El Grupo de los 24 (G-24), que reúne a países en desarrollo, advirtió el 23 de julio tácitamente que no se abstendrá de presentar candidatos a director gerente del FMI, el cual, según el Norte rico, debería ser europeo.
El G-24, que opera como bloque de accionistas minoritarios en el FMI (Fondo Monetario Internacional) y en el Banco Mundial, se ha quejado en reiteradas ocasiones de falta de democracia y transparencia en ambas organizaciones.
Un acuerdo no escrito entre Estados Unidos y Europa indica que Washington selecciona al presidente del Banco Mundial y Bruselas el principal funcionario del Fondo. El G-24 reclama un cambio en esa tradición desde hace mucho tiempo.
La declaración conjunta emitida este lunes constituye una de las señales más claras de desconfianza hacia la forma en que los países industrializados conducen el FMI, del que poseen la mayoría accionaria.
Fuentes de la institución informaron a IPS que diversos aspirantes a director gerente del FMI procedentes del mundo en desarrollo vacilan en presentar sus candidaturas pues consideran que el proceso de designación está sesgado en favor del nominado europeo, Dominique Strauss-Kahn.
El acuerdo casi unánime alcanzado en ese sentido por los ministros de finanzas de la Unión Europea (UE) convierte su consagración en un hecho consumado, según los funcionarios.
Un informante del FMI que solicitó reserva sobre su identidad aseguró que el ministro de Finanzas de Sudáfrica, Trevor Manuel, es favorito de algunos países del Sur, aunque él mismo no ha manifestado públicamente su interés en el cargo.
Pero quienes postulan la candidatura de Manuel no la presentarán formalmente antes de que los países ricos les garanticen que cumplirán sus compromisos de transparencia y democracia interna.
Manuel sería un candidato muy competitivo, pues fue durante mucho tiempo presidente del Comité Conjunto de Desarrollo, que coordina actividades del FMI y del Banco Mundial, y su credibilidad para afrontar los problemas del mundo pobre.
La Junta Ejecutiva que conduce los asuntos diarios del FMI en Washington aseguró que la selección del próximo director gerente será transparente y democrática, y que los 185 países miembros tenían libertad para formular nominaciones.
El organismo se comprometió a que esta vez el proceso se basaría sobre el mérito de los candidatos, con criterios claros y sin preferencias geopolíticas, con el objetivo de alcanzar el consenso más que una mayoría simple de los votos.
Pero hace dos semanas, Europa, que concentra el principal bloque en la Junta, se alineó rápidamente en torno del francés Strauss-Kahn, y declaró que ni siquiera consideraría otros nombres.
Strauss-Kahn, de 58 años, es por ahora el único candidato. Ministro de Finanzas de Francia de 1997 a 1999, participó activamente en la privatización de la compañía de telecomunicaciones France Telecom y la creación del euro.
El apoyo unánime de los europeos a su nominación desató, al parecer, el velado cuestionamiento del G-24.
«Los candidatos no europeos sólo podrán avanzar si hay confianza en que el compromiso de la Junta Ejecutiva será respetado por todos los miembros», indica la declaración del bloque. «Nosotros, por lo tanto, nos comprometemos con esos principios y llamamos a las economías avanzadas a hacer lo mismo.»
La declaración está redactada en términos diplomáticos, pero deja claro que los países del G-24 no ven un fuerte compromiso de los países ricos con los principios que habían asumido en la Junta del FMI.
«Un compromiso fuerte con un proceso de selección abierto, transparente y multilateral fortalecerá mucho la legitimidad y efectividad del próximo director gerente y de la institución, en momentos en que el FMI se enfrenta con desafíos fundamentales para su relevancia y viabilidad», agrega.
Según observadores del sistema financiero internacional, la declaración del G-24 no es solo una exhortación a las reformas, sino una evidencia más de la desconfianza del Sur en desarrollo en el FMI.
Este texto «tiene un alto valor, pues muestra que el G-24 no confía en la apertura del proceso como lo pintan las grandes potencias en el FMI», dijo Aldo Caliari, del Centre of Concern, un centro de estudios no gubernamental con sede en Washington.
«Es un indicador importante de la verdadera sensación de desconfianza en la posibilidad de que un no europeo sea tomado seriamente en consideración», agregó Caliari.
El G-24 se integra por Argelia, Argentina, Brasil, Costa de Marfil, Egipto, Etiopía, Filipinas, Gabón, Guatemala, India, Irán, Líbano, México, Nigeria, Pakistán, Perú, República Democrática del Congo, Siria, Sri Lanka, Sudáfrica, Trinidad y Tobago y Venezuela.
El debate sobre el proceso de designación del director gerente del FMI no es nuevo, pero se renovó a causa de la inminente sucesión del actual, el español Rodrigo Rato, quien anunció su renuncia para octubre próximo.