Parece una pregunta absurda, teniendo en cuenta que la razón de ser de una red social es la comunicación y la conexión entre los diferentes usuarios de la red. Pero no todo es tan sencillo como parece. Las redes sociales se han convertido en un arma de doble filo. Una herramienta para hacer la revolución […]
Parece una pregunta absurda, teniendo en cuenta que la razón de ser de una red social es la comunicación y la conexión entre los diferentes usuarios de la red. Pero no todo es tan sencillo como parece. Las redes sociales se han convertido en un arma de doble filo. Una herramienta para hacer la revolución o para contener y vigilar a las masas sociales.
Twitter, Facebook y demás redes sociales están siendo protagonistas debido a los acontecimientos acaecidos en Japón durante los últimos días. Gracias a Internet, la gente ha podido comunicarse y obtener información valiosa que en ocasiones ha salvado vidas. Está claro que tener acceso a la red en tiempos de crisis es fundamental.
Pero tan importante como el acceso a la red en sí es la manera en que lo hacemos.
Las redes sociales se crearon para poner en contacto a las personas de una manera más sencilla que a través de correos electrónicos o foros especializados. Así, empezaron a surgir diferentes redes sociales como Facebook, Hi5, Orkut, MySpace o Tuenti. Pero hay un fallo en esta concepción de las redes sociales, y es la prácticamente nula interconexión entre ellas.
Un usuario de una red social deberá tener a sus contactos dentro de esa misma red, ya que de otra manera no podrá establecer comunicación con esa persona. Ahí es donde está el punto débil de este sistema. Al necesitar a tu grupo de amigos en el mismo lugar, se produce el fenómeno de los «contactos por arrastre», es decir, aquellos que eligen una red social determinada no por sus características intrínsecas, sino porque todos los demás pertenecen a ella. El valor real de una red social es el número de usuarios que es capaz de captar, y cada nuevo usuario agrega valor a esa cadena, con lo que se produce una situación de todo o nada. Si una red social existe, tendrá millones de usuarios, de otro modo, ni siquiera existirá. Obviamente hay excepciones con las redes sociales enfocadas a ciertos nichos de mercado.
Y volvemos al problema anteriormente mencionado. Cuando un usuario elige una red social, automáticamente se está excluyendo de las otras. Incluso aunque tenga una cuenta en todas y cada una de las otras redes sociales, siempre habrá una que considere la principal, y esa será la que use con mayor asiduidad.
Este hecho ha provocado que en todo el mundo se creen «islas» de usuarios con una fuerte interconexión entre sí, pero prácticamente aislados unos de otros.
En este mapa podemos apreciar cómo se distribuyen los usuarios según el tipo de red social que usan.
Los de Facebook no hablan con los de Orkut y estos a su vez no lo hacen con los de QZone.
La situación es que se tiende a un sistema en que los usuarios apenas se relacionan con otros usuarios fuera de su red social habitual.
El correo electrónico fue un gran avance en el mundo de la informática. y aún hoy sigue siendo el medio más común para interactuar con otros usuarios en Internet. La gran ventaja del correo electrónico es su integración con todos los sistemas y redes. Es decir, cualquier correo electrónico puede ponerse en contacto con cualquier otro, independientemente del sistema operativo del ordenador, el navegador, la empresa que nos suministra la conexión o el email.
Las redes sociales por eso son un arma de doble filo, ya que por un lado integran a millones de personas bajo un sistema común y por el otro crea núcleos aislados unos de otros.
¿Se podría integrar todas las redes sociales dentro de un mismo sistema? Por supuesto.
Con esto no estoy diciendo que las empresas deban renunciar a sus marcas y sus ventajas competitivas en cuanto a los servicios que cada red social tenga. Estoy hablando de homogeneizar los protocolos de comunicación entre ellas, de manera que un usuario, independientemente de la red social a la que pertenezca pueda agregar a sus amigos sin importar qué red usen, de la misma manera que un usuario de Gmail escribe a otro con una cuenta de Yahoo y no hay problemas.
Solo hay una manera de hacer esto, y es mediante el uso de software libre.
Unos estándares libres para la industria de las redes sociales permitiría romper las barreras que existen en actualmente, y poner en contacto a millones de personas entre sí. Lo único que cambiaría es que cada uno usaría la red que más le satisfaga, la «piel» que más nos guste para hablar con nuestros amigos.
Esto fomentaría la creación de nuevas redes sociales que funcionaran bien y otorgaran verdadera privacidad a sus usuarios (como gNewBook) sin preocuparse por conseguir un número de usuarios base para funcionar.
Las redes sociales cerradas limitan el flujo de información y limitan de facto los derechos de los usuarios a poder elegir sin presiones externas y sin cláusulas abusivas de ningún tipo. Así que sí, son muy necesarias, pero también es muy necesario que sean libres.
Esperemos que la tendencia cambie y se consiga en pocos años.
http://www.pillateunlinux.com/%C2%BFde-verdad-las-redes-sociales-mejoran-la-comunicacion-global/