Recomiendo:
0

Economía mundial: La espada del desequilibrio comercial

Fuentes: Deutsche Welle

La economía mundial creció el año pasado casi en un 4%. Pero el ritmo disminuye. Para este año, la UNCTAD prevé sólo un 3% y vaticina problemas derivados, sobre todo, de los desequilibrios comerciales.

Primero la buena noticia: aunque el precio del petróleo se haya duplicado con creces en los últimos tres años, la inflación se ha mantenido bajo control a nivel mundial y el crecimiento no ha colapsado. La Organización de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (UNCTAD), lo atribuye a que los países industrializados son ahora menos dependientes del petróleo que durante las crisis de los años 70. Eso no es aplicable, sin embargo, a muchos países en vías de desarrollo. Por ejemplo, las economías de Chile, Tailandia o India dependen dos o tres veces más del petróleo que las más desarrolladas.

Escenarios inquietantes

Al margen del alza del petróleo, los principales peligros emanan de los desequilibrios en el comercio internacional. El año pasado, Estados Unidos registró un déficit récord, de 666 mil millones de dólares, en su balanza comercial. Eso equivale a cerca de un 6% de su producto interior bruto.

Heiner Flassbeck, director del área de globalización y estrategias de desarrollo de la UNCTAD y principal autor del informe de este año, considera que ‘el gran riesgo es que se produzca una ola de especulación que haga bajar drásticamente el precio del dólar, con todas su consecuencias para Europa y también para los países asiáticos’. A su juicio, ‘el otro escenario sería que China liberara sus tipos de cambio y se produjera allí una reevaluación’. Algo que, según indica, tampoco haría bien al comercio internacional.

Los efectos del boom chino

Si China revaluara fuertemente el yuan, podrían llegar a su fin allí el boom exportador y las altas tasas de crecimiento económico. Eso también tendría consecuencias para otros países en vías de desarrollo, dado que la demanda china de materias primas ha hecho subir sus precios a nivel mundial. De este modo, Brasil y Sudáfrica se benefician del alto precio del hierro, Chile, Perú y Zambia del aumento del precio del cobre.

El boom chino ha contribuido a que en Africa y América Latina la curva de los precios de las exportaciones haya superado en los últimos años a la de las importaciones. Estos términos de intercambio habían empeorado previamente por décadas. En consecuencia, el término del boom chino podría dificultar el combate contra la pobreza en otras latitudes. De ahí que la UNCTAD recomiende cautela y, sobre todo, no sofocar ese crecimiento. Flassbeck teme incluso que si China revaluara su moneda en forma demasiado rápida, el país podría caer en una deflación, ya que las importaciones se abaratarían y los precios seguirían bajando.

La responsabilidad de Europa

Sin embargo, si se quiere paliar el desnivel en el comercio global, no sólo hay que fijarse en Pekín. La UNCTAD llama la atención también sobre el superávit de la balanza comercial japonesa, que duplica prácticamente al de China. También Alemania tiene un superávit superior al chino. En consecuencia, Alemania y la Unión Europea deberían contribuir igualmente a contrarrestar dichos desequilibrios.

‘Se apostó por fomentar la exportación abaratando los costos salariales. El éxito se logró. Ahora el mundo espera que esos países vuelvan al camino de la expansión. Eso implica aumento de ingresos en el ámbito interno y una política económica, financiera y monetaria expansiva, o al menos más expansiva que la aplicada hasta ahora’, apunta Flassbeck. La UNCTAD subraya pues que lo fundamental es reducir paulatinamente los desequilibrios comerciales, ya que sólo así se podrá mantener el crecimiento chino, con sus positivos efectos sobre otros países en vías de desarrollo.