Recomiendo:
0

Debate sobre las tendencias actuales del proceso

Fuentes: noticierodigital.com/

Los dos primeros meses de 2007 han sido intensos en debate sobre las tendencias actuales del proceso económico y sociopolítico del país. ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es el balance de lo ocurrido hasta ahora? Los recientes discursos radicalizados del Presidente ¿lo fortalecen o lo debilitan en su intención de llevarnos al socialismo?Entre los innumerables espacios […]

Los dos primeros meses de 2007 han sido intensos en debate sobre las tendencias actuales del proceso económico y sociopolítico del país. ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es el balance de lo ocurrido hasta ahora? Los recientes discursos radicalizados del Presidente ¿lo fortalecen o lo debilitan en su intención de llevarnos al socialismo?

Entre los innumerables espacios de discusión abiertos dentro y fuera del país -así como en Internet- quiero referirme a ideas oídas en dos: un foro realizado en Washington el 14 de febrero, organizado por la ONG Washington Office on Latin America (WOLA) y un simposio realizado en la ciudad de Maracaibo en LUZ poco después.

En ambos eventos hubo altos niveles de calidad por parte de ponentes y público, y el comienzo promisorio de un debate no polarizado.

En Washington los analistas venían de diversos países, pero la representación venezolana fue significativa. Sobre el tema de las políticas sociales, hubo un consenso en torno a las bondades de la concepción social del primer gobierno de Chávez, su objetivo de superar, no la pobreza únicamente, sino la exclusión entendida como falta de derechos y ciudadanía de las mayorías.

También hubo coincidencias en debilidades y contradicciones, siendo la más preocupante la escasa atención por darle a políticas como Barrio Adentro soporte institucional y bases financieras solventes, que garanticen su supervivencia en el tiempo.

También fue reiterado el clamor porque se incentive y apoye evaluaciones honestas sobre lo hecho en las distintas misiones y programas sociales, que permitan perfeccionarlas con miras a la consolidación de las exitosas y necesarias para un Estado democrático.

La economía y la política petrolera, por supuesto, levantan ronchas en todo foro público. Existen dos visiones en muchos aspectos antagónicas sobre ambas, aunque el modelo económico gubernamental sigue siendo bastante confuso para la mayoría de los analistas. En cuanto a la política petrolera, ésta es más coherente.

La visión pro gobierno es la de mantenerla bajo el control del Estado, para garantizar renta razonable a ser utilizada tanto para desarrollar en el ámbito nacional el proyecto socialista, como en el internacional las alianzas con países de América Latina, y el mundo en busca de un orden multipolar y anti-imperialista.

Para la visión opuesta, presente también en Washington, la confrontación con EEUU y las inversiones que se han hecho en otros países para ganarse su simpatía y respaldo es un error, y arriesga no sólo un conflicto con el «imperio», sino perdidas materiales cuantiosas que se hubieran podido invertir en la lucha por una economía nacional más productiva e independiente de la renta.

Este debate es crucial, y desgraciadamente el grado de polarización que aun exhibe no propicia la realización de un análisis ponderado de los pro y contra del actual desempeño de esta política.

Me llamó la atención dos datos que no conocía: uno, que pese a lo prolífico de los convenios energéticos que se han venido firmando, Venezuela sigue vendiéndole a los EEUU más del 60% de su producción, o sea, en términos de diversificación de clientes el resultado hasta ahora es magro; el otro, el año pasado la balanza comercial entre Venezuela y los países conque ha firmado acuerdos comerciales en AL ha sido favorable a todos éstos y no a nosotros.

En los análisis políticos en Washington hubo coincidencias entre los panelistas sobre las tendencias del gobierno a reducir el sistema político, concentrar y subordinar los poderes del Estado al Ejecutivo Nacional, o más específicamente al Presidente, y dejar atrás a la Constitución de 1999, para ir a unas reformas importantes que se harán sin amplio consenso.

Esta evolución venezolana coincide con otras en países andinos como Bolivia y Ecuador y pareciera ser fruto de las condiciones de exclusión y debilidad institucional que han marcado estas sociedades.

Como dato interesante, hubo una afirmación muy tajante por parte de Jennifer McCoy, de la imposibilidad material de una invasión ahora de EEUU a Venezuela, así como de las diferencias entre las condiciones generales que llevaron al modelo socialista autoritario de Cuba en los sesenta, y las características hoy de la sociedad venezolana, más globalizada y con una mayor tradición democrático-pluralista.

En el panel también varios coincidieron en que la ineficiencia es el gran talón de Aquiles del gobierno, y tiende a crecer por la profundización de tendencias de concentración de poderes en el Presidente y nacionalizaciones. Como resultado, Chávez puede terminar por ser percibido como el principal responsable de todos los males de la Quinta República.

Tendencias de la violencia social

Quizás el diagnóstico y las tendencias más alarmantes, presentadas en el foro realizado en Washington, las dio Carlos Ayala con relación a la violencia social en sus distintas manifestaciones.

Después de haber sido hasta 1989 Venezuela una sociedad con bajos promedios de violencia, hemos venido escalando hasta convertirnos hoy en el país con mayor violencia de entre 57 países estudiados por la UNESCO, entre los que se incluyen todos los países del continente.

Caracas, después de la brasileña Recife, es la segunda ciudad con mayor nivel de homicidios en el hemisferio. En nuestras cárceles, con 18.000 reclusos, mueren más presos que en las cárceles de México, Colombia, Argentina y Brasil que juntas suman unos 500.000 presos.

Un gobierno verdaderamente revolucionario debería centrarse ahora, junto a la construcción de la institucionalidad necesaria a la democracia participativa, en resolver estos atroces problemas.

¿Freno al partido unido?

Ha corrido mucha agua desde que el Presidente el 15 de diciembre del año pasado «decidió» crear un partido nuevo, llamando a los partidos aliados a unificarse en él y amenazando con retirarlos del gobierno si no seguían su voluntad. Chávez señaló entonces que los votos habidos el 3D «son de Chávez y del pueblo, no se caigan a mentiras».

Sin dudar que Chávez es quien capitaliza sus votos, de todas maneras ¿Por qué la tercera parte de los votos chavistas fueron a partidos distintos al MVR?

Desde diciembre no ha cesado la turbulencia en las bases, en los partidos aliados, y entre sectores afines al proceso como los intelectuales. Hay inconformidad, tensión y discusión sobre esta propuesta.

El resultado ha sido que el Presidente ha bajado el tono, que los partidos y diversos grupos han logrado abrir debates y organizar plenos y asambleas, y parece ahora que se va a bajar la velocidad con que al principio se iba a dar la unificación. Enhorabuena.

Días atrás, miembros de la comisión encargada por el Presidente de la propuesta de partido unido han venido manifestando que un partido no se decreta sino que se construye, y que son distintos los tiempos de los procesos de organización social y política con relación a los operativos.

En el simposio de Maracaibo el general Müller reflexionó sobre lo efímero de la vida humana frente a los procesos de transformación de las sociedades y se mostró propicio a bajar las premuras. ¿Será escuchado?