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EEUU y la UE compiten por la hegemonía

Dólar vs. euro: La guerra intercapitalista financiera

Fuentes: IAR Noticias

Más allá de ser socios complementarios en la depredación del planeta, EEUU y la UE, sus bancos y corporaciones empresariales, mantienen una guerra intercapitalista permanente por el control de los mercados. Esa competencia interna tuvo un particular punto de inflexión con la crisis fiscal de la eurozona y el avance del dólar sobre el euro en los últimos días. El proyecto de creación de un fondo monetario europeo responde a esa guerra.

Como consecuencia de la debilidad de su recuperación económica y del efecto contagio de la crisis fiscal que atraviesan algunos de sus integrantes, la Unión Europea transita por el peor momento histórico desde su creación y los peligros de desmembramiento y de ruptura de su moneda ya ocupan el centro del debate.

La incapacidad de la eurozona para forjar en 2009 una salida de la recesión se evidenció en el indicador mensual de la Comisión Económica sobre el estado de ánimo económico, que bajó 0,1 a 95,9 puntos en febrero, en parte debido al deterioro de la confianza consumidora.

El retroceso, primero tras10 meses consecutivos de suba, no había sido anticipado por los mercados y sigue a un conjunto de sondeos según los cuales la recuperación económica se ha atascado. «Parece que el repunte perdió impulso», opinó la Comisión. Para ella «la percepción de los consumidores del panorama económico y los temores al desempleo, sobre todo en España e Italia, contribuyó al deterioro general».

En este escenario, el ánimo de los especuladores internacionales  pasó del pesimismo frente al dólar al pesimismo sobre el euro.

La crisis griega terminó de detonar un debate interno en la UE, y en los últimos días cobró forma la idea (impulsadas por Francia y Alemania) de crear un fondo monetario europeo como barrera de contención frente al avance del dólar y su impacto negativo en la eurozona.

Según The Financial Times, un FMI europeo sería el primer paso para coordinar mejor las políticas fiscales, y cerraría la puerta a los fondos y especuladores estadounidenses cuyas operaciones están desequilibrando las economías en crisis, principalmente Grecia y España.

Para el Times la creación de un Fondo Monetario Europeo (FME) sería una «solución para la próxima crisis de deuda de la eurozona», pero no a los actuales problemas de Grecia.

Los problemas de Grecia han puesto de relieve no sólo la ausencia de mecanismos para abordar la situación de un miembro de la eurozona en riesgo de impago, sino también el fracaso del pacto de estabilidad a la hora de poner freno a la deuda y el déficit.

El Centro de Estudios de Política Europea propone un FME modelado sobre el esquema del Fondo Monetario Internacional, que inicialmente obtendría financiación de los mercados financieros.

No obstante estas intenciones, también las potencias centrales europeas mantiene su propia competencia por el control de los mercados de la región.

Alemania, la primera economía regional, quiere imponer su rigor económico a sus socios de la Eurozona para reparar la credibilidad del euro dañada por la crisis financiera y los problemas que sufren varios miembros, empezando por Grecia.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, pidió el domingo  que, en casos extremos, el Eurogrupo -órgano que reúne a los ministros de Finanzas de la zona euro- pueda decidir la expulsión de uno de sus miembros «si un Estado no es capaz de recuperar la capacidad de competencia de su economía ni sanear sus presupuestos públicos».

A su vez, la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, culpó a Alemania de los desequilibrios en la eurozona y ha instado a Berlín a impulsar la demanda interior para ayudar a los otros países miembros.

En unas declaraciones que publica este lunes The Financial Times, Lagarde afirma que los superávit comerciales de Alemania, basados en la contención de los costos laborales, no son sostenibles para el resto de los países de la zona del euro.

«¿Podrían hacer algo los países con superávit?», se pregunta Lagarde, quien agrega que hacen falta siempre dos «para bailar el tango».

En este escenario, los ministros de Finanzas de los países de la zona euro podrían acordar este lunes un mecanismo para brindarle ayuda financiera a Grecia, sofocada por una elevada deuda, aunque Francia duda de que se alcance un acuerdo.

Según The Wall Street Journal, la crisis griega ha puesto al descubierto el talón de Aquiles de la zona euro: la falta de un mecanismo de defensa que proteja a sus miembros cuando se vean sacudidos por la crisis.

El giro de Alemania y su interés por crear un FME para rescatar a los países con dificultades hay que entenderlo como un intento de evitar pagar toda la factura de sus socios. La búsqueda de soluciones a la crisis se convierte así en un revulsivo a la integración de la zona euro, señala el Journal

Para The Financial Times, la financiación y funcionamiento del FME presentan «serias dudas», pero constituiría un paso decisivo hacia una política económica común.

