Los autores que defienden el decrecimiento parten de identificar el crecimiento como motor/objetivo del sistema capitalista. Así lo define Carlos Taibo: «La visión dominante en las sociedades opulentas sugiere que el crecimiento económico es la panacea que resuelve todos los males.» O como sugiere Raúl García-Duran «El capitalismo ha adoptado el crecimiento como «norma de […]
Los autores que defienden el decrecimiento parten de identificar el crecimiento como motor/objetivo del sistema capitalista. Así lo define Carlos Taibo: «La visión dominante en las sociedades opulentas sugiere que el crecimiento económico es la panacea que resuelve todos los males.» O como sugiere Raúl García-Duran «El capitalismo ha adoptado el crecimiento como «norma de conducta» . O aun más cuando se pone el norte en el consumismo, como explica Luís González, al fijar el «incremento constante de la acumulación individual» como la premisa sobre la que se basa el sistema económico.
Efectivamente, los discursos de los economistas y políticos capitalistas afirman buscar el crecimiento, y también permitir una mayor acumulación de bienes para cada individuo. Pero lo esencial es definir lo que realmente mueve la economía capitalista. Al capitalista no le importa desarrollar o destruir producción si con cualquiera de las dos acciones genera beneficio, porque es éste y no cómo conseguirlo lo que mueve su economía. Tampoco le preocupa la cantidad mayor o menor de bienes que queden en manos de la gente en sí misma: si desarrolla el consumismo es tan sólo como un medio para ampliar sus ventas y beneficios; pero de nuevo, ante situaciones de caída de venta de su producción, destruirá una parte de la misma antes que entregarla para satisfacer necesidades, pues el objetivo es preservar la tasa de beneficio, no el aumento del consumo en sí.
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Fuente: http://luchainternacionalista.