Activistas expresaron decepción por el borrador del acuerdo final de la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), divulgado este sábado en Hong Kong, porque no fija una fecha exacta para la eliminación de los subsidios agrícolas y deja la puerta abierta a la liberalización de los servicios.
El borrador establece la fecha tope de 2010 para que los países del Norte industrializado eliminen sus polémicos subsidios agrícolas. Pero también les permite hacerlo «cinco años después de la entrada en vigor del acuerdo», en 2008, con lo que tendrían tiempo hasta 2013.
El texto, elaborado por la secretaría de la OMC luego de un proceso de consultas, debe ser aún negociado por los 149 países presentes en la reunión de Hong Kong, que terminará este domingo.
Mientras se desarrollaban este sábado las negociaciones, manifestantes contra la OMC traspasaron la vigilancia policial y se acercaron al centro de reuniones. Al menos 41 personas resultaron heridas cuando las fuerzas de seguridad dispersaron a la multitud empleando gases lacrimógenos.
El intercambio de bienes industriales y servicios, un tema clave para las naciones ricas, se estancó en las últimas conferencias ministeriales debido a la resistencia de los países del Sur a abrir más sus mercados a las poderosas compañías multinacionales.
Los servicios representan 70 por ciento de la economía global, pero sólo 20 por ciento del comercio internacional debido a los límites en muchos países a la propiedad extranjera.
Según el régimen actual de la OMC, cada país es libre de decidir qué sectores liberalizar y cuándo. Sin embargo, el borrador impulsado por los países ricos reconoce la necesidad de fijar un calendario para la liberalización internacional de los servicios, aunque no incluye fechas específicas.
IPS dialogó con Aileen Kwa, de la organización no gubernamental Focus on the Global South (Enfoque en el Sur Global), sobre sus reacciones ante el texto divulgado este sábado.
La organización, con sedes en Bangkok, Manila y la occidental ciudad india de Mumbai, trabaja desde 1995 en el análisis y la promoción de políticas para el desarrollo.
IPS: ¿Considera usted que el borrador de declaración de la OMC divulgado este sábado es un paso a favor o en contra de las naciones pobres? AK: Creo que es un paso hacia atrás para los países en desarrollo si ellos lo aceptan porque les pide que abran radicalmente sus mercados, no sólo a los productos industriales, sino también a los servicios.
IPS: Pero, ¿no ha sido siempre esa la posición de las naciones industrializadas? AK: Eso es lo que públicamente siempre dijeron que querían. Pero los países en desarrollo estaban protegidos por las flexibilidades del GATT (siglas en inglés del Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio, antecedente de la OMC), que decía que nosotros podíamos abrir nuestros mercados si eso estaba dentro de nuestros intereses nacionales.
IPS: ¿Piensa que alguna de las demandas de los países pobres fueron atendidas en el borrador de la declaración final? AK: Sí, pero en forma muy insignificante. Los países en desarrollo dejaron en claro que no querían el Anexo C (referido a los servicios) y que preferían una alternativa que les permitiera mantener la flexibilidad. Al parecer su posición fue ignorada, porque este texto no toma en cuenta lo que pedían.
IPS: ¿Cree que los países en desarrollo podrán mantenerse firmes? AK: Hay mucha presión política, una inmensa presión política sobre los países en desarrollo. Habrá llamados de Washington a los presidentes y ministros para decirles que se callen, ya que hubo países que gritaron en el salón verde (donde se realizan las negociaciones de la OMC). Pero la pregunta es si seguirán juntos. Esta mañana, los países africanos dijeron rechazar el anexo. Creo que hay posibilidades de que continúen con la oposición.
IPS: ¿Está usted desilusionada por el texto o por el silencio de los países pobres sobre la declaración final? AK: Estoy desilusionada con el comportamiento de los países industrializados. Es una situación muy difícil para las naciones pobres. Algunas de ellas dependen de los países ricos por las grandes cantidades de ayuda que reciben para seguir de pie, y por tanto tienen muy poca soberanía. No tienen nada que ver con esto. Es sólo parte de la larga historia de las relaciones económicas.