Poul Nyrup Rasmussen, líder de los socialistas europeos, que atribuye la propuesta a «un plan original» de su partido, teme que el FME «se centre demasiado en el aspecto monetario en lugar de promover el crecimiento y el empleo».

Hace casi dos años, en el décimo aniversario de la moneda única, el entonces comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, ya abogó por «reforzar la coordinación de las políticas presupuestarias y económicas» y promover «un gobierno eficaz» de la Unión Económica y Monetaria.

Dólar vs. euro

Los problemas de Grecia dejaron de manifiesto la fragilidad de la recuperación de la zona euro y cualquier «nerviosismo» sobre la economía y el enorme déficit fiscal estadounidense quedó relegado a un segundo plano.

De esta manera, el dólar se viene apreciando sobre el euro y ha vuelto a servir de refugio seguro para los especuladores internacionales preocupados por el contagio de la crisis de la deuda, tanto de EEUU como de la Unión Europea.

La cuestión se remite a un aspecto central: Los especuladores internacionales (ante el embate de la nueva crisis fiscal en la eurozona) compran deuda pública estadounidense garantizada por el «refugio seguro» del dólar.

La opinión respecto al dólar «cambió de forma radical», reconoce Claire Dissaux, directora de economía global y estrategia de la firma londinense Millennium Gobal Investments.

La crisis fiscal, señala The Financial Times, «Comenzó en Atenas y se extendió a Lisboa y Madrid, pero sería un grave error creer que la crisis de deuda soberana afectará solamente a las economías más débiles de la eurozona.

Para el financiero británico, cualquier decisión sobre Grecia puede repercutir directamente sobre Portugal, España y seguramente sobre otras economías, y es probable que la solución no llegue de forma inmediata.

El euro, que durante meses mantuvo una escalada y había desplazado al dólar, sigue cayendo ante la huída masiva de los especuladores hacia la compra de activos más «seguros» en moneda estadounidense.

La situación vuelve a repetirse con la crisis de deuda regional que crece y se propaga por toda la eurozona, con epicentro en Grecia, mientras se agigantan los temores de los especuladores a una insolvencia de pago generalizada y a un derrumbe en cadena de las economías más débiles encabezadas por España.

Para The Financial Times, España marca el centro de la «incertidumbre» y nuevas bajas de calificaciones de su economía podría detonar finalmente un derrumbe financiero encadenado de los países que se mantienen en la «línea roja» de la insolvencia para afrontar los compromisos de sus deudas públicas.

En general, la sombra de una insolvencia de pago generalizada (producida por los déficit y la baja de recaudación fiscal) hace temer un rebrote de la crisis financiera, y sigue favoreciendo la embestida del dólar contra el euro..

Ante esta situación, y más de una década después de activarse la divisa que unió a doce monedas nacionales como la peseta española, surge un debate sobre continuar o no con el euro en el seno de la UE.

La discusión sobre una potencial desmembración (parcial o total)  del euro se ha extendido en las últimas semanas sobre muchas economías europeas y, en particular, sobre las más débiles.

Países como España, Italia o Portugal han visto como frente a la crisis económica y financiera carecen del arma principal que les ayudó en el pasado a salir del pozo: la devaluación de su divisa, que consigue ajustar los desequilibrios económicos adquiridos (déficits, salarios, competitividad..) en periodos de bonanza.

Su pertenencia al valor inmodificable del euro impide la utilización de este recurso macroeconómico utilizado en tiempos de crisis por los países de la región.

Los países más débiles de la eurozona  están ligados y son dependientes de los más fuertes como Alemania o Francia a través de la Unión Monetaria, señala  Paul Donovan del banco de inversión UBS.

Para el UBS, las consecuencias de un hipotético abandono del euro para un país consistirían en denominar la deuda pública viva en la nueva-antigua divisa, un cambio tan radical de las condiciones del país emisor que se igualaría al de una bancarrota o suspensión de pagos.

Como ya está comprobado por la historia y por la realidad, el dólar USA es el refugio «seguro» del capitalismo financiero especulativo trasnacional (estatal y privado) en épocas de cataclismos.

Tras el colapso en Dubai, por ejemplo, los especuladores internacionales en alta escala se refugiaron en los mercados europeos, en el dólar en medio de temores que podían convertir esta conducta en tendencia generalizada a nivel mundial, según The Wall Street Journal.

En general, la sombra de una insolvencia de pago generalizada (producida por los déficit y la baja de recaudación fiscal) hace temer un rebrote de la crisis financiera, y sigue favoreciendo la embestida del dólar contra el euro.

http://www.iarnoticias.com/2010/secciones/europa/0015_dolar_vs_euro_15mar2010.html