Recomiendo:
0

República Dominicana

Denuncian la explotación laboral de 500.000 niños

Fuentes: Argenpress

Cerca de medio millón de niños en República Dominicana son víctimas de explotación laboral en trabajos domésticos, prostitución, plantaciones agrícolas, industrias o venta en las calles.De acuerdo con la Oficina Nacional de Planificación, en el país hay más de 4.131.205 personas que son menores de 18 años, de los cuales el 45%, es decir, un […]

Cerca de medio millón de niños en República Dominicana son víctimas de explotación laboral en trabajos domésticos, prostitución, plantaciones agrícolas, industrias o venta en las calles.

De acuerdo con la Oficina Nacional de Planificación, en el país hay más de 4.131.205 personas que son menores de 18 años, de los cuales el 45%, es decir, un 1.859.042, sobreviven en la extrema pobreza.

Un reciente estudio dado a conocer en República Dominicana reveló que solamente en Santo Domingo y Santiago de los Caballeros había más de 47.000 niños dedicados al trabajo informal.

Otra modalidad laboral en que intervienen menores de edad es la realizada por muchos niños y niñas harapientos, desnutridos o abandonados por sus padres, en plantaciones agrícolas sometidos a una verdadera esclavitud, con la comida como único pago.

En comunidades campesinas y barrios marginados del país, más de 100.000 menores de edad desarrollan labores en las calles, mientras que cerca de 300.000 realizan diferentes trabajos domésticos, estima la investigación.

En esa cifra tan escalofriante, agregan, no salió a relucir el escandaloso número de menores ocupados en labores que, en gran medida, son invisibles, como señala la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.

Según la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) a inicios del 2000 un total de 25.455 menores habían sido prostituidos en Dominicana y de cada tres menores que vendían sus cuerpos dos son mujeres y uno varón.

Medios de prensa calificaron de escandalosa la cantidad de niños que realizan labores reservadas para los adultos, desarrollando prácticas que entorpecen su formación escolar, descanso o esparcimiento y malogran su adolescencia.

Marisol Tobal, Coordinadora Nacional de Niños, Niñas, Adolescentes y Familias de la Procuraduría, teme que estas estadísticas están incompletas.