Como un efecto dominó encadenado las bolsas de todo el mundo se fueron derrumbando este martes ante la ola de rumores que alertaban sobre el «rojo» de los principales bancos y firmas hipotecarias de EEUU y un agravamiento del cuadro inflacionario que incrementa el riesgo que enfrenta la primera economía mundial.
Los rumores y las caídas en los mercados internacionales comenzaron con los rumores acerca de unas previsibles pérdidas millonarias del banco de inversión Lehman Brothers y la falta de confianza de los gigantes hipotecarios Freddie Mac y Fannie Marc cuya situación ha tocado fondo.
La incertidumbre sobre las dos mayores sociedades hipotecarias de Norteamérica, Fannie Mae y Freddie Mac, se agravó por los rumores de un posible plan de emergencia para salvarlas, algo que sólo serviría para prorrogar la agonía, según el ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional Kenneth Rogoff.
El ex economista jefe del FMI y profesor de Harvard ha asegurado que «en los próximos meses vamos a ver que no sólo quiebran bancos medianos, vamos a ver uno grande, una de las grandes entidades de inversión o de los grandes bancos».
Rogoff tampoco salvó a las dos sociedades hipotecarias protagonistas de la jornada, Fannie Mae y Freddie Mac. «A pesar de lo que dijo el secretario del Tesoro, esas gigantescas agencias de garantía hipotecaria no van a existir en su forma actual en unos pocos años», sostuvo el economista.
Wall Street abrió el martes con descensos presionado por los datos gubernamentales que mostraron que la inflación subyacente se está acelerando, así como por los temores de los inversores a que la crisis crediticia no haya llegado a su fin.
A las 13:41 GMT, el promedio industrial Dow Jones bajaba un 0,53 por ciento a 11.420,91 unidades, mientras que el más amplio Standard & Poor’s 500 se depreciaba un 0,45 por ciento a 1.273,01 puntos.
Por su parte, el selectivo tecnológico Nasdaq Composite retrocedía un 0,38 por ciento a 2.405,80 unidades.
Todas las Bolsas europeas, incluida la española, han cerrado la jornada con importantes caídas causadas por el terremoto hipotecario estadounidense.
Las bolsas europeas cayeron el martes un 2,4 por ciento, su nivel más bajo en dos semanas, presionadas por una venta generalizada de acciones, los renovados temores a la crisis crediticia, la subida de los precios de producción estadounidenses y por los débiles datos de vivienda.
El índice paneuropeo FTSEurofirst 300 cerró con un descenso de un 2,4 por ciento a 1.160,62 puntos.
Los bancos se desplomaron presionados por los temores de los inversores a la situación del sector financiero después de que un informe de Barron sugiriera que el gobierno de EEUU puede no tener otra alternativa que nacionalizar a los gigantes de financiación hipotecaria, Freddie Mac y Fannie Mae.
Royal Bank of Scotland se desplomó un 6,7 por ciento, Fortis cayó un 4,8 por ciento y Commerzbank perdió un 4,9 por ciento.
Los mercados asiáticos cayeron a mínimos de 2 años ante el temor de que el Gobierno norteamericano pueda acudir en rescate de las principales firmas hipotecarias, desestabilizando aún más el sector financiero. Así, el japonés Nikkei perdió un 1,87%, lo mismo que el índice MSCI para Asia ligeramente más que el 1,7% dejado por el surcoreano KOSPI.
«La inflación continuará siendo un temor, pero la principal preocupación sigue siendo el mercado inmobiliario» dijo Franz Wenzel, de Axa Investment Managers.
«Continuaremos teniendo datos sombríos durante un tiempo. Sabemos por el caso japonés que la crisis inmobiliaria dura normalmente más de lo que los economistas piensan».
Los futuros del crudo estadounidense, por su parte, subieron el martes, apuntalados por un debilitamiento del dólar y por un avance de los contratos del combustible para calefacción y de la gasolina reformulada.
Durante la jornada, el petróleo fue presionado por el fortalecimiento inicial del dólar y porque la trayectoria de la tormenta tropical Fay no afectó la infraestructura energética en el Golfo de México.
En la Bolsa Mercantil de Nueva York, el crudo para entrega en septiembre cerró la sesión a viva voz con un alza preliminar de US$ 1,61 , a US$ 114,48 dólares el barril, tras operar en un rango de entre US$ 111,64 y US$ 116,65.
La caída bursátil del lunes y el martes se suma a un cuadro de temor generalizado a una recesión global con epicentro en EEUU y Europa.
La Reserva Federal de EEUU como el Banco Central Europeo admitieron en sus últimos informes que las economías de Europa y de Estados Unidos pararon de crecer, y la desaceleración se acentúa de la mano de la baja del consumo y la suba de los alimentos y la energía.
Además, de EEUU, Francia a Alemania, pasado por Italia o España, los últimos datos macroeconómicos (inflación, crecimiento económico, productividad) son contundentes: La eurozona ya traspuso la línea y se encuentra en los límites de la recesión que alcanzaría plenamente con otros dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo como pronostica el BCE.
Según The Wall Street Journal, la economía global, que hasta hace poco «seguía creciendo pese al debilitamiento de Estados Unidos, acaba de exhibir los más recientes signos de enfriamiento y recesión en puerta».