Tras una dubitativa respuesta inicial de que «se estaba investigando», finalmente el gobierno norteamericano terminó por admitir que efectivamente un avión militar de los Estados Unidos violó el espacio aéreo de ese país. El portavoz del Pentágono reconoció que un Viking S-3B de la armada norteamericana entró en el área de la soberanía venezolana «por […]
Tras una dubitativa respuesta inicial de que «se estaba investigando», finalmente el gobierno norteamericano terminó por admitir que efectivamente un avión militar de los Estados Unidos violó el espacio aéreo de ese país. El portavoz del Pentágono reconoció que un Viking S-3B de la armada norteamericana entró en el área de la soberanía venezolana «por error». El Canciller venezolano Nicolás Maduro, había denunciado el pasado lunes que el sistema de defensa aérea de la base de Maiquetía había identificado un avión de la marina norteamericana sobrevolando el espacio aéreo de la Orchila (isla en el mar Caribe venezolano), donde hay una casa de descanso presidencial y una base militar.
«No es sino un eslabón más en la cadena de provocaciones en la que se quiere envolver a nuestro país,» manifestó el ministro venezolano. Afirmó que disponían de pruebas grabadas de la conversación entre el control de tierra y el piloto de la aeronave, anticipando que la pondría a disposición de los medios. También convocó al embajador norteamericano en Caracas, Patrick Duddy, para que diera explicaciones. El portavoz del Pentágono calificó al suceso como «incursión accidental», y atribuyó la violación del espacio aéreo venezolano a «errores de navegación». El incidente se produjo poco después que Venezuela denunciara una incursión de soldados colombianos en su territorio, circunstancia que el gobierno de Alvaro Uribe desmiente.
Este tipo de avión, el Vicking S-3B fue construido originalmente para misiones antisubmarinas, pero actualmente se utiliza como aeronave de vigilancia y control y algunos de ellos han sido dotados de equipos para recopilar datos para la inteligencia militar. El Comandante norteamericano Jeffrey Gordon, admitió que hubo una conversación «muy profesional» entre la base áerea venezolana que pedía la identificación del avión y la tripulación que explicó que cumplían una misión con origen en Curazao y que habían tenido » un error de navegación».
El ministro de Defensa de Venezuela, general Gustavo Rangel, afirmó que la incursión había sido algo consciente. Y añadió que el espacio aéreo sobre La Orchila, está prohibido para cualquier aeronave, sea militar o civil». El incidente contribuye a incrementar la tensión en la zona y se suma al conflicto planteado por la incursión mililtar colombiana en territorio ecuatoriano para bombardear un campamento de las FARC.