Los pueblos en América Latina han pasado de la resistencia a la ofensiva histórica, para derrotar al Neoliberalismo, al colonialismo cultural y para tomar definitivamente el poder. Y como las ideas son la semilla de esta permanente rebeldía, existen propuestas para articular a intelectuales y movimientos sociales, además de revisar la historia oficial -que fue […]
Los pueblos en América Latina han pasado de la resistencia a la ofensiva histórica, para derrotar al Neoliberalismo, al colonialismo cultural y para tomar definitivamente el poder. Y como las ideas son la semilla de esta permanente rebeldía, existen propuestas para articular a intelectuales y movimientos sociales, además de revisar la historia oficial -que fue escrita por encargo de gobiernos oligarcas- y resaltar el protagonismo de los pueblos en la lucha por la independencia. Por eso, entrevistamos a Carmen Bohórquez, filósofa e historiadora venezolana, Coordinadora de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad e integrante de la Comisión Presidencial para la Celebración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela.
Humanidad en Red
– ¿Se han cumplido los objetivos trazados en el mandato de la Asamblea Plenaria del Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, celebrada en Caracas el 6 de diciembre de 2004?
– Hace cuatro años de la Asamblea que se reunió en Caracas, donde se acordó crear una oficina que llevara el pulso de esa Red y que tratara de articular los esfuerzos, que desde muchas partes se estaban haciendo. Si el balance no es todo lo que hubiésemos deseado en ese momento, de todas maneras esta oficina ha contribuido en el crecimiento mismo de la Red y en tratar de sustituir una concepción del pensamiento enclaustrado en bibliotecas por un pensamiento activo, ligado a la práctica, que crece, se enriquece y madura a través de la acción. No quiero decir con esto que antes no hubiese ese tipo de pensadores, siempre los ha habido. Los grandes cambios de la humanidad lo han hecho aquellos, que precisamente, reflexionando sobre lo que les circunda, han decidido llevar sus ideas a la práctica para transformar esa realidad. Es decir, que históricamente no hay un cambio en ninguna sociedad en la que no encontremos esa articulación de teoría con praxis, eso es lo que hace avanzar a la humanidad. Pero paralelamente a eso, que es lo real, se ha creado en el imaginario y quizás impulsado por ciertos intereses de poder que pretenden que no haya -precisamente- esos cambios transformadores, la idea de que el intelectual es aquel que se abstrae de la realidad, que se encierra en un castillo de libros, pues a él solamente le toca pensar y no tiene porqué estarse metiendo con lo que está pasando en la vida política, económica o social propiamente dicha.
Entonces, parte de la actividad que ha desarrollado la Red en estos cuatro años a través de sus encuentros, de su página web, de los comunicados y pronunciamientos de apoyo en circunstancias bastante álgidas que se han vivido en distintos lugares de América Latina y del mundo, ha servido para que esa imagen del intelectual aislado de la realidad cambie en el colectivo, porque fundamentalmente es allí donde se trata de mantener esa imagen. Porque los intelectuales que formamos parte de esta Red, ninguno de nosotros ha actuado aisladamente de su realidad. Es una Red de Intelectuales y de Artistas comprometidos con su realidad, con su pueblo, con la lucha colectiva por un mundo mejor, de libertades y de justicia. Una de las cosas que la Red ha tratado de hacer en este tiempo es servir de vehículo para facilitar esa articulación del intelectual con la realidad y de la realidad con el intelectual. Porque aquí no son los intelectuales los que tienen la verdad. El intelectual lo que tiene es, herramientas que quizás le permiten interpretar más rápido una determinada situación y poder ayudar a trazar estrategias de acción para superar esa situación. Pero evidentemente esas estrategias serían vacías e inútiles si no van acompañadas de una articulación real con los verdaderos actores de los cambios sociales que son los pueblos.
– Además de tener a Caracas como sede de los encuentros, también los han organizado en Bolivia y Roma.
