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Entrevista a Rennan Martins, periodista y analista político

«Dilma y el PT deben retomar el diálogo con los movimientos sociales si quieren realmente concretizar reformas»

Fuentes: Adital

Reelecta presidenta de Brasil el domingo, 26 de octubre con el apoyo de una amplia coalición de intereses, Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores – PT) tendrá, en su segundo mandato, la difícil tarea de inclinar la balanza del sistema político, definitivamente, al lado de la población más vulnerable, donde se ubican los movimientos de […]

Reelecta presidenta de Brasil el domingo, 26 de octubre con el apoyo de una amplia coalición de intereses, Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores – PT) tendrá, en su segundo mandato, la difícil tarea de inclinar la balanza del sistema político, definitivamente, al lado de la población más vulnerable, donde se ubican los movimientos de izquierda populares. Según el análisis del periodista y analista político Rennan Martins, que mantiene el blog Desenvolvimentistas, la mandataria tendrá por delante la misión de negociar los conflictos para profundizar la democracia brasileña y ampliar los mecanismos de la justicia social.

Para ello, el gobierno debería imponer otro modelo económico (m á s centrado en la integración del Hemisferio Sur) frente a la Casa Blanca (gobierno de Estados Unidos) y dar un paso adelante en la superación de las premisas neoliberales, valorizando el mercado interno y el fortalecimiento del Estado. En entrevista exclusiva con Adital, Martins señala que Dilma y el PT están actualmente en deuda con los movimientos sociales, por ello deben retomar el diálogo con ellos, a fin de mejorar la representatividad de la sociedad organizada, sobre todo porque estos son estos sectores quienes deben delimitar y guiar algunas de la principales reformas en el país.

Para lograr los cambios sociales que pretende efectuar en Brasil, la nueva administración del PT debe responder no s ó lo a las organizaciones [más desarrolladas], como el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), también debe atender a iniciativas sociales con los medios de comunicación, buscando la democratización de la comunicación y el fortalecimiento de la prensa popular. Según Martins, esto se hace aún más necesario cuando se percibe el nuevo perfil del Congreso Nacional, compuesto, a partir de 2015, por parlamentarios que expresan una ideología más conservadora, que hacen prever un proceso aun más arduo, para alcanzar el proyecto de reestructuración de la política brasileña.

ADITAL – ¿Que desafíos políticos centrales deben permear el comienzo del segundo mandado de la presidenta Dilma Rousseff?

Rennan Martins – Dilma Rousseff se enfrenta a un sistema político que es un verdadero embudo [con su parte más estrecha] hacia las aspiraciones y demandas populares. El sistema actual favorece claramente una alta representatividad de los grandes empresarios, de los latifundistas y del sector financiero, a expensas de los trabajadores, que constituyen la mayoría de la población. Tomando en cuenta lo anterior, no va a ser fácil el camino de la profundización de la democracia y el aumento de la participación social, hay muchos intereses en conflicto.

La aprobación de medidas para democratizar aún más nuestra democracia – que fue sesgada debido a la transición tutelada por los militares – necesitará contar con el apoyo de los movimientos sociales y de todos los ciudadanos interesados. El Congreso tiene que ser presionado en el sentido de hacer la voluntad popular, incluso yendo en contra de los intereses individuales de los políticos. El compromiso observado en esta elección tiene que continuar, la reelección fue el comienzo de una gran tarea

ADITAL – ¿Entonces, a reforma política debe entrar, de hecho, la agenda del próximo gobierno?

RM – Considerando el contenido del discurso de la presidenta de ayer [domingo, 26], parece que ella está decidida a poner en agenda esta importantísima bandera. La reforma política es la bandera más estratégica -tanto para hacer a nuestro sistema más legítimo y representativo, como para luchar contra la corrupción- bandera que la oposición, curiosamente, sólo enarbola durante las elecciones.

Esta reforma tiene que poner fin a la financiación de las campañas políticas por parte de las empresas [personas jurídicas], reducir los privilegios de los políticos y establecer mecanismos para asegurar que todos los sectores de la sociedad estén representados de la manera más equitativa posible. También es necesario profundizar en las instancias de decisión directa de la población.

En mi perspectiva, una reforma que tenga como principios lo que he mencionado, es la que puede satisfacer mejor las aspiraciones populares y rescatar la representatividad y la legitimidad de nuestra política. También es importante destacar que sólo será efectivamente posible a través de una Constituyente exclusiva; no nos engañemos pensando que nuestros políticos van a cortar su propia carne.

ADITAL – ¿Qué hay que superar y / o mejorar en el segundo gobierno de Dilma?

