(2´13´´ / 520 Kb) – Más de dos años después del asesinato de la misionera estadounidense Dorothy Stang, muerta por pistoleros en el municipio de Anapú, en el estado de Pará, al norte de Brasil, fue marcada la fecha del juicio del acusado como mandante del crimen. El estanciero Vitalmiro Bastos de Moura va a […]
(2´13´´ / 520 Kb) – Más de dos años después del asesinato de la misionera estadounidense Dorothy Stang, muerta por pistoleros en el municipio de Anapú, en el estado de Pará, al norte de Brasil, fue marcada la fecha del juicio del acusado como mandante del crimen. El estanciero Vitalmiro Bastos de Moura va a ser juzgado el próximo día 14 de mayo, en Belém, capital del estado. Diversos movimientos sociales iniciaron una campaña contra la impunidad y están movilizándose para montar un campamento frente del Tribunal de Justicia, donde él será juzgado. En Anapú, los habitantes también están organizándose y deben unirse a los movimientos en el campamento.
El estado de Pará lidera la lista de muertes en el campo por consecuencia de la lucha por la tierra. De acuerdo con el informe organizado por la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), en los últimos diez años ocurrieron más de 130 muertes de trabajadores rurales. En toda la historia del estado solamente cuatro terratenientes fueron para juicios. Por estos motivos, José Batista Afonso, de la coordinación nacional de la CPT, evalúa la importancia de este juicio.
«No es sólo Vitalmiro Bastos de Moura el que está en el banco de los reos, nosotros entendemos que junto con él, el latifundio también está siendo juzgado. Él personifica todo ese proyecto de devastación, «grilagen» – apropiación indebida de tierras públicas – y asesinatos de trabajadores rurales que son promovidos por el latifundio en las últimas décadas en el estado de Pará. Esperamos que ese caso sirva de ejemplo para que otras muertes sean evitadas en aquel estado marcado por tanto asesinato de líderes.»
Si es condenado, Vitalmiro podrá recibir una pena de hasta 30 años de cárcel. Además, el nombre del terrateniente se encuentra en la «lista sucia», divulgada por el Ministerio del Trabajo. En esta lista, constan nombres de empleadores que utilizan mano de obra esclava en sus propiedades.