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Entrevista con Paulo Tadeu Barausse, sacerdote jesuita participante del proyecto Pro-Haití en Manaus

Dolorosas y sufridas historias de la migración: La vida de los haitianos en Brasil

Fuentes: Instituto Humanitas Unisinos

Al describir como es realizada la acogida y el apoyo a los migrantes de Haití que llegan al Brasil, el jesuita constata que la atención a los haitianos se transformó, durante el 2012, en el principal signo del trabajo de la Iglesia Católica en Manaus. Después del terremoto sufrido en Haití, en enero de 2010, […]

Al describir como es realizada la acogida y el apoyo a los migrantes de Haití que llegan al Brasil, el jesuita constata que la atención a los haitianos se transformó, durante el 2012, en el principal signo del trabajo de la Iglesia Católica en Manaus.

Después del terremoto sufrido en Haití, en enero de 2010, comenzó una intensa migración de haitianos a Brasil, principalmente en la ciudad de Manaos. Según el sacerdote jesuita Paulo Tadeu Barausse, quien participa en el proyecto Pro-Haití, en los últimos tres años pasaron por Manaus alrededor de 5 mil haitianos. «No es fácil mantener viva la esperanza, ya que muchos llevan en si mismos, traumas y heridas», relata en la entrevista concedida por correo electrónico al IHU on-line. Barausse explica que el Gobierno Federal ha otorgado visas a los migrantes, lo que ha permitido la llegada de aproximadamente 120 haitianos al mes, sin embargo, continúa, «los gobiernos estaduales son bastante pasivos, por parte de ellos, casi no hay ninguna toma de posición. No hay un trabajo sistemático que incorpore los niveles Federal, Estatal y Municipal». Señala que algunos de los inmigrantes haitianos que hablan portugués comparten sus preocupaciones y angustias por la situación actual en el país. «Manifiestan un cierto pesimismo sobre la reconstrucción de Haití. Hablan mucho de sus familias. Siempre están preocupados por enviar remesas para ayudarles. Otros son más reservados para hablar sobre la realidad de su país. Sus conversaciones giran en torno al trabajo y la búsqueda del mismo».

Nació en Campo Largo, estado de Paraná. Durante diez años, trabajó como obrero en las fábricas de porcelana y cerámicas en su ciudad natal. Tiene una Licenciatura en Filosofía en el Instituto San Ignacio (ISI), en Belo Horizonte. Es graduado en Teología, también el ISI y completó una Maestría en Teología Pastoral de la Pontificia Universidad Bolivariana, de Medellín-Colombia. Fue vicario de la parroquia Santa Luzía, ubicada en Porto Velho, Rondonia y Coordinador de la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Porto Velho. Actualmente es Coordinador Ejecutivo del Centro de Derechos Humanos de la Arquidiócesis de Manaus.

IHU On-Line – ¿En qué consiste y como ha funcionado el Proyecto Pro-Haití?

Paulo Tadeu Barausse – Actualmente, muchos hombres jóvenes, mujeres y familias haitianas que se encuentran en la ciudad de Manaus y la Región Amazónica requieren asistencia jurídica y orientación en la tramitación de sus documentos en los departamentos oficiales del gobierno brasileño y/o la Embajada de Haití en Brasilia.

En Manaus, la labor de asistencia a los inmigrantes haitianos, es efectuada en red [en equipo] por diversos organismos, siendo los principales Caritas, la Red Escalabriniana, la Pastoral del Migrante de la Arquidiócesis de Manaus, Capuchinos, pastores de diferentes iglesias, otras congregaciones religiosas y muchas personas voluntarias y de buena voluntad para ayudar a los inmigrantes haitianos.

En la Región Amazónica y especialmente en la ciudad de Manaus, la Oficina del Centro de Derechos Humanos -CDH orientado especialmente a la atención de los Inmigrantes haitianos está situado en la Rúa São Geraldo – Barrio São Geraldo es el único espacio en que los haitianos pueden renovar su pasaporte (la Embajada de Haití en Brasilia proporciona formularios oficiales para todos los trámites legales) y proporciona todo el trabajo consular a los haitianos en el Amazonas. Ahí se realizan todos los trámites de documentos como, por ejemplo, nuevo pasaporte, pago de impuestos por residencia humanitaria definitiva, orientaciones jurídicas, encaminar a los migrantes hacia las empresas que ofrecen trabajo en otras partes de Brasil y, además de lo anterior, ofrece un espacio de encuentro para desahogar los sufrimientos y expresar las dificultades que viven con la vivienda, enfermedades, falta de dinero, mientras esperan la llegada de su visa humanitaria.