RM – La gestión económica tiene que romper con mayor claridad, con las premisas liberales del Consenso de Washington. Hay que señalar claramente al mercado interno y, sobre todo, externo; que la marcha del país, lo que ocurre aquí dentro, no se inspira en las propuestas ortodoxas de austeridad fiscal extrema, disminución del Estado y actuación irrestricta de las fuerzas del mercado.

La política económica del gobierno es acosada, día y noche por el sector financiero internacional, que siempre quiere ganancias más generosas a través de la financiarización de la economía, de los capitales especulativos, que en nada contribuyen a la producción real de la riqueza. Debe cerrarse este tema y decirle al sector financiero de que aquí no habrá ajustes realizados a expensas de la población, que el trabajador no pagará la factura por la irresponsabilidad de los especuladores.

Brasil está definiendo un modelo económico, que prevé ciertamente el papel del Estado como agente inductor del crecimiento, el desarrollo y la justicia social. Definir esta posición ante el mundo significa inhibir la coacción que los mercados internacionales ejercen sobre el país, en vistas solamente a garantizar beneficios exorbitantes, para ellos.

ADITAL – ¿Cómo puede ser el diálogo con los movimientos sociales?

RM – Dilma y el Partido de los Trabajadores (PT) tienen una deuda significativa con los movimientos sociales, que cerraron filas con ellos en la segunda ronda, dando prioridad a vetar el retroceso, que representaba un gobierno de Aécio Neves [Partido de la Socialdemocracia Brasileña – PSDB].

El primer gobierno del presidente tuvo una cierta distancia y diálogo débil entre el Palacio Presidencial y movimientos. En ese sentido, es fundamental que haya un acercamiento entre estos actores; después de todo, un gobierno popular tiene como base los movimientos y los necesita para realizar las reformas necesarias.

En este punto, me gustaría citar a los movimientos importantes que requieren mayor atención, pidiendo disculpas de antemano si se me olvidada alguno. El MST [Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra], que mantuvo su apoyo al PT a pesar de la reforma agraria ha disminuido mucho en el gobierno de Dilma. El MTST [Movimiento de Trabajadores sin Hogar], que no declaró formalmente su apoyo, pero actuó y actúa enérgicamente contra las fuerzas de retroceso.

Los movimientos culturales y de medios de comunicación-libristas e incluso el Foro Nacional por la Democratización de la Comunicación [FNDC]. La prensa popular, que aumentó y amplió su alcance con la masificación de Internet ha sido fundamental en la construcción de un contrapunto a la visión hegemónica y alienante de la gran prensa, siempre ligado a los intereses extranjeros y económicos contrarios al pueblo.

ADITAL – ¿Cómo lidiar con Congreso Nacional de perfil más conservador?

RM – Las pérdidas que la izquierda tuvo en el Congreso fueron dramáticos y compromete la capacidad de maniobra del gobierno en la promoción de las reformas y el aumento de la participación social. A partir del próximo año, vamos a tener un Congreso fuertemente conservador y por eso creo que el trabajo solo esta comenzado, debemos permanecer debatiendo, comprometidos y presionando a nuestros representantes. La democracia es exhaustiva y deberá responder a las aspiraciones populares a través de la presión constante. Debemos permanecer haciendo políticas en las redes, en las calles, en todas partes.

ADITAL – ¿El gobierno brasileño debe adoptar políticas más a la izquierda y alinearse más con los bolivarianos?

RM – Yo veo este tema desde una perspectiva diferenciada. Vivimos una crisis de representatividad internacional, las instituciones están cada día más distante de la voluntad del pueblo -una prueba de ello es el porcentaje de votos nulos, abstenciones y blanco.

En la primera ronda, por ejemplo, Aécio se encontraba en tercer lugar, detrás de los que no se sienten representados por nadie. En Río de Janeiro, la segunda ronda, [Luis Fernando] Pezão, [del Partido Movimiento Democrático Brasileño – PMDB], fue elegido en la segunda vuelta [con 4.343.000 de los votos], detrás de los votos nulos [que totalizaron 4.348.000 votos entre abstenciones, en blanco y nulo].

Dicho esto, es necesario ampliar las instancias de participación directa, tenemos que profundizar la democracia, establecer mecanismos que reclaman la legitimidad de las instituciones.

En cuanto a bolivarianismo -que es presentado en Brasil como algo negativo y asustador- yo digo que si fueran ampliadas las modalidades de ejercicio de la voluntad de los ciudadanos y de lucha por un mundo multipolar, que refleje las relaciones entre los pueblos de manera más justa, combatiendo las facetas coloniales e imperialistas de las potencias, si eso es bolivarianismo e izquierdismo, bien entonces sí tenemos que guiarnos a través de estas políticas.

Fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=83105