El gobierno de Estados Unidos impuso una multa de 536 millones de dólares al Credit Suisse Bank, por realizar transacciones que violaron las leyes del bloqueo contra Cuba, además de ayudar a Irán y a otros países que aparecen en la lista de enemigos de Washington, anunció Eric Holder, Procurador General de EEUU en una declaración.
En el caso de Cuba, el banco realizó 32 transferencias electrónicas por 323 648 dólares, en las que el gobierno de la isla o individuos cubanos tenían interés, afirmó el documento.
«Tanto en su alcance como en su complicidad, la conducta criminal perpetrada por el Credit Suisse, es asombrosa», dijo el procurador general Eric Holder al anunciar un acuerdo con el banco, con sede en Suiza, que permitió que los investigadores norteamericanos accedieran a todos sus registros.
Las transferencias se hicieron entre agosto del 2003 y diciembre del 2009 a través de instituciones financieras de Estados Unidos en aparente violación de la ley del bloqueo y de las regulaciones que señalan a Cuba como «un país colaborador con el terrorismo», añade la nota.
Sólo se limita a decir que las presuntas violaciones del Credit Suisse favorecieron »sustancialmente» a Irán, Birmania, Sudán, Cuba y Libia.
Durante el 2006 y en tres ocasiones los directivos del Suisse Bank ofrecieron información a la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro, respecto una investigación interna que adelantaba el banco por su propia iniciativa sobre algunas de estas irregularidades.
A raíz de una pesquisa que inició la oficina de la fiscalía estatal de Nueva York por transacciones sospechosas del banco con Irán, Sudán, Birmania, Cuba y Corea del Norte, el Credit Suisse informó que había iniciado otra investigación aparte de las anteriores.
En un comunicado expuesto en su página en internet, el Credit Suisse destacó que las irregularidades fueron detectadas inicialmente por el banco, que compartió los avances de sus investigaciones con autoridades de Estados Unidos. «Credit Suisse se gratifica porque su asistencia y cooperación pronta y sustancial, y su revisión detallada y el programa remedial, han sido reconocidos por las autoridades», afirma el comunicado.
Esta no es la primera vez que un banco suizo aparece en un caso de represalia por violar las leyes del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, que prohíben transacciones financieras con la isla.
En mayo del 2004, la Unión de Bancos Suizos (UBS) pagó una multa de $100 millones a Estados Unidos por permitir que países como Cuba, Iraq, Libia y Yugoslavia utilizaran un programa internacional de la Reserva Federal para la sustitución de billetes de dólares en mal estado. UBS abrió todas sus arcas suizas a los investigadores norteamericanos.
En noviembre de 2006, el gobierno cubano emitió una declaración donde afirmó:
«En el caso específico del Banco Suizo UBS y posteriormente de otro banco de igual nacionalidad, el Credit Suisse, se produjo una lastimosa subordinación a las órdenes del imperio, dando así un irrefutable ejemplo de cómo los EE.UU. imponen sus leyes extraterritorialmente y deciden con quién pueden o no realizar negocios las instituciones de otras naciones que se supone sean libres y soberanas.»