El vicepresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Roberto Hernández, denunció hoy la existencia de una campaña de falsedades sobre un proyecto de reforma constitucional que será votado en referendo el 2 de diciembre. En entrevista con Prensa Latina, Hernández consideró que aunque la aprobación de la reforma «es un hecho que no deja lugar […]
El vicepresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Roberto Hernández, denunció hoy la existencia de una campaña de falsedades sobre un proyecto de reforma constitucional que será votado en referendo el 2 de diciembre.
En entrevista con Prensa Latina, Hernández consideró que aunque la aprobación de la reforma «es un hecho que no deja lugar a dudas», se impone vencer las tergiversaciones propagadas por la oposición.
La oposición -dijo- ha apelado a falsedades, como decir que se va a eliminar la propiedad privada y se va a quitar la patria potestad, que la reelección presidencial constituya una dictadura y así sucesivamente.
Para Hernández, sin embargo, son muy claros los términos de la reforma en cuanto a la preservación de la propiedad privada junto a otros tipos de propiedad y que la reelección no la decide el presidente, sino el pueblo venezolano.
La privación de la patria potestad es un verdadero absurdo, ya ocurrió en Cuba con la famosa operación Peter Pan: difundieron una mentira y muchos padres sacaron a sus hijos hacia Estados Unidos, dividieron familias, los padres perdieron a sus hijos, precisó.
En opinión del líder parlamentario, «la tarea más importante es derrotar esas mentiras, porque siempre logran engañar a algunos sectores de la población, sobre todo cuando cuentan con los medios de comunicación privados difundiendo estas mentiras».
El diputado venezolano indicó que en realidad la reforma es la profundización y una precisión de lo que ya contiene la actual Constitución.
Nosotros -explicó- no estamos haciendo una reforma socialista, sino una reforma de transición hacia el socialismo, porque nuestra revolución es una revolución de liberación nacional en transición hacia el socialismo.
Según el criterio de Hernández ya llegará el momento en que la historia, las condiciones sociales y económicas determinen cuando deberá hacerse un ordenamiento jurídico plenamente socialista.
El socialismo, decía Lenin, es el resultado del desarrollo de las fuerzas productivas, la maduración de las relaciones de producción y la conciencia de las masas, subrayó Hernández.
Experiencias amargas demuestran -advirtió- que una definición incorrecta de la etapa que se vive nos lleva al fracaso total.
«Siempre pongo el ejemplo de la Unión Soviética, que dijo haber eliminado la lucha de clases y ya era totalmente socialista en el año 1936 y vimos cómo esa experiencia culminó en un fracaso, sin que saliera ningún sector, especialmente los obreros, a defender su proyecto.
Hernández apuntó que el socialismo es el proyecto específico de la clase obrera y, por ello, se debe trabajar por lograr su unidad en Venezuela.
Recordó que actualmente se promueve una constituyente sindical con el propósito lograr la unidad del movimiento obrero y alertó que en la transición hacia el socialismo se debe ser muy vigilantes, porque se corre el peligro que la contrarrevolución pueda triunfar.
En cuanto a lo que esperamos que ocurra el 2 de diciembre, dijo, estamos seguros del triunfo. Pienso que el gran enemigo en este proceso de la reforma es la abstención, como se viene expresando en algunos procesos electorales, señaló.
En esta oportunidad Hernández alertó que incluso los adversarios pretenden sumar los votos del no con la abstención, para decir que un sector importante de la población no aprueba la reforma y por lo tanto es ilegítima.
En cuanto al rasgo fundamental de la reforma, el parlamentario venezolano considera que es el poder popular, y todas las normas se están modificando son para conferirle al pueblo mayores facultades de las que le otorgaban las legislaciones anteriores.
Para Hernández eso es lo que no quiere el imperialismo, la oligarquía y los sectores que se oponen a todo cambio, a darle al pueblo facultades que no tenía capacidad de decisión en la democracia representativa.
Ahora estamos confiriendo poder de decisión a los consejos comunales, consejos de trabajadores, campesinos y estudiantiles: que sean ellos los factores verdaderamente determinantes en los cambios sustanciales que necesitamos.