La instalación de un cable submarino de fibra óptica entre Venezuela y Cuba fue resaltada hoy por la prensa local como un hito en las telecomunicaciones internacionales de la Isla. El diario Granma dedicó su plana central al proyecto integrador que multiplicará por tres mil la capacidad cubana de comunicación para sus enlaces con el […]
La instalación de un cable submarino de fibra óptica entre Venezuela y Cuba fue resaltada hoy por la prensa local como un hito en las telecomunicaciones internacionales de la Isla.
El diario Granma dedicó su plana central al proyecto integrador que multiplicará por tres mil la capacidad cubana de comunicación para sus enlaces con el extranjero.
La línea unirá la región venezolana de Camurí con la sur-oriental playa cubana de Siboney, unos mil 550 kilómetros de fibra óptica, del grosor de un cabello humano.
Según el ingeniero Wilfredo Morales, director de la empresa mixta Telecomunicaciones Gran Caribe, este estratégico proyecto acabará con la dependencia cubana de costosos servicios satelitales, encarecidos por el bloqueo económico de Estados Unidos.
Morales estimó que la selección del suministrador concluirá en agosto próximo, y la colocación del cable a fines de 2009 o comienzo de 2010, para su casi inmediato inicio de operaciones.
La conexión -con capacidad total de 640 Gigabytes y tecnología de punta a nivel mundial- bordeará el arco de Las Antillas y la Fosa de Battle, cuya profundidad ronda los cinco mil 400 metros.
Este proyecto abaratará y elevará la capacidad de transmisión de datos, voz y video, y en un futuro podría beneficiar a países como Nicaragua y Haití, agregó Granma.
El bloqueo anticubano impuesto por Washington hace medio siglo ha impedido a otras compañías conectar a la Isla a líneas como la Miami-Cancún, que pasa a solo 32 kilómetros de esta capital.