiernan los patrones y las clientelas. Donde es más fácil pasar de empresarios a ministros y viceversa.
Fuente: http://ail.ens.org.co/opinion/de-empresarios-a-ministros-de-duque/