Resguardar los derechos de los pueblos indígenas es una de las prioridades del Gobierno venezolano para garantizar una mayor participación de ese grupo en los programas de inclusión, impulsados por el presidente Hugo Chávez. La Constitución de 1999 fue el paso inicial en el reconocimiento de las 44 comunidades nativas existentes en el país, el […]
Resguardar los derechos de los pueblos indígenas es una de las prioridades del Gobierno venezolano para garantizar una mayor participación de ese grupo en los programas de inclusión, impulsados por el presidente Hugo Chávez.
La Constitución de 1999 fue el paso inicial en el reconocimiento de las 44 comunidades nativas existentes en el país, el respeto a su organización social, política y económica así como culturas, costumbres, idiomas y religiones.
Pero la atención hacia ese sector ha sido constante en los últimos 12 años, cuando el Estado validó múltiples leyes dirigidas a los originarios y relacionadas con el medioambiente, la demarcación de tierras y del hábitat, la educación, el proceso electoral y los servicios sociales, entre otros terrenos.
Otro elemento importante fue la creación en agosto de 2001 de una Defensoría para los Pueblos Indígenas, con competencia nacional y encargada de vigilar las garantías constitucionales de las etnias venezolanas, distribuidas en nueve estados.
Esa entidad también vela por el respeto de los derechos humanos establecidos en los tratados, convenios y acuerdos internacionales, suscritos y ratificados por el Estado venezolano, y ello ejerce las acciones necesarias para propiciar su real y efectiva protección.
«A nivel nacional atendemos a todas las comunidades y pueblos indígenas que acuden a nuestras oficinas para solucionar los conflictos», refirió recientemente Omaira Camacho, Defensora Pública General.
Mediante los 22 defensores públicos del país -indicó- se procesaron al menos 300 casos en materia de demarcación de hábitat y tierras colectivas.
Por otro lado, la Asamblea Nacional incluyó en su nómina de diputados a tres representantes de las etnias del país escogidos por las comunidades, lo cual visibilizó la existencia de esas poblaciones.
Existen también ocho representantes nativos en consejos legislativos a nivel estatal, 40 en los municipios y un diputado principal al Parlamento Latinoamericano. Por la parte Ejecutiva se creó un Ministerio, una dirección de salud y otra en materia intercultural.
Asimismo, está pendiente de definir un proyecto de Ley de Coordinación de la Jurisdicción Especial Indígena con el Sistema de Justicia.
«Los originarios venezolanos salieron de la oscuridad en la que estuvieron por años para insertarse en el programa de transformación promovido por el presidente Chávez de buen vivir de toda la nación», comentó a Prensa Latina José Luis González, vicepresidente del Parlamento Indígena.
En ese sentido, aludió a los diferentes planes sociales implementados por el Gobierno en materia de educación, vivienda y salud, los cuales también llegaron a las poblaciones autóctonas más alejadas permitiendo erradicar los principales flagelos que las afectaban antes de 1999.
A través de otros programas como la misión AgroVenezuela, las autoridades destinaron 600 millones de bolívares (casi 140 millones de dólares) a desarrollar y ampliar la producción en el campo de esas comunidades.
De acuerdo con la ministra del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, Nicia Maldonado, desde la llegada de Chávez a la presidencia se devolvió un millón de hectáreas de tierras a grupos de las etnias Warao, Jivi, Ukpa, E’Ñepa , Pume, Curripaco, Bari, Wayúu y Yanomami.
La entrega más reciente tuvo lugar en Zulia el pasado 12 de octubre, como parte de las celebraciones por el Día de la Resistencia Indígena.
Representantes de la etnia Yukpa recibieron más de 15 mil hectáreas de tierras recuperadas por el Estado en Sierra de Perijá, acción que puso fin a un viejo reclamo de esa población, despojada de sus predios ancestrales por latifundistas.
RESCATE DE VALORES Y RIQUEZA INDIGENAS
Como parte de su proceso de transformación social, el Gobierno venezolano dedica el mes de octubre a realzar los valores y riqueza cultural de sus pueblos indígenas.
Este año las actividades centrales se extendieron del 12 al 16 pasados en los estados de Aragua, Miranda, Falcón, Sucre y el Distrito Capital bajo el nombre de Encuentro de las Culturas del Caribe.
El plan arrancó con presentaciones de rituales chamánicos, danzas y bailes ceremoniales, además de manifestaciones artísticas con influencia indoamericana como el joropo, las turas y la llora.
Incluyó, además, expo-venta de libros, artesanías, textiles, indumentaria y gastronomía, así como proyecciones de películas, talleres, clases magistrales de danza, teatro y música con investigadores, antropólogos e historiadores.
Pero el realce de los festejos fue la inauguración en Caracas de la réplica del Corbeta Leander, barco en el que el prócer independentista Francisco de Miranda arribó a tierras venezolanas el 3 de agosto de 1806.
La nave, considerada una insignia de las gestas emancipadoras de Venezuela, reemplazó a una copia de la Santa María, una de las tres carabelas empleadas por el almirante Cristóbal Colón en su primer viaje a América.
El Día de la Resistencia Indígena fue instaurado en 2002 por decreto presidencial en sustitución de la festividad que originalmente conmemoraba el descubrimiento del continente por Colón en el siglo XV.
Las autoridades venezolanas cambiaron la denominación para exaltar cada 12 de octubre en tributo a la lucha aborigen contra los colonizadores españoles.
* Yolaidy Martínez Ruiz es corresponsal de Prensa Latina en Venezuela.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?opc=mostrar_noticia&option=com_content&task=view&id=409775