Cuando Chávez hablaba de la izquierda, lo hacia de manera comprometida y crítica. Sabía Chávez que cuando asumió en el 2005 que el rumbo de la revolución bolivariana era el socialismo, lo que hacía era darle sentido a un proyecto que claramente se enrumbaba hacia el humanismo, hacia el privilegio de lo colectivo, al respecto […]
Cuando Chávez hablaba de la izquierda, lo hacia de manera comprometida y crítica. Sabía Chávez que cuando asumió en el 2005 que el rumbo de la revolución bolivariana era el socialismo, lo que hacía era darle sentido a un proyecto que claramente se enrumbaba hacia el humanismo, hacia el privilegio de lo colectivo, al respecto y estímulo del sujeto en función del bienestar social, en el reconocimiento justo del valor del trabajo, antimperialista, que fuese una alternativa al modelo neoliberal empobrecedor, explotador y miserable.
Cuando Chávez decidió construir un socialismo bolivariano, a la venezolana, lo que estaba interpretando era la sentida necesidad del pueblo de no volver al pasado, aquel que hizo que el pueblo se lanzara a la calle y más nunca regresara, aquel que pario dos levantamientos militares, que sacó constitucionalmente a un presidente y puso a Chávez en el poder para luchar contra la corrupción.
Hoy no está Chávez, pero está el pueblo convertido en millones de Chávez, sumando a aquellos que sin ser chavistas pero que tienen conciencia, reclaman su derecho a ser incluidos, conciencia política adquirida en los tiempos revolucionarios.
Es por eso que hoy, desde la izquierda, aquella que algunos califican de «trasnochada», por cierto, exactamente la misma descalificación que los opositores utilizaban contra Chávez cuando era candidato, reclamamos un gobierno de izquierda, ya que el pueblo lo decidió , tanto cuando volvió a elegir a Chávez, como cuando escogió a Nicolás Maduro porque Chávez lo pidió antes de morir.
Un gobierno que declara una «guerra económica» dirigida por la burguesía de este país, y al día siguiente se sienta a escuchar las exigencias de los empresarios y aumentan el precio de 15 productos en 11 días; un gobierno que después de más de un año de «guerra económica» que sabemos se orienta a generar escasez de productos de sensible consumo, no sólo no ha podido derrotar la escasez sino, sigue entregándole dólares a los mismos que generan la escasez, y son incapaces de centralizar y nacionalizar la importación de los productos que no se consiguen para salir de la manipulación de los importadores; un gobierno que no le explica al país que pasa con el ex-gobernador Isea y su orden de detención, ni habla de los casos de corrupción en los altos niveles de gobierno y que además coloca a la Guardia Nacional a proteger la frontera cuando es vox populi que esta institución esta permeada por mafias que durante años han permitido el contrabando y son artífices del mismo; un gobierno que persigue la crítica de los propios chavistas, pero no persigue a quienes destruyen el proceso desde adentro, rojos rojitos por fuera y corruptos y miserables por dentro; un gobierno que dice que va a hacer un sacudón, y no llega ni a mover la mata, reacomodando las cuotas de poder de los mal llamados «herederos de Chávez»; un gobierno que no responde adonde se han ido los dólares de la nación cuando Marea Socialista le presenta el siguiente gráfico vinculado a la fuga de capitales;
Un gobierno que responde ante las denuncias de exclusión con más exclusión, tal como lo expresa uno de los vicepresientes en un acto público ( http://globovision.com/psuv-repudia-que-marea-socialista-senale-exclusion-en-el-partido/), un gobierno que no publica regularmente los índices de inflación y no habla de como va a resolver el asunto, aplicando un paquete silentes de medidas que dice que no toma; un gobierno que pretende vender Citgo sin explicar las razones y consultar la opinión del pueblo sobre el asunto; un gobierno que hace todo lo contrario a lo que dejó expresado Chávez en el «Golpe de Timón», es un gobierno que traiciona el legado del Comandante Chávez.
Es por ello que el país necesita que nos pongamos de pie y digamos que nos colocamos a la izquierda de este gobierno, que exigimos rectificación inmediata del rumbo, y que además estamos convencidos que desde la izquierda debemos forzar a un nuevo rumbo en beneficio de todo aquel que vive de su salario.