(2´09´´ /504 Kb) – Entre los años de 2005 y 2006, aproximadamente 17 trabajadores que vivían en condiciones semejantes a la esclavitud murieron en cañaverales de todo Brasil. Es lo que apunta el informe de «Derechos Humanos en el campo latinoamericano: Brasil, Guatemala, Honduras y Paraguay», divulgado recientemente por el Movimiento de los Trabajadores Rurales […]
(2´09´´ /504 Kb) – Entre los años de 2005 y 2006, aproximadamente 17 trabajadores que vivían en condiciones semejantes a la esclavitud murieron en cañaverales de todo Brasil. Es lo que apunta el informe de «Derechos Humanos en el campo latinoamericano: Brasil, Guatemala, Honduras y Paraguay», divulgado recientemente por el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), Red Social de Justicia y Comisión Pastoral de la Tierra (CPT).
El informe indica que en todos los países existen irregularidades y violaciones de los derechos humanos, aunque, la situación más crítica es la de Brasil. Maria Luísa Mendonça, periodista y directora de la Red Social, afirma que este problema es ocasionado por la concentración de tierra y políticas agrarias que benefician a los grandes empresarios.
«Mientras permanece una política de agricultura basada en el latifundio y en el monocultivo dirigido para la explotación, este problema no será resuelto. Esa política agrícola genera desempleo, genera concentración de renta y también pobreza. Entonces no sirve de nada solamente cumplir la legislación laboral, lo que tiene que hacerse es la reforma agraria. No hay una política que apoye a la pequeña agricultura en la producción de alimento. Lo que es necesario hacer para el Brasil es la democratización de la tierra.»
El sector azucarero es el que más explota al trabajador. Para tener idea, un cortador de caña corta aproximadamente 15 toneladas de caña por día, eso significa aproximadamente 10 mil golpes de machete. El último día 19, la policía libertó a 68 trabajadores de una usina de producción de etanol en el municipio de Itaruma, en el centro oeste brasileño, que vivían en condiciones precarias. Se estima que en Brasil existan aproximadamente 15 mil trabajadores que viven en condiciones semejantes a la esclavitud.