– Se han realizado dos encuentros en Bolivia, uno en Cochabamba (2007) y otro en La Paz (2008). Estos encuentros, más los que se hacen en Venezuela, también han sido diseñados para que estos intelectuales no se queden en un diálogo cerrado, en una conversación entre amigos, sino que tratamos de que estos intelectuales vayan, como grupo, a tocar la realidad misma que están visitando. Y los ponemos a ellos a hablar con las comunidades de los problemas que nos afectan a todos, para que el intelectual aprenda, porque el intelectual aprende mucho escuchando al pueblo. Y no solamente escuchando, es que tiene que interactuar, dialogar con ese pueblo. Eso ha dado buenos resultados, porque muchos de estos intelectuales han reconocido -incluso públicamente – que esa interacción les ha hecho cambiar las propias premisas de su pensamiento, revisar teorías, propuestas que estaban haciendo en determinados temas. Se han dado cuenta de que sus propuestas se quedaban cortas, que eran incompletas. Entonces, la Red durante estos cuatro años ha facilitado ese encuentro, esa articulación de pensamiento y praxis, de intelectuales y pueblos, de teoría y realidad. Esa es realmente la función de la Red, facilitar esos espacios de diálogo e ir tejiendo -como su nombre lo indica- esos esfuerzos individuales que se van dando en cada país, para que puedan adquirir mayor fuerza y contundencia al momento de hacer una denuncia, de brindar apoyo y de hacer propuestas de transformación. Simón Bolívar lo dijo: «Unidos podemos tener mayor efecto que si vamos separados». El balance ha sido positivo, la Red es conocida en muchas partes, existen capítulos de la Red en casi todos los países latinoamericanos, en gran parte de Europa Occidental, hay dos capítulos en Africa, uno en Asia y si sumamos todo lo que se mueve en cada uno de esos capítulos, hay como 30 mil personas articuladas trabajando por un objetivo común, que es la transformación de la sociedad y la construcción de una alternativa al Neoliberalismo que está destruyendo al ser humano y al planeta. En Bolivia se realizó el Encuentro en apoyo al proceso boliviano, al presidente Evo. Sobre todo el que se hizo el 2008 en La Paz, en un momento en que la situación en Bolivia estaba muy álgida y esos grupos separatistas intentaban derrocar al gobierno. Ante eso, consideramos los intelectuales de la Red, -que somos intelectuales críticos y comprometidos- hacernos presentes allá para manifestar la solidaridad de esta intelectualidad progresista con el gobierno y el pueblo boliviano. En Roma, la intención fue tratar de despertar sensibilidad hacia los problemas que nos afectan a todos, como el ecológico, la integración de los pueblos, la soberanía, la necesidad de una economía solidaria, la defensa de la memoria. Además fue dedicado a los medios de comunicación, problema grave que afecta hoy al mundo entero. Los medios son empresas que están al servicio de los grandes intereses de poder y eso hay que denunciarlo en todos los espacios que se pueda y hay que trabajar mucho para crear conciencia al respecto y para que el periodismo recupere sus principios éticos. También se hizo para tratar de que en Europa se diga algo desde el pensamiento crítico.
– ¿Este año, dónde se realizará el Encuentro?
– Quizás sea en Caracas. Por el problema de la crisis económica, este año se va a reducir la dimensión. Tuvimos una experiencia interesante el año pasado en que se hizo un encuentro conjunto de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad con el Foro Mundial de Alternativas, que preside Samir Amin. Se reunieron en Caracas alrededor de unos 200 economistas de todo el mundo, para tratar el problema de la crisis. Se aprobaron documentos muy interesantes y esclarecedores. Esos documentos se los enviamos a gobernantes, a la gente que tiene que tomar decisiones. El rol de la Red es también apoyar a los que tienen que tomar decisiones a favor del pueblo, ayudarlos con insumos sobre los cuales sustentar sus decisiones.
– ¿Qué opinas sobre la reunión realizada en Caracas denominada Encuentro Internacional Libertad y Democracia organizado por la ONG CEDICE (Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad) donde estuvieron Mario Vargas Llosa y sus amigos?
