Encontremos el mundo nuevo, por medio de la crítica implacable del viejo mundo.Karl Marx En la medida del desarrollo del proceso revolucionario Bolivariano, la situación relacionada con la profundización y extensión de la conciencia colectiva de una mayor cantidad de personas de nuestro país, muestra un avance significativo, por lo tanto la población se ha […]
Karl Marx
En la medida del desarrollo del proceso revolucionario Bolivariano, la situación relacionada con la profundización y extensión de la conciencia colectiva de una mayor cantidad de personas de nuestro país, muestra un avance significativo, por lo tanto la población se ha venido apropiando de un nuevo conocimiento acerca de si mismo, como sujeto político que es, y de la realidad política que le circunda, razón por la cual tiende a hacerse cada vez, más y más exigente, por tanto, en oportunidades algunos camaradas tiende a generar una crítica apriorística, crítica del aquí y del ahora, sin la debida contextualización, por tal motivo, creo necesario que se debe hacer una reflexión en torno a esa situación.
Por cuanto no comprender esta realidad, nos puede hacer caer en la crítica común o especulativa que es un enemigo que acecha a las revoluciones y que en algunos aspectos la memoria más cercana a nosotros, referida al hecho en cuestión, fue la revolución socialista Allendista o chilena, cuando unas personas supuestamente de mayor «preparación revolucionaria» tenían en su conciencia, producto de la lectura de otras revoluciones, que habían acontecido en el mundo europeo un reflejo o imagen de una realidad completamente desajustada a la realidad socio política que el acontecer histórico venía empujando y construyendo en la querida patria Chilena.
Esa conciencia que adquieren sobretodo los noveles lectores acerca de los creadores y de la creación del socialismo; lo cual por supuesto crea una conciencia teórica, que deseamos sea realidad, y comenzamos a exigirla, o individualmente tratamos de forzarla en los ámbitos donde nos desarrollamos, al no verla cristalizada, y observar que no cuaja, comenzamos a realizar una crítica de la realidad verdadera, desde la perspectiva de nuestra conciencia teórica, chochando esta con la realidad existente, la cual deviene del desarrollo colectivo de todos los actores sociales, quienes empujan hacia su concreción, pero lo cual diverge de nuestra conciencia teórica (especulativa), para la cual no están creadas las condiciones subjetivas y objetivas. Eso nos hace ver errores donde lo que ocurre es solamente un momento o asunto del tránsito histórico-social del hacer revolucionario.
Las voluntades particulares por más que deseen que la realidad deba poseer esa característica no podrán lograrlo. Al decir de nuestro sabio pueblo» Los deseos no preñan». Esa situación afecta e incide más en la persona que hace la crítica, que en la realidad criticada, ya que la persona o grupo termina dándose por vencido o convirtiéndose en lo que llaman un apático, también colabora en desmoralizar a otros compatriotas que pudiesen estar a su alcance, o muchos se pasan al enemigo, es decir al club de los frustrados.
Voy a entender que ciertas personas dirán que esta posición es un determinismo, que con esa postura no podemos cambiar la realidad, que eso es contrarrevolucionario, para quienes piensen o digan eso, de una vez respondo, que si podemos cambiar la realidad cuando la crítica genera una teoría que al decir de Karl Marx esa teoría » se convierte en fuerza material, cuando prende en las masas» (1) mientras tanto es una crítica que por ser especulativa sin sentido social, le hace más daño que bien a la revolución .
Cuando Marx habla de la crítica a la Filosofía especulativa, expresa que no se debe asumir el error opuesto, el cual caracteriza a la crítica vulgar, a la crítica dogmatica la cual consigue contradicciones por todas partes, para que la crítica adquiera sentido verdaderamente revolucionario expresa que debe ser aquella que «…en cambio, busca la génesis, el acta de nacimiento del objeto de la crítica. No solo muestra la existencia de las contradicciones, sino que las explica; concibe su origen, su relación necesaria, su significación específica…» (2)
Relativo a ciertos elementos que han surgido como objetos de Crítica, en el quehacer revolucionario actual según mi modesta opinión, se debe considerar ciertos aspectos entre ellos «la realidad», cuando nos referimos a la realidad estamos hablando de aquello que ocurre externo a la conciencia de los humanos, cuyo acontecer es como un rio social de acontecimientos particulares, que ocurren en un momento socio-histórico determinado, pero que construye para cada momento una situación general determinada, que expresa el obrar, el hacer, la práctica, devenida o construida a partir de la conciencia colectiva de una sociedad determinada. La realidad está formada por objetos y situaciones los cuales se reflejan en nuestras conciencias, lo cual generalmente queremos invertir es decir deseamos que lo real sean los objetos abstractos sustentados en nuestra conciencia y que lo real-concreto sea un reflejo de la conciencia, esta situación invertida es lo que en filosofía se conoce como idealismo
También es importante ubicar la historia precedente eso que decimos «De dónde venimos» en este caso del pasado inmediato próximo, por cuanto ello nos contextualiza.