Toda esta atención se proporciona gratuitamente a los beneficiarios a través de un equipo cualificado para la misión. Actualmente estamos sirviendo aproximadamente 200 personas por semana. Contamos con la ayuda y la disponibilidad de dos colegas, una vinculada a Caritas Arquidiocesana y otra vinculada al Distrito de los Jesuitas en Amazonia.

IHU on-line – El gobierno de Acre recientemente declaró que no hay más condiciones financieras para recibir a los haitianos. En el Estado de Amazonas, ¿cuál es la situación? ¿Cuál es la posición del Gobierno sobre la inmigración?

Paulo Tadeu Barausse – Lo que ha estado ocurriendo es que el Gobierno Federal ha otorgado las visas, posibilitando la llegada de aproximadamente 120 haitianos al mes, sin embargo, los gobiernos estatales son bastante ausentes ante la problemática, prácticamente no hay ninguna toma de posición. No hay un trabajo sistemático de los niveles Federal, Estadual y Municipal de gobierno. Actualmente nos enfrentamos a problemas como la falta de guarderías para los niños haitianos que han nacido aquí en Manaus. Las madres que trabajan no tienen con quien dejar a los niños. Ni el Estado ni el Municipio son sensibles a esta realidad. El Padre Valdecir y la Fundación Alan Kardek, junto con un grupo de seglares, mujeres y varones, están haciendo una campaña por la construcción de una casa de apoyo a estas madres. Las actividades que se vienen desarrollando, están siendo ejecutadas por las iglesias, Congregaciones Religiosas, la Fundación Alan Kardek (inspiración espiritista) y la sociedad civil (voluntarios/as).

IHU On-Line – ¿Cómo el Gobierno brasilero ha manejado el tema de la inmigración de haitianos en los últimos tres años? ¿Es posible hacer un balance sobre esto desde que los inmigrantes comenzaron a llegar al país?

Paulo Tadeu Barausse – Para responder, tomo las palabras del padre Gelmino Costa, carlista: a principios de 2011, el número de inmigrantes aumentó en Manaus, llegando a 68 solamente en un día, en febrero. Para la acogida, la parroquia de São Raimundo, desde enero, ayudó, acogiendo permanente, por más de cuatro meses, alrededor de 90 inmigrantes. Luego vinieron los Capuchinos recibiendo a más de 70, la parroquia de la Sagrada Familia a 60 y la parroquia de São Geraldo a 15.

Entonces fueron alquiladas algunas casas y algunas parroquias han ayudado a pagar el alquiler. Así fue hasta agosto de 2011. De septiembre a diciembre, la Policía Federal disminuyó la expedición de visados en Tabatinga [frontera con Colombia] y las llegadas hasta diciembre fueron constantes, pero no tan numerosas.

La Asociación ‘Ama Haití’ comenzó a recibir a los haitianos a finales de 2011. El año de 2012, comenzó con más de 1.200 haitianos en Tabatinga. Esto se convirtió en una calamidad. El 12 de enero, el Gobierno emitió una resolución permitiendo que inmediatamente fuese dada visa a los que estaban en Brasil y luego se cerrasen las fronteras. Esto provocó que, entre el 21 de enero y el 10 de febrero, llegaran a Manaus, más de 1.400 haitianos. Algunos fueron recibidos por la Asociación de los haitianos y por algunos pastores. En febrero, Tabatinga quedó vacía. Pero 346 migrantes que ya estaban en marcha cuando la Resolución fue emitida, al llegar a Tabatinga fueron amenazados con la expulsión, pero después de tres meses de espera el gobierno concedió visa a todos los que llegaron a Manaus hasta el día 19 de abril. Después de esta fecha, teóricamente las fronteras permanecen cerradas y las visas tienen que ser emitidas en Haití. En opinión del padre Gelmino pasaron por Manaus alrededor de 5 mil haitianos en los tres últimos años.

Se distribuyeron más de 60 mil de kilos de alimentos, más de 900 tanques [bombonas] de gas, pequeñas cocinas y sus piezas, 2.500 colchones, más de 2 mil kits de limpieza y otros tantos artículos de higiene personal, ropa y zapatos. Todo esto vino del pueblo de Manaus, principalmente de las comunidades católicas, colegios, pequeñas empresas, de la Asociación, Alan Kardec, de los Santos de los últimos días. Prácticamente nunca faltó lo esencial.

El Gobierno del Estado ha donado algunos colchones, un poco de alimentos, ayuda en el aprendizaje del idioma, algún seguimiento en el campo de la salud, y la Unión [gobierno federal] nos ayudó durante dos meses en la cuestión de los alquileres y en los kits de limpieza e higiene.