– Es parte de la campaña mundial que tiene la derecha para desprestigiar a los gobiernos revolucionarios, transformadores, que están propiciando cambios. Ellos vienen a decir lo mismo de siempre: acusar al presidente Hugo Chávez de totalitario, a decir que no hay libertad de expresión y sin embargo, vienen aquí a decir lo que se les ocurra. Siempre tienen el respaldo de las empresas de comunicación a las cuales ellos sirven. Pero el pueblo venezolano está muy preparado, consciente, crítico y ya no viene nadie a meterles cuento. Ese es un show más, totalmente destinado al consumo internacional, para que después lo reproduzcan los periódicos que están con ellos como El País de España, El Comercio de Lima o el Washington Post de los EE.UU. Todo forma parte de la misma estrategia desestabilizadora.
– Lo que buscan personajes como Mario Vargas Llosa o Plinio Apuleyo con estos encuentros es provocar una posible censura por parte del gobierno venezolano, para luego decir que fueron víctimas de la dictadura…
– El gobierno revolucionario del pueblo venezolano tiene ya diez años y estos personajes también tienen diez años denunciando que los van a silenciar, que viene la dictadura, y en diez años aquí no ha habido ningún periodista preso, ni medios de comunicación cerrados, porque si sacan el caso de RCTV (Radio Caracas Televisión) a esta empresa se le venció la concesión y todo gobierno en cualquier parte del mundo, si se vence la concesión de una empresa, no está obligado a renovársela. En esos mismos días se vencieron creo que cuatro concesiones de radios en Perú y nadie dijo que Alan García atentaba contra la libertad de expresión. Sin embargo, eso si lo dicen acá. Siempre vienen a provocar. No hace mucho sí se tuvo que pedir que abandonara el país a José Miguel Vivanco de la Human Rigths Watch, porque entró con visa de turista e hizo trabajo político. En las leyes de todos los países eso está prohibido. Si yo voy a los EE.UU. y hablo mal de George W. Bush o de Obama, no me sacan del país, sino que me dejan allá, me hacen un juicio y quien sabe si hasta me mandan a la silla eléctrica. O como a los cinco patriotas cubanos, me condenarían a cinco cadenas perpetuas. Y ellos vienen también a tener pantalla pública, porque estos señores ya ¿Qué hacen en su vida? Una manera para que ellos vuelvan a estar en la palestra pública y que los medios hablen de ellos, es cuando vienen a Venezuela a decir barbaridades. Entonces, en cierta manera la revolución les hace un favor, ellos necesitan venir aquí para que se sepa que todavía existen
Memoria y Protagonismo de los Pueblos
– ¿Qué propósito tiene la Comisión Presidencial para la Celebración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela, de la cual tú eres miembro?
– Que se esté conmemorando el Bicentenario de las independencias de los países de América Latina en este momento de grandes transformaciones sociales en toda la región, es una ocasión que debemos aprovechar. Un objetivo de esta Comisión es la de propiciar un gran debate colectivo nacional y continental, sobre un proceso de independencia que se inicia hace doscientos años y que hoy estamos viendo próximo a su realización plena. Se conjugan voluntad política de dirigentes, porque por primera vez en nuestra historia republicana en diversos países de América Latina hay líderes con la voluntad política de cambio, de transformación y reivindicación de los derechos de los pueblos. Está también un pueblo consciente que ha avanzado mucho y que está tomando las riendas de su destino. Si tomas los casos de Ecuador y Bolivia, allí los presidentes que precedieron a Evo o Correa no salieron por golpes de Estado militares, sino que fue el propio pueblo el que los expulsó del poder y los hizo correr. Es decir, doscientos años después de la Independencia de América, tenemos al pueblo en las calles diciendo cuál es el camino. Tenemos que aprovechar esta circunstancia, esta coincidencia de los proyectos liberadores que se están planteando, que son proyectos políticos pensados desde el pueblo, para el pueblo y que los están construyendo los pueblos. Entonces, hay elementos comunes entre lo que ocurrió hace doscientos años con lo que está ocurriendo ahora. Y sabemos que aquel proyecto de hace doscientos años, por el que dieron la