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¡Échale pichón!

Fuentes: SORTU

Tras la muerte del comandante Hugo Chávez eran muchos los que predecían que el movimiento bolivariano caería junto a su líder carismático. La pírrica victoria de Maduro ante Capriles por 224.268 votos de diferencia dejaba, efectivamente, muy cuestionada la victoria del candidato Nicolás Maduro y complicaba de antemano la gestión política diaria. La oposición se […]


Tras la muerte del comandante Hugo Chávez eran muchos los que predecían que el movimiento bolivariano caería junto a su líder carismático. La pírrica victoria de Maduro ante Capriles por 224.268 votos de diferencia dejaba, efectivamente, muy cuestionada la victoria del candidato Nicolás Maduro y complicaba de antemano la gestión política diaria. La oposición se confió y la siguiente cita con las urnas se fijó para diciembre de 2013.

Capriles planteó esas elecciones municipales como unas elecciones plebiscitarias. En esa ocasión, el cálculo falló y Maduro salió fortalecido al ampliar su apoyo popular en 842.612 votos, marcando nueve puntos de diferencia con respecto al candidato derechista. Esta derrota electoral provocó divisiones en la estrategia política de la derecha y el desgaste electoral dio paso a una fase de confrontación, en la que se han concatenado iniciativas de golpe de estado y golpes suaves.

La contrarrevolución puesta en marcha por un sector de la extrema-derecha impulsada por María Corina y Leopoldo Lopez (amigo personal del ex presidente colombiano Á lvaro Uribe), confrontados con Capriles lanzaron el mensaje de salir a la calle a protestar. Tras meses sufriendo las guarimbas en diferentes zonas del país, las protestas de la oposición han perdido fuerza , porque esa agitación violenta ha causado un rechazo creciente en la población venezolana y ha desacreditado a sus incitadores incluso ante los sectores internacionales más proclives a las tesis de la oposición a Maduro. El fracaso de esta estrategia ha dividido a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y a día de hoy un sector de la oposición ha optado por fijar su posición en la mesa del diálogo con el gobierno, mientras ese otro sector, minoritario, intenta mantener las guarimbas y las protestas violentas por todo el país.

Llama la atención la virulencia desatada por este sector fascista que golpea los logros de la Revolución Bolivariana (hospitales, universidades, viviendas…), y que se ha cobrado ya un saldo de 41 muertos, 700 heridos y pérdidas millonarias para el país. La mayoría de los asesinados por francotiradores o por la colocación de las trampas guayas (alambres colocadas en la carretera de manera transversal) son chavistas.

Esta debacle de la estrategia de des estabilización se debe en parte a la gran disciplina política mostrada por los sectores chavistas. Asqueados de todas estas provocaciones los núcleos chavistas han seguido a pies juntillas la estrategia puesta en marcha por el Presidente Maduro. Se ha respetado en todo momento el derecho a la protesta de la oposición, algunas veces hasta el extremo de tener horas colapsadas las calles sin la intervención de la guardia bolivariana.

Aunque las guarimbas han perdido fuerza, la oposición gracias a la ayuda inestimable de las grandes corporaciones mediáticas, como la CNN o el diario español El País, ha conseguido parte de sus objetivos entre otros dar eco a sus protestas.

En contrapartida, el Gobierno de Maduro ha conseguido romper a la oposición en dos y ganar la batalla de las ideas ante la sociedad venezolana, y la mesa de diálogo es ejemplo de ello.

La estrategia de desgaste y golpe no empieza ni acaba con las guarimbas, ni es sólo cuestión de un sector de extrema-derecha venezolana, va más allá e implica a muchos agentes externos.

Venezuela cuenta con dos elementos claves a los ojos del imperialismo; por un lado el petróleo, ese bien tan preciado y que ha sido motivo de intervenciones militares en Irak, Afganistán…

Por otro lado, la influencia que hoy en día tienen las ideas bolivarianas en todo el continente latinoamericano, preocupa a las derechas nacionales y a diferentes estados del continente .

La alta presencia de paramilitares colombianos en suelo venezolano presagia un recrudecimiento de la confrontación, y puede dar lugar a un diseño de desestabilización por fases. Hay síntomas de ello. Los asesinatos de Eliezer Otaiza (secuestrado, torturado salvajemente y asesinado a tiros) y el de un guardaespaldas de Maduro, muestra que los estrategas en la sombra han pasado a la fase de eliminación de objetivos selectivos.

Eliezer Otaiza figura emblemática de la revolución Bolivariana, fue quien propuso llamar «República Bolivariana de Venezuela», también estuvo al frente de las más polémicas instituciones como el Instituto de tierras… Otaiza no es, por tanto, una víctima elegida al azar.

En esta situación, es más que nunca necesario señalar, y así lo hace SORTU, que Venezuela necesita acuerdos de país, de ahí la importancia del diálogo, sin duda vulnerable y sujeto a injerencias externas, entre el sector chavista, el Gobierno de Maduro y la MUD o grupos de la oposición.

El respaldo solidario al proceso bolivariano no obvia para constatar que Venezuela tiene muchas cosas que mejorar, tanto en materia económica como política. Pero esos retos presentes y futuros deben tener en cuenta lo avanzado en justicia social en estos últimos quince años. No en vano, Venezuela ha escalado puestos en el Indice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas y otras destacadas instituciones internacionales constatan sus avances en materia sanitaria o educativa. Esos logros, aun siendo parciales, deben ser preservados y deben servir de estímulo a la hora de construir los acuerdos que permitan abordar los cambios que reclaman las y los venezolanos.

Por todo ello, SORTU entiende que el único modo de garantizar la unidad y la paz en Venezuela es seguir avanzando en la mesa de diálogo y negociación y evitando cualquier opción que de pie a la intervención extranjera para desestabilizar y derramar sangre venezolana.

Desde Euskal Herria mostramos todo nuestro apoyo al proceso de transformación social abierto en Venezuela, apostamos firmemente por el dialogo nacional entre las partes y por la solidaridad internacionalista con el pueblo venezolano. Como muestra de ello, anunciamos que los días 14-15-16 de junio participaremos activamente en el encuentro bolivariano que tendrá lugar en Bilbo.

* Asier Altuna es responsable para América Latina de SORTU

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.