El siguiente artículo apareció originalmente en la publicación británica The Guardian el 25 de mayo.
Las fuerzas neoconservadoras, a través de medios complacientes y agrupaciones de la derecha cristiana en el Parlamento europeo, están preparando su más reciente ataque contra Chávez y el gobierno de Venezuela. El más reciente enfoque de la campaña es la decisión de las autoridades de radiodifusión de Venezuela de no renovar la licencia del canal privado de televisión RCTV. El aparato anti-Chávez una vez más presenta un reto para los ministros del Exterior.
Los seguidores de Washington caracterizan la decisión de afrenta a la libertad de palabra, pero los hechos dicen lo contrario. Más de 80% de las emisoras venezolanas de TV y radio son de propiedad privada; esto excluye un número de cadenas de televisión por cable y satélite que están disponibles. De este 80%, partes significativas son propiedad de grupos corporativos. Según un reciente editorial de The New York Times, esto ha provocado una situación en la cual «hasta los mejores emisores de noticias tienden a ser abiertamente ideológicos… así que las opiniones de los propietarios pueden pernear los reportes».
Casi todos los periódicos venezolanos están en manos privadas. La prensa tiene total libertad para reportar y expresar opiniones, sin interferencia del gobierno. La mayoría lo hace a diario con considerable brío. Ningún medio ha tenido problemas con su licencia por expresar opiniones políticas. Ningún periodista ha sido encarcelado o castigado por reportar o comentar.
En el caso de RCTV, el emisor no ha cumplido con las normas básicas de interés público. El criterio para esta evaluación es similar al usado por la Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU. RCTV es libre de transmitir por cable y satélite, los cuales están disponibles en todo el país.
En el Reino Unido, si el Canal 4 hubiera apoyado un intento de golpe contra el gobierno que hubiera provocado disturbios civiles e incluso muertes, ¿apoyaría alguien la renovación de su licencia? RCTV ha perdido su licencia porque sus ricos propietarios dieron un enfoque tendencioso a las noticias para dar apoyo al golpe de abril de 2002 contra Chávez y el gobierno elegido. Esto no será noticia para los que se reunieron en el parlamento la semana pasada para ver el excelente documental de John Pilger La guerra a la democracia, el cual muestra imágenes de la participación de RCTV.
Mientras el golpe fracasaba y los venezolanos se cuestionaban la «renuncia» de Chávez, RCTV prohibió a sus corresponsales transmitir esa noticia.
Entonces, ¿qué esperanza hay de que nuestros representantes en la UE puedan soportar la presión derechista y argumenten en contra de una decisión discriminatoria contra Venezuela en la reunión de Estrasburgo la próxima semana? No mucha, si nos guiamos por el documento público de estrategia del Ministerio del Exterior, Latinoamérica al 2020.
Lord Triesman, principal autor del documento y ministro del Exterior, esboza como prerrequisitos para la participación del Reino Unido en Latinoamérica una adhesión al liberalismo de libre mercado y a una democracia singularmente definida. El documento muestra que nuestro gobierno sigue estando comprometido con el modelo neoliberal como forma de enfrentar los más altos niveles de desigualdad social en el mundo.
Sin embargo, cualquiera que esté interesado en naciones como Venezuela o Bolivia puede ver que los paquetes de comercio y ayuda del «consenso de Washington» han defraudado a las personas más desesperadas de esas naciones. En el documento, se menciona y felicita a muchos líderes latinoamericanos, pero Chávez no recibe tal reconocimiento. El Ministerio del Exterior parece ignorar las razones de la popularidad de Chávez, Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador: el fracaso de las políticas neoliberales impuestas por Washington y endosadas por la UE.
No es demasiado tarde para que el gobierno laborista se comprometa con los que desean alcanzar la justicia para su pueblo, Los sucesos en Estrasburgo la próxima semana brindan una oportunidad para que el gobierno del Reino Unido muestre razón y buena voluntad.
Colin Burgon es miembro laborista del Parlamento por Elmet y presidente de Amigos Laboristas de Venezuela [email protected] .