El Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), propuesto por China, y actualmente con 57 miembros fundadores, se posiciona como una institución multilateral alternativa para el financiamiento de infraestructura de las economías emergentes, principalmente de Asia, desde la construcción de carreteras y aeropuertos hasta antenas de comunicación y viviendas económicas.(1) A diferencia del Banco del […]
El Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), propuesto por China, y actualmente con 57 miembros fundadores, se posiciona como una institución multilateral alternativa para el financiamiento de infraestructura de las economías emergentes, principalmente de Asia, desde la construcción de carreteras y aeropuertos hasta antenas de comunicación y viviendas económicas.(1) A diferencia del Banco del Sur, cuya preocupación era la recirculación del ahorro y las reservas internacionales dentro de Sudamérica, el Banco Asiático está preocupado por incorporar a países que tengan la tecnología para construir el tipo de infraestructura que Asia demanda para el siglo XXI. Menos preocupado por el drenaje de recursos y más por la calidad de la nueva infraestructura, China ha promovido la incorporación de miembros europeos para indignación de Estados Unidos. Para el Tesoro, este banco compite con el Banco Mundial cosa que no hubiera hecho el Banco del Sur.
Aunque ni Estados Unidos ni Japón se encuentran en la lista de los miembros fundadores, la presencia de Francia, Alemania, Italia y Noruega, ha sido un éxito diplomático para China, pues el apoyo de las grandes economías de Europa representa el incremento de poder e influencia del gigante asiático en el occidente lo que significa al mismo tiempo un gran desafío para las instituciones multilaterales tradicionales como son el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) controlado por Japón, y el Banco Mundial (BM) encabezado por Estados Unidos. El Tesoro acusó al Reino Unido de «la constante acomodación» con respecto a China y lo desafió a renunciar a su idea.(2)
En América Latina, de su parte, el sólo impulso del Banco del Sur llevó a la conversión de la Corporación Andina de Fomento en Banco Latinoamericano de Desarrollo que en efecto compite con el Banco Mundial en la región y sobre todo con el Banco Interamericano de Desarrollo. Con treintaicinco años de experiencia, la antigua Corporación Andina de Fomento se amplió de seis miembros andinos (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile) más catorce bancos privados, a 16 países latinoamericanos y dos europeos, España y Portugal. De América Latina continental faltan Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, marcando la separación entre América Central y América del Sur, que en este banco comienza en Costa Rica.
Quizás el rasgo más importante de la CAF Banco Latinoamericano de Desarrollo es que tiene acciones de propiedad de bancos privados. Por la manera como se presentan los datos en sus balances del 2014 es difícil discernir cuánto de la propiedad del Banco es de la banca privada sudamericana más el Banco Interamericano de Desarrollo. Los países cuyos bancos privados son importantes en la CAF son Ecuador (Banco del Pacifico y Banco de Guayaquil); Perú (Banco de Crédito, BBVA Continental, Scotiabank y Banco Internacional del Perú INTERBANK); Colombia, (Banco DAVIVIENDA S.A. y Corporación Financiera Colombiana S.A.).
El Banco Asiático de Infraestructura (BAI) tiene cincuentaisiete gobiernos miembros fundadores, repartidos entre treintaisiete asiáticos y veinte europeos. Para los asiáticos, la presencia o no de Estados Unidos en su membresía no es un tema tan álgido como lo es en América Latina donde la diferencia es entre un esquema panamericano y uno regional y donde la asimetría le da al vecino del norte un peso que no tiene en Asia. La oposición de Estados Unidos hacia el (BAI) podría entenderse como una expresión de debilidad estadounidense sobre su influencia mundial. El tamaño inicial del patrimonio del BAI es de 100.000 millones de dólares, alrededor de cinco veces mayor que el patrimonio del BID, doce veces el del Banco Latinoamericano de Desarrollo, tres veces el BNDES de Brasil y dos veces y medio el patrimonio del Banco Mundial. Evidentemente se contemplan otras posibles opciones para la financiación del BAI, como son los préstamos interbancarios y la emisión de bonos, lo que con un apalancamiento análogo al BNDES lo convertiría en un banco que opera con un billón de dólares, el banco más grande del mundo con distancia.(3) El total de activos del Banco Mundial como grupo suma 353,000 millones de US$ para el año 2014.
La iniciativa de un Banco dedicado a la inversión para infraestructura junto con el Fondo de la Ruta de la Seda y el nuevo banco de los BRICS, ratificado por el parlamento chino el 24 de junio del 2015,(4) tiene que ver con el cambio hacia un nuevo orden económico mundial caracterizado por la mirada preventiva China. Cada institución sola no amenaza el poderío financiero global de Estados Unidos. Todas sumadas son un elemento a tomar en cuenta seriamente.
El principal motor de crecimiento del gigante asiático ha sido el sector construcción, que recientemente ha perdido fuerza a medida que el proceso de urbanización ha ido avanzando. Es como si China, consciente de no poder continuar acumulando paquetes de estímulo orientados a la inversión en infraestructura en su propio territorio pretendiera exportar este modelo de desarrollo al resto del mundo emergente a través de estas tres instituciones.
Otra motivación económica va asociada a la estrategia dirigida al uso internacional del renminbi (RMB) ya que la moneda de referencia del BAI es el RMB y con esto estará empujando la acumulación de activos financieros en yuanes fuera de las fronteras chinas y afirmando la internacionalización de su moneda. Por ambas razones Estados Unidos protestó la presencia británica y europea allí.
Finalmente, tomando una idea de Sudamérica, China y los países asiáticos han logrado montar un aparato financiero multilateral potente, mientras Brasil se debate aun sobre el Banco del Sur. Aparentemente si el beneficio al MERCOSUR/Brasil no es directo, no es tema y el Banco del Sur no le da ningún beneficio directo a Brasil que este no obtenga con el BNDES. El éxito Chino es un interesante caso de muestra de la miopía diplomática latinoamericana. Parece que algunos quieren regionalismo, ¡pero no financiarlo!
Notas
(1) AIIB www.aiibank.org
(2) «US attacks UK’s ‘constant accommodation’ with China» en http://www.ft.com/intl/cms/s/
«Acomodar a China puede que no sea una mala estrategia». Véase en http://elcomercio.pe/economia/
(3) Anticipan guerra entre potencias por creación del AIIB. Véase en http://eleconomista.com.mx/
(4) REFILE-China takes first step to ratify BRICS Bank agreement- Xinhua, http://www.reuters.com/
– Oscar Ugarteche, economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Miembro del SNI/Conacyt. Coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA) http://www.obela.org
– Tesalia Valencia Belén, miembro del proyecto OBELA, IIEc-UNAM.
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