«En Venezuela, las elecciones de diciembre producirán otro triunfo para Hugo Chávez, un hombre de origen indio. Gran parte del virulento rechazo mostrado hacia él por sus opositores ha sido claramente motivado por el odio racial», afirmó un reportaje escrito por el periodista Richard Gott para el diario británico The Guardian. El trabajo, difundido por […]
«En Venezuela, las elecciones de diciembre producirán otro triunfo para Hugo Chávez, un hombre de origen indio. Gran parte del virulento rechazo mostrado hacia él por sus opositores ha sido claramente motivado por el odio racial», afirmó un reportaje escrito por el periodista Richard Gott para el diario británico The Guardian.
El trabajo, difundido por el portal online www.guardian.co.uk, considera que similar animadversión racial estuvo presente en la década de 1970 hacia los presidentes de Chile y Argentina, Salvador Allende y Juan Domingo Perón, respectivamente.
«El imperdonable crimen de Allende, según la óptica de la élite blanca colonial, fue para movilizar a los ‘rotos’, el despectivo nombre dado al sector de desposeídos chilenos. El origen indígena de los ‘rotos’ era evidente en las manifestaciones políticas de respaldo a Allende. Lo mismo podría decirse de los ‘cabezas negras’ que apoyaban a Perón», explica Gott.
Para Richard Gott, la reciente explosión de protestas indígenas en América Latina, que culminó con la elección de Evo Morales como presidente de Bolivia, ha puesto de relieve la precaria posición de la élite blanca que ha dominado el continente durante cinco siglos.
«Las élites de hoy son, en gran medida, producto de la inmigración europea, cultura que se ha desarrollado durante los dos siglos transcurridos desde la independencia. Los colonos expropiaron la tierra, explotaron la fuerza laboral de los indígenas sobrevivientes y aseguraron para sí un estándar de vida europeo», agrega Gott en el artículo.
Además, «trataron a los pueblos indígenas sobrevivientes con extrema injusticia, al aprobar leyes para asegurar que permanecieran sin derechos, como ciudadanos de segunda o de tercera clase».
El trabajo del periodista Richard Gott pone de manifiesto que en el mundo existen voces independientes, con amplio conocimiento de la realidad venezolana y latinoamericana, capaces de interpretar los hechos, al margen de la manipulación mediática ejercida por las cadenas transnacionales de noticias.