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La defensa alegará irregularidades en el proceso para impedir su extradición

Detienen en Río de Janeiro al militante de izquierdas italiano Cesare Battisti

Fuentes: Gara

El italiano Cesare Battisti, condenado a cadena perpetua en su país por muertes de las que se responsabiliza a la organización Proletarios Armados por el Capitalismo (PAC), y fugado desde 2004 de la Justicia francesa que lo iba a extraditar a Italia, fue detenido el domingo en Brasil, según fuentes policiales francesas.El diario «Le Figaro» […]

El italiano Cesare Battisti, condenado a cadena perpetua en su país por muertes de las que se responsabiliza a la organización Proletarios Armados por el Capitalismo (PAC), y fugado desde 2004 de la Justicia francesa que lo iba a extraditar a Italia, fue detenido el domingo en Brasil, según fuentes policiales francesas.

El diario «Le Figaro» explica en su web que Battisti fue arrestado en un hotel de Copacabana, en Río de Janeiro, por la Policía brasileña y en presencia de agentes de la Policía Judicial francesa. Los agentes galos encargados de su búsqueda habían sometido a vigilancia a varias personas susceptibles de verse con el activista italiano.

Hace un mes se enteraron de que iba a entrar en contacto con alguien enviado por el comité de apoyo formado en el Estado francés después de darse a la fuga, según el rotativo francés. Se trataba de una mujer que debía hacerle una entrega de dinero y de cuyos planes se informó a la Policía brasileña y a la italiana.

Battisti, de 52 años, está reclamado por Italia, donde en 1993 fue condenado a cadena perpetua por su militancia en Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), grupo activo en los años 70, al que se responsabiliza de varias muertes, aunque él siempre ha negado su participación en hechos sangrientos.

Se refugió en 1990 en el Estado francés, donde se reconvirtió en autor de novelas policíacas y se benefició durante años de una doctrina establecida en tiempos de François Mitterrand por la que los antiguos activistas italianos de extrema izquierda podían vivir en el país si renunciaban a acciones violentas y no tenían en sus antecedentes «crímenes de sangre».

Sin embargo, en 2004 fue detenido en el Estado francés a petición de la Justicia italiana, antes de ser puesto en libertad semanas más tarde, pero bajo la amenaza de su expulsión a Italia, y en agosto de ese año pasó a la clandestinidad.

Prioridad para Italia

La demanda de Italia de extradición de Battisti tiene prioridad sobre la francesa. Fuentes policiales galos indicaron que la razón es que la orden de detención internacional emitida por Italia es para que Battisti cumpla la cadena perpetua a la que fue condenado en 1993 por cuatro atentados mortales cometidos por el PAC.

Uno de los abogados de Battisti, Eric Turcon, señaló que la Justicia brasileña debe decidir ahora si la condena italiana en rebeldía es compatible con la legislación de Brasil. Los letrados del activista italiano presentaron en agosto de 2005 una demanda ante el Tribunal europeo de Derechos Humanos contra el decreto francés para su extradición a Italia.

Proceso irregular


Los abogados del detenido alegarán irregularidades en el proceso por rebeldía que le condenó a cadena perpetua y así impedir la extradición del ex activista prófugo, cuya detención en Brasil ha tenido repercusiones en Francia e Italia.

En un principio deberá permanecer en la Superintendencia de la Policía Federal y si la decisión sobre su extradición tardara sería trasladado a Papuda, una cárcel de máxima seguridad en Brasilia, según fuentes del Ministerio de Justicia.

Su suerte dependerá de una decisión del Supremo Tribunal Federal, la máxima instancia judicial en Brasil, que dio orden el 1 de marzo de detener al ex activista, en respuesta a una petición italiana.

Una nota técnica divulgada ayer por el Ministerio de Justicia, el único que ha informado hasta ahora oficialmente del caso, indicaba que «el gobierno de Italia solicitó al gobierno brasileño la detención preventiva, con fines de extradición» de Battisti mediante una nota verbal recibida el 27 de febrero pasado.

Los abogados franceses Eric Turcon y Edgar Vincensini viajaron a Río de Janeiro horas después de conocerse su detención y, ayudados por Marcos Moura y Rogério Marcolini, han comenzado a montar la defensa.

En declaraciones de prensa, antes de su traslado a Brasilia, Turcon apuntó la línea de su defensa al recordar que «fue condenado en rebeldía en Italia» y que se trata de un procedimiento completamente ilegal.

«Francia y Brasil no aceptan ese tipo de condena para la extradición», alegó Turcon, quien recordó que si fuese en Francia, donde vivió asilado durante años, tendría derecho a un nuevo juicio, una posibilidad que no ofrece el sistema judicial italiano.

Las autoridades brasileñas siguen sin informar sobre las circunstancias de la detención y ayer cancelaron una rueda de prensa convocada con ese objetivo menos de una hora después de haberla anunciado.

Sólo se sabe que la mujer con la que se reunió fue liberada sin cargos, que ha sido bien tratado, según sus abogados, y los detalles de su traslado.

Según el vicecoordinador de Interpol en Brasil, Glorivan Bernardo de Oliveira, se sospechaba de su presencia en Brasil desde principios de 2006, pero solo se confirmó el dato a finales de ese año.

La presencia de agentes franceses e italianos en Río de Janeiro ha desencadenado una polémica en Francia, donde dirigentes de izquierdas han acusado al ministro de Interior y candidato a la presidencia, Nicolas Sarkozy, de haber aprovechado la operación con fines electorales.

Sarkozy, quien está en plena campaña electoral, ha calificado esas críticas de «estupidez» y explicado que «Italia es una democracia», que «hay una ayuda judicial mutua» y que la policía francesa cumplió con «su deber» al comunicar a las autoridades brasileñas la información que tenía sobre el prófugo.

En Italia, el gobierno de Romano Prodi elogió la operación que resultó en la detención de Battisti, pero políticos de izquierda han criticado su posible extradición a Italia y deseado que se vote en el país una amnistía para actos terroristas cometidos en los años 1970 y 1980.