Denuncias de un plan terrorista para sabotear las elecciones del pasado domingo en Venezuela lanzaron hoy un manto de dudas sobre la actuación de partidos opositores que se retiraron de esos comicios cuatro días antes. La retirada que los observadores electorales europeos recibieron «con sorpresa», según sus propia declaraciones, constituyó un suicidio político para varios […]
Denuncias de un plan terrorista para sabotear las elecciones del pasado domingo en Venezuela lanzaron hoy un manto de dudas sobre la actuación de partidos opositores que se retiraron de esos comicios cuatro días antes.
La retirada que los observadores electorales europeos recibieron «con sorpresa», según sus propia declaraciones, constituyó un suicidio político para varios partidos que quedaron fueran del Parlamento por primera vez en medio siglo.
Al exponer pruebas de los planes de grupos violentos, varios legisladores venezolanos se preguntaron si los líderes opositores que dieron el inesperado paso de retirarse sabrían del plan terrorista recién revelado. ¿Conocían los partidos que se retiraron este plan terrorista?, preguntó la diputada Cilia Flores, luego de dar a conocer grabaciones en las que unos de los conspiradores estimó en 15 mil los muertos que provocaría la acción violenta proyectada.
Asimismo el vicepresidente de la Asamblea Nacional Pedro Carreño, tras hacer la misma interrogante, apuntó que ahora es necesario saber si los políticos estaban al tanto del plan terrorista y continuarán con sus acciones contra el Estado.
Según las grabaciones dadas a conocer, varios militares retirados entre ellos el general Oswaldo Sujú y el coronel Carlos González Caraballo, participaron en un complot que incluía la toma de tres bases militares y el asesinato de figuras «de primera clase».
Tanto Flores como Carreño aseguraron que el plan fue fraguado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y financiado por la Embajada de ese país en Venezuela.
El intento terrorista fue desarticulado por los organismos de seguridad venezolanos, que decomisaron explosivos y armas y -como demuestran las grabaciones de conversaciones telefónicas- estuvieron al tanto del proyecto conspirativo. En las cintas se escucha a los complotados hablar sobre la adquisición de 40 antitanques de largo alcance AT4, utilizados también contra helicópteros, vehículos y concentraciones de personas.
Las denuncias vinculan este proyecto con la explosión de niples y la voladura de un gasoducto en vísperas de las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre, ganadas ampliamente por los seguidores del Presidente Hugo Chávez.
Las revelaciones indicaron que el asesinato de Chávez formó parte de la estrategia, a la cual se vincula ahora la retirada de los comicios de los partidos políticos.
«Nosotros habíamos dicho que tenían un plan terrorista y desestabilizador contra las elecciones, vimos que líderes de la oposición de manera abrupta se retiraron y decíamos que quien renuncia a la vía electoral tiene bajo la manga otra opción», afirmó Flores.
Asimismo el Presidente de la Asamblea Nacional, Nicolás Maduro, adelantó que las pruebas de la conspiración y el intento de generar una «matanza masiva» serán presentadas al Poder Judicial y opinó que se trató de un complot dirigido por la CIA.