Así, antes del año 98, solo aproximadamente el 10% de la población de actores políticos de este país, decían teóricamente abrazar al socialismo, con la llegada del Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías al poder del Gobierno, se realiza una convocatoria para asumir la Revolución Bolivariana, la cual expresaba constitutivamente un carácter anti-imperialista, pero sin definición cierta, acerca del modelo de Estado. Sin embargo en esos primeros momentos se inició un éxodo de «socialistas» al campo de la derecha y ultraderecha venezolana, se fueron aproximadamente un 6%, del 10% enunciado anteriormente, quedándose dentro del proceso Bolivariano aproximadamente un 4%, quienes declarativamente, se asumían como socialistas.
En el ínterin de los 10 años, la revolución define radicalmente su postura para declarar la necesidad de construir un nuevo Modelo de Estado, que como elemento definitorio es anti-Liberal/Capitalista. Del 4% restante de» socialistas» quizás desertó un 0.5 %. Más, quedando entonces un aproximado de un 3,5% de individuos que decían abrazar el Socialismo.
En ese transcurso la historia, ha llevado al proceso revolucionario Bolivariano, a definirse respecto a cual horizonte o fin desea, y el llamado es la construcción de un nuevo Estado, anti-imperialista y anti-capitalista, el cual fue bautizado como «socialismo del siglo XXI» o «Estado Bolivariano», pero se declara también, que debe ser diferente al socialismo que transcurrió, denominado también socialismo real, el cual pervivió en la Unión Soviética, y el cual se pensaba como fase transitoria hacia una sociedad comunitaria, pero no culminó su tránsito, se congeló en ese espacio, mostrando un cúmulo de debilidades que no permitieron que el pueblo llano se re apropiara del poder que le pertenece, manteniendo un partido que medraba entre el poder constituido y el pueblo, partido, convertido en agentes gestores, quienes circulaban entre el Gobierno y el partido y viceversa. Esta situación y otras debilidades petrificadas no admitieron la continuidad de cambios requeridos para el debido transito histórico hacia la sociedad anhelada. Lo cual permitió que el nuevo capitalismo neoliberal la envolviera la metabolizara y la convirtiera en una parte de su existir.
Ese conocimiento acumulado históricamente, debe ser un referencia negativa que no debemos repetir y que permita delinear nuestras esperanzas, la cual unimos al criterio y experiencia de nuestro connotado maestro Simón Rodríguez, quien soñaba con un nuevo Modelo de Sociedad, que fuese más que diferente, la antítesis, de todas las sociedades que hasta el momento se conocían, y eso lo ha retomado el colectivo revolucionario Venezolano y latinoamericano actual, como parte de su ideario: Una sociedad donde el humano se apropie de su ser social, para construir y generar un paraíso terrenal, donde las personas socialmente se apropien de su inmensa capacidad humana de producir condiciones materiales de vida a través, de la humanización del trabajo, que como parte constitutiva de su ser, genere las condiciones espirituales y materiales de existencia y rechace el trabajo enajenado, para crear mercancías cuyo destino no es el crecimiento humano, sino una abstracción económica denominada «el mercado». Una sociedad donde el humano se apropie de su naturaleza, la cual determina que su destino indefectiblemente se encuentra, unido, vaciado dialécticamente como una unidad a la naturaleza de nuestro planeta tierra, al cual se le debe respeto e idéntico cuidado como el dado a nuestra propia naturaleza y existencia social.
Ello me permite entonces, con el más debido respeto plantear que la crítica no debe ser ni estar orientada a las personas, puesto que nosotros todos ignoramos en este momento como será la sociedad nueva, y cuáles son sus principios y valores constitutivos y lo relativo a su filosofía ( que delineará lo metódico y su metodología ), acerca de lo político y jurídico ( es decir, el quehacer en lo organizativo social, las actitudes, comportamientos y conductas de los individuos como particularidades y entes sociales, lo relativo al trabajo, la propiedad etc.), así como el modelo de producción es decir a lo económico.