La ayuda del Ministerio de Trabajo para proporcionar rápidamente las Carteras de Trabajo fue muy importante. Mas el trabajo que más nos ocupó y nos ocupa, es la cuestión del empleo. Hasta finales del año pasado, buscábamos empleos aquí en Manaus, o más bien, los empleadores nos buscaban. Seguramente unos 2.500 haitianos encontraron trabajo a través de la Pastoral del Migrante. Desde el comienzo de este año llegaron las solicitudes de empleadores de otros estados, especialmente de Paraná y Rio Grande do Sul. Este año, sólo la Pastoral del Migrante ha enviado a otros Estados alrededor de 1 mil haitianos (sin contar aquellos que fueron por su cuenta a São Paulo) que partieron conociendo el tipo de trabajo, el sueldo que iban a ganar y las condiciones de alojamiento y alimentación. Se dio importancia fundamental al aprendizaje de la lengua portuguesa y al acceso a cursos de profesionalización. Y aquí destaco la importancia de la colaboración del SENAI, CENAC y CETAM [Servicios de formación vocacional profesional implementados conjuntamente por el estado y los empresarios].

IHU On-Line – ¿Cómo es el proceso de expedición de pasaportes, registro consular y envío de documentación para los nuevos haitianos que llegan al país?

Paulo Tadeu Barausse – A principios de 2012, los sacerdotes escalabrinianos hacían la documentación, inicialmente en la parroquia de São Geraldo, usando sillas escolares. Más tarde, Cáritas ha colaborado con un asesor para realizar esta tarea y otras que se presentaron, observando la gran necesidad y la dificultad de los padres con tanto trabajo. Los jesuitas también comenzaron a colaborar en esta tarea. Fue organizada una oficina de atención a los migrantes, asumiendo el trabajo de documentación, entre otras necesidades, y muchas actividades se están desarrollando.

El Hno. Paul Welter, SJ, dio un gran impulso para que este trabajo pudiese ser realizado. Así comenzó el Proyecto Pro -Haití – Servicio voluntario para haitianos/as y migrantes, que ofrece servicios de documentación. El proceso de emisión de pasaporte requiere procedimientos lentos y burocráticos. El proyecto Pro-Haití viene trabajando de la manera siguiente:

Renovación: los procedimientos son: rellenar unos formularios recibidos de Brasilia, que son uno por cada pasaporte, enviarlos a Brasilia y luego a Washington, Estados Unidos, donde hacen los pasaportes para los haitianos.

Pérdida de pasaporte: orientamos que ellos hagan un Boletín de Ocurrencia [denuncia formal de la pérdida] en la Comisaría de la Policía Civil; a continuación, rellenamos el formulario y otros documentos requeridos por la Embajada y los hacemos llegar a Brasilia.

Documentos para la solicitud de Residencia Permanente: cada uno/a tiene que llenar los formularios de la Policía Federal, enviarlos a la traductora, asegurar el pago de las tasas en el Banco de Brasil, después hay que reservar horario de atención en la Policía Federal y comprobar que todo está correcto antes de ir a la policía. Verificar que el haitiano esté en el Diario Oficial da Unión. Todo esto debe ser realizado con tres meses de anticipación, de lo contrario hay que pagar una multa.

Republicación: es otro documento que se hace para los haitianos que perdieron la fecha límite para tramitar la visa de permanencia. Tiene mucho que perder quien no esté en Manaus cuando llega la visa, sea por no tener dinero o por descuido. Todos ellos tienen que hacer la re-publicación, que consiste en pagar una multa de R$ 183.00 y hacer un documento explicando el motivo que le hizo perder el término; después es necesario enviarlo a la Policía Federal y esperar a ser publicada nuevamente.

Documentos para el pago de visa humanitaria: es un documento que se hace directamente cuando los migrantes llegan de Haití con una visa del Consulado [brasilero] en Puerto Príncipe. Estos formularios se llenan ya con el número de visa y adjuntando los documentos originales que traen de Haití, efectúan el pago de tasas y, a continuación, los formularios se envían a la Policía Federal. Es importante recordar que se estaban otorgando 120 visas por mes. Actualmente el número se ha reducido a 100.

IHU On-Line – ¿Cuáles son las principales dificultades encontradas por los haitianos al ingresar en el país?

Paulo Tadeu Barausse – Una de las principales barreras se refiere a la lengua. Un buen número hablan español (o portuñol), pero la mayoría hablan creole y francés. Un pequeño número hablan sólo el creole. Muy pocos hablan inglés. Esto les lleva estar siempre juntos, formando guetos. Hay un verdadero choque de cultura, porque Haití es un país pequeño y ellos quedan asustados por las dimensiones del nuestro. La mayoría no tiene idea de las distancias que existen en Brasil. La adaptación es proceso lento y demorado.