vida Bolívar, Miranda, Sucre, San Martín, O Higgins y tantos otr@s mujeres y hombres que a veces la historia ni los nombra, pero que estuvieron allí, ese proyecto no se ha realizado plenamente, pero hoy están dadas las condiciones para concretarlo. Ahora ya no nos enfrentamos al imperio español, pero nos estamos enfrentando al imperio de los EE.UU., quizás mucho más peligroso que el español. Contra ese imperio hoy insurgimos con las mismas motivaciones y objetivos con los que insurgieron nuestros antepasados hace doscientos años. Simplemente, que esta tierra sea respetada, pues ésta es una tierra soberana de libertad plena para todos. El otro objetivo de la Comisión es recuperar esa memoria, revalorizar el esfuerzo de tantos hombres y mujeres que han luchado por la libertad desde hace quinientos años, empezando por los pueblos originarios, y poner de manifiesto cómo los pueblos a través de su devenir histórico van construyendo su libertad. Esta discusión que estamos proponiendo, se profundizará más en la medida que el pueblo participe en ella, el pueblo es el que va a marcar el ritmo, la profundidad de los debates que demos aquí. También es necesario que la Comisión fije esa memoria recuperada a través de libros o monumentos, que siempre recuerden a las generaciones que vienen que nuestros antecesores llegaron hasta aquí en la batalla por la libertad, por un destino propio, por la recuperación de la memoria. Cada generación tiene que dejar hitos, porque el destino se construye entre todos y no es una sola generación la que lo hace. La humanidad camina, avanza, por el trabajo acumulado. En el caso de Venezuela, la Comisión tiene un reto muy importante, porque nuestro país es como la cabeza más visible en estos procesos de cambio y está obligada por la historia misma, por ser la cuna de Bolívar, Miranda, Sucre, Andrés Bello, Simón Rodríguez, y también con el ejemplo de hoy, mostrar que no ha traicionado el sacrificio de los padres de la patria.
– Esto comprende actividades, seminarios, publicaciones, rebuscar en la memoria…
– Hay varios trabajos de investigación interesantes, está el diccionario de la insurgencia que se está haciendo, revisando expedientes de los juicios que en la colonia se hacía a los que se rebelaban. Esos juicios reposan en los archivos con el título de Causas de Infidencia, es decir, causas contra los infidentes en el sentido de que iban contra la fidelidad que se le debía al Rey, fueron infieles al Rey. Allí está recogida la memoria de las rebeldías de la época, de los movimientos de protesta, de cómo esos hombres y mujeres rechazaron o insurgieron contra la propia monarquía. Entonces, éste es un trabajo muy importante que va a rescatar la memoria de todos esos rebeldes, algunos solitarios. Se están haciendo también investigaciones sobre el rol que tuvieron las mujeres, los afrodescendientes, los indígenas en esa guerra de independencia. Hay que sacar a la luz a todos los actores, no fue sólo la élite criolla la que produjo la independencia. También se van a reeditar libros que están agotados, que marcaron hitos y que son importantes para esa recuperación de la memoria del pueblo. Aproximadamente lanzaremos 200 publicaciones, se digitalizará el archivo del Libertador, se publicará el de Miranda. Es decir, que el pueblo pueda tener acceso a su propia memoria fácilmente, y que no sea sólo para los investigadores que saben paleografía y que puedan ir a ver esos documentos originales que están en unas arcas de vidrio. Junto a eso está este ciclo de foros públicos que durará hasta el 2011, se trata de un espacio de debate donde se van a estar discutiendo diferentes temas, ya la programación está hecha, desde que empezamos el quince de abril hasta diciembre del 2011, en que se cumple el Bicentenario de la primera Constitución de Venezuela. Además de ese espacio de debate, también habrá micros para la televisión, videos, documentales, películas, música, exposiciones de arte, es decir sobre lo que hemos logrado como pueblo en estos doscientos años. Eso también va a ser como una especie de inventario de nuestra cultura y de nuestro avance en la realización de nuestra condición humana. En la medida en que ese espacio sea cada vez más libre, nuestra condición humana se podrá expresar con mayor esplendor.
