Tuve la suerte de formarme en una de las mejores Universidades del Mundo, la Universidad Nacional de Buenos Aires. Entre muchas de las cosas que aprendí existen algunas que conservo para siempre. Una de ellas, proyectándome hasta la actualidad, fue que mucho más importante que tener respuestas fáciles para concurrir recurrentemente a programas de televisión a recitar frágiles verdades era como investigador-científico y docente estar en mi lugar de trabajo formulándome preguntas.
En relación con la absoluta necesidad de aprender a saber interrogarse e interrogar a la realidad aparece entre una gama infinita de temas y cuestiones algunas de ellas cotidianas como la del funcionamiento del denominado «dólar blue», en adelante dólar ilegal. Acerca de su funcionamiento, cotización y características tengo algunas preguntas que quisiera que algún ciudadano honesto me responda. Esto no lo digo con ironía, sino en busca de respuestas.
La primera pregunta es: ¿El dólar ilegal es, en el sentido marxista, una mercancía que posee un valor de uso y un valor de cambio, que asume la forma de papel moneda que se tranza en el mercado? Si tanto esos billetes como los sitios físicos donde se comercializan son ilegales, ¿por qué se permite el ejercicio delictivo de la actividad? ¿Nadie interviene para frenar este comercio ilegal, ni la justicia, ni el Banco Central, ni los bancos públicos o privados, ni el Ministro de Economía, ni el Procurador General de la Nación ni las Fuerzas de Seguridad ni absolutamente nadie? Si mañana instalo un local para vender falopa y pongo “arbolitos” para que lo hagan conocer y los medios de información promocionan mi “merca” y se forman colas para comprarme, seguro que antes de las veinticuatro horas me clausuran mi local, cierran mi actividad y termino preso. En el caso del dólar ilegal nada de esto sucede. Segundo grupo de preguntas que me formulo: lo que estos locales venden no es ni dinero electrónico, ni asientos bancarios ni transferencias virtuales, sino papel moneda o billetes constantes y sonantes. ¿Habrá mil cuevas en Buenos Aires? ¿Cual es el origen físico de esos billetes? Seguramente una parte se explica por un pequeño grupo de ciudadanos que se dirige regularmente a estos lugares a vender sus monedas. Esto no alcanza para explicar el volumen diario de dinero que el conjunto de la cuevas operan. Esos dólares tienen necesariamente que provenir de alguna otra fuente. Sospecho que es del propio sistema financiero formal que ha acumulado divisas a valores evolutivos irrisorios y hoy los negocia en estas cuevas. La pregunta sería: ¿Las cuevas son la ventanilla paralela, ilegal y oscura de los bancos?
Tercer conjunto de preguntas: Cuando se accede a la información del Banco Central de la República Argentina respecto a las denominadas reservas, estas se componen de las reservas netas de libre disponibilidad, más los swaps chinos, más los préstamos internacionales, más los depósitos en divisas en poder de todos los bancos que son derivados de los depósitos de los clientes y compras de las propios entidades financieras. ¿Los dólares ilegales que se venden en las cuevas son parte de estos depósitos? ¿No constituye por tanto una absoluta ilegalidad la operación del sistema financiero nacional e internacional vendiendo en el marcado negro dólares que no le pertenecen? ¿Delinquen los Bancos? ¿Estos dólares, los bancos los han recibido en concepto de depósitos o los han adquirido en el mercado formal a lo largo de un largo período de tiempo a valores constantes ampliamente inferiores respecto al precio que actualmente lo negocian en el mercado ilegal?
Esta operatoria en principio claramente delictiva no es nueva. Ha caracterizado la compra y venta de monedas extranjeras durante una interminable extensión temporal y nadie lo denunció ni produjo clausuras ni mandó a nadie a la cárcel y lo más importante nadie hizo nada para detenerlo. La dictadura, el Alfonsinismo, el Menemismo, de la Rua, Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina, Macri y el actual Gobierno, todos han encubierto o sido cómplices de estos delitos en gran escala o será que con el “ …echter kapitalismus…” nadie se mete?
Luis A. Yanes. Profesor Titular de Análisis Espacial. Departamento de Geografía. UBA