IHU On-Line – ¿Que cuentan ellos sobre la actual situación económica, política y social en su país?

Paulo Tadeu Barausse – Algunos que hablan portugués compartan sus preocupaciones y angustias sobre la situación actual en el país. Manifiestan un cierto pesimismo sobre la reconstrucción de Haití. Hablan mucho de sus familias. Siempre están preocupados por enviar remesas para ayudarles. Otros son más reservados al hablar sobre la realidad de su país. Las conversaciones por lo general giran en torno a trabajo o la búsqueda del mismo.

Cito del testimonio de Cyril, quien se sintió tocado por convivencia con los haitianos aquí en Manaus: «En la esquina de la parroquia de São Geraldo (Manaus, AM), sentado con amigos de Haití, escuchando sus historias cotidianas sufridas en la emigración, quedé conmovido todo el Adviento. Bajo la lluvia y el calor, en la alegría y en la tristeza, la vida de los haitianos en Brasil no es fácil.

Me di cuenta de que además de la dificultad económica hay problemas de salud, la seguridad, la educación de los niños. La dignidad humana para ellos es cuestionable. La vida es una gran lucha. Entonces, ¿Qué ha sido Navidad para mí? A pesar de tantas heridas, al haber desenterrado de Haití incertidumbres e inseguridades, pude encontrar dentro de cada haitiano/a la determinación de vivir y de bienestar. Esta experiencia especial me hizo afirmar que Jesús niño es verdadero migrante (Mt 2,13). Sólo él puede comprender profundamente el corazón de cada migrante o refugiado en nuestra sociedad. Él encarnó para todo el mundo tenga vida en abundancia». Cyril Suresh, s.j., es un estudiante de teología en el Centro de Estudios Superiores de Belo Horizonte, originario de la India, llegó a Brasil con el propósito de integrar la misión en la Región Brasil Amazonia. Hizo su misión de vacaciones durante el mes de diciembre acompañando a los haitianos aquí en Manaus.

IHU On-Line – ¿Cuáles son los desafíos del trabajo con los inmigrantes?

Paulo Tadeu Barausse – Este trabajo siempre recibió el apoyo de los obispos de Manaus y la admiración de la mayoría de los padres. El trabajo con los haitianos se transformó en este último año en la principal señal [signo] del trabajo de la Iglesia Católica en Manaus. La sociedad civil, incluso los que estaban en contra de la llegada de los haitianos, admira el trabajo. El gran desafío que se presenta es dar continuidad a los trabajos y actividades, porque las necesidades son permanentes y las campañas que se llevaron a cabo fueron puntales y pasajeras. No es fácil mantener viva la esperanza, ya que muchos llevan en sí mismos, traumas y heridas. Es esencial que esté garantizada la continuidad del apoyo a las necesidades de los inmigrantes haitianos en la región de la Amazonia y sean integrados progresivamente en la cultura y en la realidad brasileña con sus derechos respetados y garantizadas sus necesidades básicas y efectiva integración. Ya que migrar es un derecho universal y los haitianos merecen una atención especial.

IHU On-Line – ¿Desea añadir algo?

Paulo Tadeu Barausse – Todo esto ha sido posible por hecho del proyecto Pro-Haití constituirse como una intervención humanitaria creada por los jesuitas, a partir de la emergencia de la llegada de unos 5 mil haitianos que entraron en la triple frontera de Brasil, Perú y Colombia (Tabatinga, ciudades de Leticia y Santa Rosa) en la Región Amazónica. Esta migración comenzó poco después del terremoto en Haití en enero de 2010 y en la ciudad de Manaus, las necesidades y la emergencia aumentaban cada día. Ante esta realidad clamante y humanitaria, los jesuitas de la Amazonía sintieron de cerca el dolor y el sufrimiento de los hermanos haitianos y se movilizaron pidiendo ayuda al Padre General de los jesuitas, Adolfo Nicolás. Este se mostró sensible al llamado y proporcionó una ayuda oportuna. Así, fue posible iniciar el proyecto Pro-Haití con un equipo de profesionales calificados para atender las necesidades de los inmigrantes haitianos en la ciudad de Manaus. Pretendemos continuar ofreciendo estos servicios, así como otros que puedan surgir, estando abiertos para atender cualquier solicitud que involucre a los migrantes haitianos en Brasil.

Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=73279

[Traducción: Ricardo Zúniga].