– Esto también se está coordinando con otros países de América Latina. Pero eso se entiende que se coordine con Venezuela, Bolivia, Ecuador o Argentina, donde -se puede decir- existen lazos de integración entre gobiernos progresistas, pero ¿En los casos de Perú y Colombia?
– Existe un grupo Bicentenario donde hay varios países latinoamericanos representados, indudablemente que allí las diferencias políticas se manifiestan hasta en la manera como se van a celebrar los bicentenarios. Están países con gobiernos que son de derecha, e incluso hay algunos que tienen una visión casi comercial del asunto, que lo ven como algo para turistas o como obtener más ingresos. Y otros, los que estamos más políticamente implicados en procesos revolucionarios, nosotros lo vemos como la ocasión propicia para profundizar la batalla de las ideas. Entonces, eso se da. Sin embargo, hay puntos comunes y en ese espacio debemos tratar de buscar esas coincidencias. Porque, por ejemplo, Simón Bolívar tuvo que ver con la historia del Perú y Colombia, entonces allí hay un pasado que nos une y dentro de nuestras diferencias podemos lograr acuerdos. Debemos siempre marchar hacia la integración de nuestros pueblos, hacia el sueño de Bolívar y Miranda de una sola América. Que en un momento dado haya gobiernos que están más o menos de acuerdo con la idea, será así, pero la unidad de América es un proceso largo, no se detiene porque el gobierno de un país diga o no apueste por la unidad, porque la unidad la van a hacer los pueblos, independientemente de los gobiernos. Debemos trabajar para que los pueblos se conozcan y encuentren, porque son los pueblos los que van a construir esa unidad. Y los gobiernos se pueden encontrar identificando cuales son esos espacios comunes. Porque puede ser un gobierno de derecha, pero puede reconocer el aporte de Simón Bolívar a las luchas emancipadoras. Quizás en Perú te consigues gente de derecha que odia a Bolívar y la hay, porque por ejemplo en al aeropuerto de Lima compré un libro titulado: «Bolívar, el enemigo número 1 del Perú». Entonces existe una corriente así, que manipula la historia, que la trastoca, pero no es tanto por un interés histórico, como porque se tiene un interés político en el momento. Pero la mayoría del pueblo peruano no está de acuerdo con eso y lo mismo ocurre en Colombia. Están los que adversan a Bolívar porque defienden a Santander, pero hay muchos colombianos que reconocen que el proyecto de Bolívar era un proyecto liberador, que Bolívar sacrificó su vida por todo el continente y que son bolivarianos. Por ejemplo, en Santa Marta dicen que ellos se quedaron con el corazón de Bolívar y que lo que mandaron a Venezuela fue otra cosa. Si ellos lo dicen, es porque aman a Bolívar. En los pueblos de América Latina hay un amor a Bolívar y sus ideales siguen siendo tan actuales como entonces. Esos ideales junto al de otros hombres y mujeres están alimentando las luchas actuales. Entonces, sí hay espacio para encontrarse, sí se pueden hacer actividades conjuntas, hay memorias compartidas y eso es lo que importa en este momento, no marcar las diferencias, sino encontrar las coincidencias y potenciarlas, que al final, el proyecto de la unidad, de la integración se va dar. Hemos avanzado mucho en eso. Ejemplo de ello son: UNASUR, ALBA, Telesur, Petrocaribe, allí nos estamos encontrando y nos vamos a seguir encontrando cada vez más. En la medida en que nos conozcamos vamos a ver cómo esa América unida se hará realidad. Lamentamos que Perú no participe en este proyecto del Bicentenario.
Yásser Gómez. Periodista, Corresponsal de Upsidedownworld en Perú y Editor de Mariátegui. La revista de las ideas.
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