Esto lo planteo ya que esa nueva sociedad no está caracterizada, es decir diseñada, solo tiene un nombre, una carta de bautizo, como el nuevo socialismo para el siglo XXI y someros esbozos, creo que las críticas se han formulado no desde el nuevo pensamiento, sino desde el viejo socialismo, desde allí, tratamos de identificar posturas, para desear sacar o meter a individuos o a grupos, en el proceso Bolivariano, esto se formula desde posturas dogmaticas, pretendemos adelantar en algunos casos y atrasar en otros, al derrotero real de nuestra propia historia, no nos damos cuenta que la mayoría que votaba por AD y Copey hoy están con nuestra revolución, que esa realidad está presente y no cambiará porque lo deseemos, la realidad es así y que ella solo dejará de ser realidad presente y transcurrir hacia una nueva realidad, quizás esa que tenemos en nuestra mente, cuando logremos que la conciencia vieja sea sustituida por una nueva conciencia, la reforma de la conciencia del venezolano de hoy, deberá ser la meta, no pongamos al venezolano en el banquillo de los acusados asumiendo una postura de Juez, no porque maltratemos a las personas, la acusemos, la hostiguemos, la tratemos de chantajear para que asuma algunas posturas que nosotros creemos son posturas revolucionarias; Eso no contribuirá al desarrollo revolucionario; ! No¡ por allí no van los tiros, si la pregunta es ¿podrán cambiar?, ¡¡es seguro que sí!!, Si se puede cambiar, se puede adquirir cada vez más y más conciencia revolucionaria, revisemos que cosa señala Marx al respecto
«….a este combate no podemos ir con posiciones dogmaticas: ¡He Aquí la verdad; seguidnos!! No nos presentemos antes el mundo con el nuevo principio descubierto-especie de piedra político-filosofal capaz de revolucionar mágicamente la vida. Tampoco nos presentemos de manera doctrinaria, cuasi religiosa, con sistemas ya acabados y definitivos. No buscamos promover ante el mundo-a partir de los principios del mundo- los nuevos principios, sencillamente demostremos al mundo porque lucha. Y el tiempo nos dirá el resultado de nuestro trabajo: la toma de conciencia. La reforma de conciencia deberá ser nuestro lema.» (op.cit)
la visión del pasado no nos deja ver el gran avance socio-histórico que hemos tenido en estos diez años, que de un aproximadamente, 3.5% de personas que se declaraban o decían ser socialistas o abrazar esta opción, hoy en el Socialismo del siglo XXI, se apuntan más de un sesenta y largo por ciento de la población.
¿Hacia dónde se debe orientar la crítica entonces? Para pasar de una crítica domestica y comencemos a construir la filosofía Crítica, la crítica revolucionaria, apelemos nuevamente a Marx quien al respecto señala «… No es posible programar el futuro y dejar todo arreglado; eso es fantasía. Pero si es posible criticar el orden existente en forma implacable para abrir las puertas a un mundo nuevo…» (op.cit)
Se desprende de ello que la toma de conciencia solo es posible con una crítica severa, implacable, recia del orden existente, pero una crítica que debe ser coherente no debemos referirnos a las personas, salvo en algunos casos que nuestros camaradas o cualquier persona evidentemente estén, conscientemente o no afectando al proceso y ello se deba corregir, o en casos de corrupción por ejemplo, pero con las pruebas en la mano, nada que me lo dijo fulano que se lo dijo zutano…
He oído algunas críticas muy duras de personas que están en posición de «poder», hacia individuos que elevan alguna petición de incrementos salarial, develándole públicamente la falta de ética socialista o en algunos casos sostener que los revolucionarios no deben preocuparse de ello, haciéndole sentir al autor de esa solicitud, contrarrevolucionario, creo que la persona o grupo requiere más que una reprimenda o que se les restregué en su cara falsas postura, para hacerlos sentir mal y que en algunos casos causar heridas difíciles de curar; una buena explicación al respecto, por ejemplo que significa el incremento salarial-monetario en la sociedad capitalista, su origen, quien se beneficia con ello y ubicarlos en la construcción de un sistema de seguridad social que no es más que eso que se denomina el salario-social que permita que todos los humanos podamos tener acceso a la recreación, a la salud, a la alimentación, a la educación, vivienda etc.
Otro caso fue una crítica severa a los industriales y comerciantes que se definen socialistas, creo que el momentos socio-histórico reclama que ellos sean parte de este proceso Bolivariano- socialista, el proceso y ellos definirán su participación futura, no sabemos, no podemos saber, es decir, no podemos adelantar el futuro, sabemos que muchos de los que hoy están, posiblemente no estén más adelante y muchos de los que hoy no están, quizás en el futuros estén, la realidad es dialéctica y ella ira con la práctica política científica de los revolucionarios y no solo con su teoría, delineando el presentes, para hacerlo pasado y transcender al futuro.
Podemos reflexionar más al respecto con la realidad próxima pasada y con el más debido respecto de los protagonistas a quien menciono, quien podía predecir hace quince años que los militares venezolanos iban a dar un paso al frente y comprometerse con la revolución Bolivariana, como lo están en este momento y quien iba a prefigurar hace quince años atrás, que guerrilleros que lucharon, expusieron su vida, por un propósito socialista, unos iban a quedar en la cuerda floja, al tratar de ubicarse por encima del bien y del mal, o mirando la revolución «como gallina que come sal» y otros ponerse al lado de la ultraderecha imperial, continental y venezolana.
Muchos se han bajado de este torpedo y muchos han subido. No estamos en capacidad de decir quiénes son los Bolivarianos Socialistas del futuro y quiénes no.
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*1, 2, op.cit J.R. Núñez Tenorio y col, Categorías Fundamentales I.
C, Marx- F. Engel (1836-1844), Ediciones de la Biblioteca, Colección Rectorado. UCV-1991
F. Engel, Ludwig Feuerbac y el fin de la Filosofía Clásica Alemana, Editorial Progreso, impreso en la URSS, 1978
* Humberto Mendoza es Profesor de la Universidad Central de Venezuela, UCV, y miembro del PSUV. [email protected]